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Cada vez que Univisión o Telemundo -dos de las cadenas de televisión que emiten en español más importantes de Estados Unidos- tienen que abordar en sus programas asuntos relacionados con la alimentación, cuentan con la colaboración de 'Nutrillermo'. Un experto en nutrición directo, enérgico, con un mensaje muy claro, que cuenta con más de un millón de seguidores en redes sociales y que en el ámbito latino se ha convertido en una especie de gurú de la alimentación. Pero pese a que el marcado acento latino de Guillermo Rodríguez Navarrete pueda llevar a engaño, este profesional nació en Málaga en 1977, empezó a ejercer en el barrio de Huelin y pese a que lleva años afincado en Estados Unidos, vuelve a su ciudad cada vez que puede.
La historia de este malagueño que triunfa en Miami y que se ha convertido en un pionero en el ámbito de la nutrición entre los hispanohablantes de América empieza en la farmacia de sus padres, en Málaga. Cuenta que lo que quería desde pequeñito era «curar gente» como sus padres y de ahí su interés por la rama sanitaria. Estudió Farmacia en la Universidad de Granada, pero admite que se frustró al comprobar que podía tratar enfermedades y no curarlas. «Yo quería curar enfermedades como la diabates o la hipertensión y ahí me encontré con la nutrición», relata desde Miami el doctor Rodríguez Navarrete. Fue un profesor de la Universidad de Granada, el doctor José Mataix -fundador en la universidad granadina del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos y considerado referente de la nutrición moderna- el que le guio en ese ámbito de estudio: «Me ofreció hacer el doctorado con él y me dijo: te voy a enseñar a curar», resalta, ya que este experto defiende que la nutrición cura, ya que muchas las enfermedades vienen causadas por una mala nutrición y malos hábitos de vida.
Junto a su mentor, participó en conferencias internacionales, terminó sus estudios en Italia, hizo estancias en Londres o Dublín y también empezó a impartir clases. También tenía contacto con pacientes gracias a la farmacia de su familia: «Tenía una consulta en la farmacia de mis padres pero no estaba despachando medicamentos, estaba agarrando a esas personas que llevaban media vida tomando el mismo medicamento y mi madre me las pasaba a la rebotica, yo les hacía un tratamiento y dejaban de tomar el medicamento. Ellos se iban felices pero mi madre no tanto», bromea.
«El doctor Mataix murió cuando yo acababa de leer el doctorado. Entonces me encargué de sus conferencias, de sus relaciones con las fundaciones y después de unas conferencias en Guatemala, Honduras y El Salvador, me ofrecieron irme a Centroamérica a dirigir una fundación», relata. Fue su primer salto a la América latina. Estuvo dos años en Guatemala, pero tuvo que abandonar el país por seguridad. «Me intentaron secuestrar dos veces y la Embajada me invitó a irme. Cometí el error de salir en la portada de una revista de negocios y eso invitaba a secuestrar al europeo que acababa de llegar», explica. Después estuvo en El Salvador otros dos años, hasta que un día decidió ir un fin de semana a Miami para ver con un amigo un partido del Mundial de fútbol de 2014 y allí conoció a Susana, una mujer brasileña que es hoy en día su esposa y que fue la que se mudara a Miami.
En Estados Unidos abrió su clínica privada bajo el nombre de Nutrillermo y aunque ya era algo conocido por su etapa en Centroamérica y sus apariciones en cadenas latinas, fue en Miami donde su proyección creció. «Puse el consultorio a una clínica en la que había un dentista, Raúl González, conocido como doctor 'G Smile' que tenía muchos clientes famosos y entonces todos los presentadores, cantantes o actores que pasaban por allí terminaban sentándose conmigo y hacían historias en Instagram y eso me hizo crecer mucho mi proyección». También es el primer español en tener licencia para practicar nutrición en el estado de Florida, después de pasar «un suplicio burocrático» y fue nombrado Fellow del American College of Nutricion (FACN) una de las distinciones mas importantes en el área de Nutrición.
Guillermo es muy consciente del poder de la comunicación y las redes sociales y cuida sus perfiles en Twitter, Youtube e Instagram, en los que va publicando consejos, intervenciones en cadenas de televisión e informaciones relacionadas con la nutrición. También tiene una página web en la que se puede pedir consulta 'online' (por 150 dólares), contratar programas de alimentación para bebés, madres lactantes u otros perfiles y hasta su propia tienda 'on line' donde vende productos como jamón ibérico, bacon, chocolate o morcilla.
¿Un nutricionista vendiendo bacon? Pues sí, porque Nutrillermo defiende el consumo de grasas saludables y la vuelta a los alimentos sin procesar, como la carne, el pescado o los huevos. «Antes se celebraban las cosas matando a un cochino y ahora lo hacemos con tarta y champán, hemos pasado de las grasas al azúcar, la harina y el alcohol y eso ha tenido consecuencias. La gente le sigue temiendo más al bacon que a una magdalena o a la avena que está tan de moda. Los dos principales alimentos de la humanidad son la carne y el pescado y eso es lo que nos ha hecho llegar hasta aquí como especie. En las pinturas rupestres no sale gente comiendo lechuga, ni soja o tofu ni esas cosas que nos quieren convencer ahora de que son súper alimentos», argumenta. Sostiene que la carne y el pescado de calidad son los alimentos que nuestro cuerpo asimila mejor, que alimenta las bacterias correctas en el intestino, algo que ha aprendido gracias a ver a centenares de pacientes, que es como realmente considera que se aprende de nutrición. «Ahora hemos dado un paso gigante, que es abrir la primera certificación en nutrición moderna. Lo llamé así para que la gente no pensara que por el hecho de basarnos en la alimentación ancestral era algo del pasado; es algo de futuro porque tenemos las herramientas para comprobar que esas comidas del pasado son las que nos van a dar futuro», afirma.
¿Y qué opina con las corrientes actuales de reducir el consumo de grasa o incluso de no consumirlas, como en el caso del veganismo? Aquí el nutricionista tiene un mensaje claro y contundente, que sabe que choca con muchos colegas de profesión: «Si tú quieres ser vegano, es tu libertad, pero tienes que saber que vas a enfermar. No puedes hacerlo pensando que vas a ser el tipo más sano del planeta, porque no puedes enfrentarte a la evolución. Tu necesidad de carne no es opinable, a lo mejor puedes combinar 40 cosas y más o menos llegar a la misma composición de la carne pero, ¿quién quiere ponerse a negociar lo que el cuerpo necesita?».
Nutrillermo considera que la industria alimentaria está confeccionada para vender productos ultraprocesados y que generan adicción. «Yo a principio trabajaba para la industria, con todas las empresas importantes que pagaban muy bien y que ahora son mis enemigos; cuando tuve contacto con la gente empecé a ver que era incompatible: o trabajaba con la industria o con los pacientes», reflexiona. Por eso otro de sus caballos de batalla es el consumo de azúcar: «Causa adicción y no puedes limitar algo que causa adicción. La gente quiere darse el gusto de comer azúcar de vez en cuando; si tienes el control de tu vida, está bien. Pero si no, si tienes diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer... deja esa mierda. No puedes comer un poquito. La felicidad que te da el azúcar es tan corta que no merece la pena lo que tú le das a cambio», declara. «La industria también te dice que la carne es mala, que el pescado tiene metales pesados, que el huevo da colesterol, mientras te dicen que la fruta y la verdura son lo mejor pero no te dicen que tienes que comer también carne y pescado», asegura. «Ahora podemos comer fresas todo el año y eso no es natural. Comer fruta solo es natural si comes la fruta de la zona en la que vives, la que se da en las mismas circunstancias biológicas a las que tu cuerpo está expuesto. Pero no comerte una papaya de Costa Rica en invierno, eso no es natural».
Este profesional malagueño también se muestra muy crítico con lo que él llama «normalizar la obesidad». «Mucha gente, algunos profesionales de la salud, dicen eso de 'ámate como eres', ' que nadie te diga que tienes que estar delgado'. ¿Cómo puede un profesional enseñar a alguien a amarse con 50 kilos de más? Se hacen llamar los 'no dietas', dicen que hay que aceptarse como uno es aunque tenga una barbaridad de kilos de más y eso no es sano», afirma.
Por último, Guillermo Rodríguez se anima a elegir los mejores productos desde el punto de vista nutricional de la cocina malagueña. «Me quedaría en primer lugar con el boquerón, sobre todo al natural, una de las mejores fuentes de nutrientes del mundo junto con la sardina; los productos del mar tienen todo lo que el cuerpo necesita. También te diría los quesos artesanales, sobre todo los de oveja o cabra y por supuesto el aceite de oliva». Por ahora este malagueño no tiene perspectiva a corto plazo de regresar a España, porque considera que es un país en el que es difícil crecer profesionalmente, pero asegura que su mujer estaría encantada de que se retiraran en Málaga. De hecho ya le tienen echado el ojo a un casita de campo en algún lugar de la provincia.
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