El nuevo puente del CAC tardará al menos un mes en estar practicable

No obstante, no será al menos hasta dentro de un mes cuando la pasarela pueda estar practicable. Una vez depositadas las dos mitades de la estructura en el lecho del río, debe realizarse la operación de soldado, de forma que conformen una sola pieza. Una vez que esta labor concluya, posiblemente a principios de la semana próxima, la plataforma será levantada por la grúa y colocada en su lugar, apoyada en los bordes del cauce que se acondicionaron para ello el pasado viernes. El siguiente paso será la instalación del suelo, a base de lamas de madera. El concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, explicó que los trabajos deberán parar durante la Semana Santa y que concluirán en las semanas posteriores. «La idea es poder tenerlo en uso para finales de abril o primeros de mayo», señaló.

Este nuevo puente debería haber estado listo para la primera mitad del año 2021. La Gerencia Municipal de Urbanismo adjudicó la obra en noviembre de 2020 a la unión temporal de las empresas Construcciones Garrucho y Tevaseñal, de Cádiz y Jaén, respectivamente, por 490.039 euros, y con un plazo de ejecución de tres meses.

Sin embargo, ese plazo quedó en papel mojado, y en septiembre de 2021 se aprobó un sobrecoste de 73.468 euros debido a las variaciones introducidas en el proyecto por los arquitectos de Urbanismo para garantizar la accesibilidad a la pasarela. Estos cambios tardaron en ser negociados con las empresas constructoras, en cuanto a características técnicas y presupuesto, para definir un proyecto modificado. Así, en total, el coste de esta obra asciende a 563.507 euros.

Los trabajos para la realización del puente avanzaron el año pasado pero no quedaron totalmente acabados por las dificultades de las empresas adjudicatarias para abastecerse de materiales, principalmente acero, debido a su escasez y subida de los precios, derivada de la guerra de Ucrania, según explicaron fuentes cercanas las empresas contratadas.

Para más inri, en los últimos meses, los arquitectos de la Gerencia de Urbanismo solicitaron nuevas modificaciones, en este caso respecto a los acabados del puente. Esos últimos cambios sobre el revestimiento fueron objeto de una negociación económica entre los adjudicatarios del contrato y el Ayuntamiento, que finalmente logró que los asuman sin que se incremente el presupuesto último de la obra.

Tras todo este periplo, el puente ya se encuentra en la ciudad para ser instalado. Su estructura varía de los diseños iniciales difundidos por el Ayuntamiento. Así, el trazado del puente no es totalmente horizontal, sino que se eleva en su parte central para no ser un obstáculo en el caso de que el Guadalmedina llegue a albergar un caudal de agua que ocupe toda la sección del cauce.

Además, el revestimiento de planchas de aluminio perforado ha sido pintado en un tono gris claro, no blanco como estaba inicialmente previsto. El nuevo puente se corona en su extremo más próximo a la calle Salitre con un torreón de algo menos de 12 metros que aún no ha sido trasladado a Málaga. Este módulo vertical ha sido diseñado por los arquitectos de Urbanismo como una forma de marcar la entrada hacia el Perchel.