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Han logrado mantener, más o menos, «la rutina de antes». Claro que los horarios se han relajado un poco en el comienzo de la jornada. El despertador de las pequeñas ya no suena tan temprano, aunque a partir de ahí la idea es mantener el rumbo todo lo posible. «No despierto a las niñas a las 8, sino un poco más tarde, para que se aseen, desayunen y empiecen las tareas escolares... ¡Y ahí empieza la locura!», comparte la artista y profesora en la Escuela de San Telmo, Noelia García Bandera.
Docente en el centro de El Ejido desde hace 14 años, García Bandera ha presentado su obra en ferias como Arco y Estampa y su trabajo forma parte de las colecciones de instituciones como el CAC Málaga o la Colección Iniciarte de la Junta de Andalucía. Y a su próximo proyecto artístico dedica ahora las pocas horas libres que le dejan las jornadas de confinamiento junto a su marido, estudiante de oposiciones, y sus dos hijas: Lola, de 10 años, y Marta, de 8.
«Los fines de semana mantenemos nuestra costumbre de organizar la noches de chicas: nos metemos las tres en la cama a ver pelis. Es nuestro ritual. Desde que empezó esta situación ya hemos visto 'Las crónicas de Narnia', 'La niñera mágica', 'La familia Addams', 'Mira quién habla'...». Es uno de los momentos de relax que le deja una agenda donde caben su tarea docente a distancia, los deberes escolares de las hijas, la logística doméstica y la vocación creadora: «En lo que va de cuarentena estoy más centrada en corregir los proyectos de los alumnos. Claro que ahora mi carga docente es doble: soy profesora de Primaria y de Escuela de Arte».
Rigurosa seguidora del 'quédate en casa', García Bandera agradece las aplicaciones que permiten un contacto más directo, aunque en la distancia, con sus alumnos. «El elemento humano de una vídeo llamada es mucho más importante. En apenas unos minutos puedo hablar con ellos, resolver sus dudas y compartir sus inquietudes de una manera mucho más cercana que a través del correo electrónico o de otro tipo de mensajes», reivindica García Bandera sobre su experiencia con plataformas como Meet y Zoom.
Y esas aplicaciones también le resultan muy útiles a las pequeñas para mantener su vida social durante la estancia domiciliaria. «Marta queda con sus amigas a través de Zoom y a Lola le gusta mucho leer, así que cuando coinciden esos momentos, yo también aprovecho para retomar lecturas que dejé atrás», ofrece García Bandera, que justo ahora anda entre las páginas de 'El cuerpo y la cámara' de Margarita Ledo Andión.
Cámaras como las de sus alumnos de Fotografía, a los que ha pillado el confinamiento con un proyecto nada sencillo de resolver dadas las circunstancias: deben entregarle un paisaje. «Están en sus casas -cierra García Bandera- y tenían que resolverlo. Les dije: 'Dejad de miraros el ombligo y pensad cómo podemos crear el paisaje con lo que tenemos ahora a nuestro alrededor'. Y la verdad es que han entregado trabajos muy interesantes, quizá porque la creatividad surge en momentos como estos».
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