El presidente de Asaja, Baldomero Bellido, empieza a hacer las cuentas y no le salen. Al frente de la asociación agraria con más asociados en Málaga, el número al que más vueltas le ha dado en los últimos días es el 1.134. Hasta 1. ... 134 euros subirá el salario mínimo interprofesional (SMI), una vez que el Consejo de Ministros apruebe el respectivo real decreto que tiene detrás a la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz.
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Entre los trabajadores beneficiados por la mencionada subida, destacan los empleados que pertenecen al sector agrario. La cosecha de los cultivos suele recaer sobre mano de obra no cualificada a cambio de unos salarios que se mueven en rangos bajos. Para Bellido el alza del SMI supone «otro descalabro» para el sector agrario.
Los jornales son clave para sacar adelante la actividad en el campo y, a la vez, representan una particularidad en el mundo laboral. La subida del SMI se traduce en un aumento de estos jornales, por lo que el coste de la cosecha se encarecerá para los agricultores que contratan esta mano de obra. Bellido recalca que no se opone a que los trabajadores del campo ganen más, pero asegura que el incremento de costes continuo que tienen que afrontar los agricultores amenaza a la labor en el campo.
Para el presidente de Asaja, esta subida se va a traducir en una pérdida de empleo. «¿Qué va a ocurrir? Va a haber muchas empresas que van a intentar mecanizar gran parte de su cultivo. Eso va a dejar mucha mano de obra en zonas rurales atrás. La mayoría de agricultores con los que hablas te dicen que no van a poder asumir esta subida», explica.
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La opinión de Asaja no es la única en el campo malagueño. El presidente de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Francisco Moscoso, celebra la subida del salario mínimo. «La mayoría de nuestros asociados ya está pagando por encima del salario mínimo», precisa Moscoso.
En este caso no existe unidad entre las diferentes asociaciones. Para Mosocoso, la subida no amenaza la mano de obra en el campo. «El salario nos parece bien y adecuado. La labor en el campo es dura y los trabajadores se merecen unos jornales dignos», resalta.
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UPA defiende, además, que la subida del salario mínimo servirá para compensar las desigualdades de salarios entre las diferentes provincias. «Hay muchos convenios provinciales y eso hace que un jornalero pueda ganar, por poner un ejemplo, más en Málaga que en Córdoba», lamenta Moscoso. Para el presidente de UPA, más allá de subir o no el salario mínimo, «la clave está en alcanzar un convenio a nivel regional, que aplique en toda Andalucía».
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