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Éste es el lunes más lunes de todos los del año, porque es el primero laborable de 2024 después del paréntesis de las vacaciones y las múltiples celebraciones que trastocan el calendario y tras los dos anteriores que fueron festivos por Navidad y Año Nuevo. Toca volver a la realidad cotidiana, que trae algunas sorpresas: ésta es la fecha en la que la ciudadanía cae en la cuenta de que los precios de muchos bienes y servicios han cambiado. Muchos de ellos, a peor, sumándose a la inflación acumulada en los dos últimos años, que ha sido especialmente cruenta en la cesta de la compra.
Algunos de estos sustos no llegarán hasta que se carguen en las cuentas corrientes las facturas domiciliadas, pero conviene ir sabiendo lo que se espera que puede suceder con la luz, el gas o el teléfono. Aunque todas no serán malas noticias. Las sustanciosas rebajas de los billetes del transporte público se mantienen y hay prestaciones cuya cuantía se incrementa con el nuevo año. En todo caso, hay que prestar atención a la votación de esta semana en el Congreso de los Diputados: los precios que dependen del Gobierno central necesitan la convalidación del legislativo y Junts amaga con votar en contra.
El IVA en la tarifa de la luz, que se había reducido hasta el 5% para mitigar los efectos de la invasión rusa de Ucrania sobre los precios de la energía, ha subido hasta el 10% desde el 1 de enero y así se mantendrá durante todo el ejercicio. Ello, a diferencia de lo que sucederá con el gas: el IVA sobre este último combustible sube al 10% en este enero y alcanzará su nivel normal del 21% en primavera –cosa que no se prevé aún que suceda con la electricidad–. Se calcula que el aumento del IVA de la luz del 5% al 10% encarecerá la factura en unos dos euros al mes y en 25 euros al año, de media, según cálculos efectuados por Selectra. A ello hay que sumar la recuperación del impuesto especial eléctrico y el de generación, que irán subiendo a lo largo del año. En lo que respecta al gas, además de por el IVA, la factura también se incrementa este año porque la tarifa regulada (TUR, por 'tarifa de último recurso') escala un 10%, de media.
Su precio inicia el año en un máximo de 15,14 euros, pero hay que estar atentos a su revisión, que tendrá lugar el tercer martes de este mes. Todo indica que puede producirse una subida, que previsiblemente no sería la última de este año.
Las tarifas de las autopistas de peaje de toda España son entre un 5% y un 6,65% más caras desde el 1 de enero. Esto afecta a las dos vías de Málaga: la AP-46 (Alto de las Pedrizas) y los dos tramos de la AP-7 que discurren entre la capital y Estepona y entre este municipio y Guadiaro. En la vía que va de la capital hacia Antequera la subida es de un 6,65% e implica que pase de los 3,70 euros a los 3,95 en temporada baja y de los 5,60 a los 5,97 euros en temporada alta. En cuanto a la AP-7 entre la capital y Estepona, en el tramo entre Málaga y Marbella, el ascenso es de un 5%, de los 5 a los 5,25 euros en temporada baja y de los 8,15 a los 8,56 en temporada alta, aumento que asciende desde los 13,7 a los 14,39 euros en el recorrido de la capital hasta Estepona. Para ir desde este último punto hasta el municipio gaditano de Guadiaro el coste en verano pasará de los 3,55 euros a los 3,73, al aplicarse el idéntico 5%.
El precio de los sellos para enviar cartas y tarjetas de hasta veinte gramos de peso dentro de España sube un 5,1%, hasta los 82 céntimos. Para envíos dentro de Europa, el coste aumenta cinco céntimos, hasta 1,70 euros. Para destinos más lejanos, como Estados Unidos, el dinero necesario se mantiene en los 2,1 euros. La paquetería nacional se encarece cerca de un 2%.
De los precios que dependen de la administración más cercana al ciudadano, la municipal, el cambio más sustancial se producirá en el agua, que subirá previsiblemente a partir de la primavera en la capital malagueña. En este primer año de encarecimiento, éste será de un 32,8%, es decir, de 4,79 euros mensuales o de 9,58 euros por factura, ya que éstas son bimestrales. Se trata de un incremento menor al inicialmente anunciado por la corporación municipal, que había planeado una subida del 42% en los recibos, que hubiera supuesto un aumento de 12 euros por factura este año.
Pero, según los nuevos planes locales, el incremento no acabará en este 2024. El recibo experimentará alzas anuales hasta 2028, hasta alcanzar un total de 12,97 euros, cifra que supone un incremento de aproximadamente un 44% con respecto a los niveles de 2023. Ahora mismo, el recibo medio bimestral según el consumo medio de un hogar es de 29,18 euros. Este año 2024, tras la subida, por tanto, será de 38,6 euros y en 2028, de algo más de 42 euros.
Las tarifas de la zona azul se mantienen estables en la capital malagueña. Pero hay un coste del SARE que sí se incrementa en este recién estrenado ejercicio: el de la anulación de las multas que el conductor se puede encontrar enganchadas en el limpiaparabrisas de su vehículo si es que ha cometido alguna infracción —por ejemplo, aparcar más tiempo de aquel por el que se había abonado–. En concreto, la anulación por pasarse de la hora sube desde los 3,80 a los 5 euros, mientras que por no contar con tique se encarece desde los 7,66 a los 9 euros. El aumento, por tanto, es de un 31% y de un 17%, respectivamente. Por lo demás, la tarifa para residentes queda estable en los 0,20 euros por 24 horas en la cuota diaria y en 1 euro por 168 horas en la modalidad semanal. En cuanto a la tarifa general sigue congelada en 1 euro por hora de estacionamiento, un pago mínimo de 0,50 y un tope máximo de 2,50 euros –equivalente a dos horas y media de aparcamiento–.
Por primera vez desde el año 2012, se incrementan las tarifas de Parcemasa, y lo hacen un 5,7%. Las autoridades municipales argumentan, en defensa de la medida, que hay que «hacer frente a los costes para la empresa», ya que en este periodo de más de una década sus gastos se han incrementado un 24%. A ello hay que sumar el hecho de que el 80% de los fallecidos cuentan con seguro.
En cuestiones tributarias, en lo que a la administración municipal malagueña se refiere, estabilidad en términos generales. El principal tributo local, el IBI, responsable de una cuarta parte de los ingresos del Ayuntamiento de Málaga, queda congelado para el 99% de los contribuyentes, dueños de más de 400.000 inmuebles, en el tipo del 0,4510% en que lleva anclado una década. Aunque las familias numerosas se beneficiarán de bonificaciones más generosas. El que sí sube es el IBI diferenciado no residencial, la modalidad del tributo que se aplica a grandes edificios comerciales, oficinas, singulares, religiosos, de espectáculos o sanitarios.
Las actualizaciones de los alquileres continúan limitadas este año, pero menos que en 2023. Si bien con carácter general, las rentas van ligadas a lo que marque el IPC. Cuando éste se disparó, el Gobierno central decidió poner un límite máximo del 2% para proteger a los inquilinos. Pero para este 2024, ese máximo pasa a ser del 3%.
Desde la Junta de Andalucía explican que para este año se mantiene la bonificación general del 100% del Impuesto del Patrimonio. A ello suman la creación de una bonificación para los contribuyentes obligados a pagar el Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas, para que puedan decidir si quieren que su tributación la recaude la administración estatal o la Junta. El Gobierno regional dice seguir «estudiando posibles nuevas bajadas de impuestos». Para conocer lo que sucederá con los tributos estatales, habrá que esperar a la presentación de los Presupuestos Generales del Estado para 2024.
Los abonos y tarjetas para uso frecuente de los autobuses de la EMT de Málaga seguirán costando la mitad de su precio normal durante todo este año. El Ayuntamiento ha decidido, como sucediera el pasado año, incrementar en un 20% el 30% de bonificación que ha prorrogado el Ministerio de Transportes del Gobierno central, de lo que resulta que se mantiene la rebaja del 50%. Continúa, por tanto, el precio de 4,20 euros para el bono de diez viajes, que en circunstancias normales costaría 8,40 euros. La tarjeta mensual con viajes ilimitados seguirá costando 19,95 euros –39,95 en condiciones normales– y las tarjetas joven y de estudiante, 13,50 euros –que sin las medidas del Gobierno central y municipal costaría 27 euros–.
Viajar en el suburbano malagueño seguirá costando 33 céntimos a lo largo de 2024. Como sucede con el autobús, la prórroga de la bonificación por parte del Gobierno central del 30% ha hecho que la Junta andaluza haya igualado esa cifra, hasta sumar una rebaja del 60% para los usuarios, que se aplicará a las tarjetas y diferentes bonos de metro y de viajes interurbanos.
La medida lleva vigente desde septiembre de 2022 y también se ha revalidado. Los usuarios de Renfe pueden seguir disfrutando este año de los abonos gratuitos de Cercanías, servicios de proximidad y Media Distancia. La gratuidad estará vigente durante todo el año, pero los abonos hay que solicitarlos cada cuatro meses. Aunque hay que realizar un depósito de 10 o 20 euros de fianza que sólo se recupera si se acredita que se es viajero frecuente.
Aunque no dependiente de las Administraciones Públicas, han trascendido las políticas comerciales de algunas operadoras. Así, por ejemplo, Movistar aplicará una subida tarifaria media del 3,1% a partir del quince de enero, lo que supone un incremento de entre 1 y 3 euros al mes. Vodafone, por su parte, ha informado de que el incremento tendrá lugar este primer trimestre y que se efectuará conforme al IPC –aunque medido de forma distinta a cómo se calcula el de las pensiones, lo que lleva a una subida de la factura de esta operadora de una media del 4,38%–, e implicará subidas medias en la factura de alrededor de 1,64 euros.
Aunque se han roto algunas ligazones al índice de precios al consumo (IPC), la que se ha reconstruido desde hace un par de ejercicios es la que tradicionalmente había mantenido con las pensiones, para su actualización cada mes de enero. De esta manera, desde esta primera nómina del año, los malagueños que perciban prestaciones contributivas o pertenezcan a las clases pasivas del Estado (funcionarios) se beneficiarán de un incremento del 3,8%, en línea con la inflación media anual registrada en el mes de noviembre, de acuerdo con lo que marca la ley. Eso supone que, como promedio, la subida para los pensionistas malagueños será de algo más de 40 euros mensuales. En el caso particular de las pensiones de jubilación, registrarán un incremento algo superior, de 47,5 euros, ya que su cuantía media de partida es algo mayor.
Además, las pensiones no contributivas de vejez e invalidez se incrementarán un 6,9% este año. Y esta misma cifra será la que actualizará el Ingreso Mínimo Vital. En cuanto al salario mínimo interprofesional, si bien aún no hay decisión formal, se habla de una posible subida del 4%.
El incremento del gasto en pensiones y las medidas adoptadas para garantizar la sostenibilidad del sistema a largo plazo tienen como contrapartida un aumento de la cuantía de las cotizaciones sociales, es decir, de las aportaciones de empresarios y trabajadores a la Seguridad Social: el Mecanismo de Equidad Intergeneracional será de un 0,7% –desde el 0,6% de 2023–, equivalente a entre 48 y 428 euros al año, según cuál sea el nivel salarial del trabajador, porque aporta más quien más cobra.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Ignacio Lillo | Málaga
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