Nicolás Sguiglia: «La unidad de la izquierda es un desafío que hay que asumir con madurez»

–¿Qué representa el proyecto de Martina Velarde para Podemos?

–El comienzo de una nueva etapa en Podemos Andalucía en la que queremos fortalecer la organización y la implantación territorial; trabajar codo a codo con los círculos y la militancia; y traer a Andalucía parte de lo que se está desarrollando en Podemos a nivel estatal: vocación de gobierno, trabajar hacia fuera y pensar en clave de políticas públicas para los andaluces y no tanto en estar permanentemente mirando hacia dentro de la organización.

–¿Cuál es su cometido en la dirección?

–Mantener una relación de respeto, cooperación y colaboración con los colectivos y movimientos sociales andaluces en diferentes ámbitos: sindical, vecinal, ecologistas, feministas,...

–La primera patata caliente de Podemos es la situación de división interna en Adelante Andalucía. ¿cómo se va a gestionar?

–A través del diálogo. La gente está muy cansada de los conflictos internos de la izquierda y necesita fuerzas políticas que atiendan fundamentalmente a las necesidades urgentes de Andalucía. Adelante Andalucía nació como una coalición electoral donde Podemos e IU jugaron un papel fundacional y central. Por lo tanto, todos los compañeros que componen ese espacio nos tenemos que sentar y llegar a un acuerdo y trabajar desde una lógica de consenso. Lo que no tiene sentido es que una parte, que es minoritaria dentro de las fuerzas que representan la coalición (los Anticapitalistas de Teresa Rodríguez) pretendan patrimonializar ese espacio político.

–¿Teme que se rompa Adelante Andalucía?

–Sería una pésima noticia para la izquierda. La fragmentación castiga a la izquierda. Si pensamos fundamentalmente en las necesidades del pueblo andaluz y no en los pequeños intereses de partido o de grupo, lo lógico es que hagamos todo lo posible para que esa confluencia no se rompa.

–Más País, los 'teresistas', IU, Podemos,… parece que la unidad de la izquierda situada a la izquierda del PSOE es una quimera.

–Esa unidad es un desafío que hay que asumir con madurez. Tenemos que ser capaces de conseguir objetivos comunes teniendo siempre en la cabeza las necesidades de la gente. Cuanto más contacto y relación tengamos con los barrios, con las necesidades de los trabajadores y del pueblo andaluz más se nos van a quitar estos comportamientos a veces infantiles o excesivamente personalistas que hay en la izquierda y que son un mal. Lo que nos pide la gente es que nos dejemos de tonterías y nos pongamos de acuerdo porque necesitamos un partido en la izquierda unido y lo más fuerte posible.

–¿Cómo valora estos meses de Gobierno de coalición en España?

–Se han dados pasos muy importantes pero aún son insuficientes. El giro social que ha tenido el Gobierno para proteger a la gente trabajadora con medidas como el apoyo al alquiler de viviendas o el Ingreso Mínimo Vital, dudo mucho de que se hubiera implementado sin Podemos en el Gobierno.

–¿Debe hacer el Gobierno y Podemos alguna autocrítica de la gestión de la crisis sanitaria?

–Probablemente se han cometido errores que hay que analizar y corregir pero en términos generales creo que ha actuado bien y ha estado a la altura.

–El 'caso Dina' ¿cómo cree que puede afectar a Podemos y a su labor en el Gobierno?

–Honestamente creo que hay una operación de determinados poderes económicos ligados a los grandes grupos de comunicación que tiene como objetivo debilitar la presencia política de Podemos. Todos los procesos judiciales que se han abierto contra Podemos acusándolo de distintas cuestiones, algunas realmente casi surrealistas, han salido favorables a Podemos.

–Pero, ¿Iglesias no tiene ninguna responsabilidad tras haberse quedado varios meses con la tarjeta en lugar de devolverla inmediatamente a su propietaria?

–Entendemos que no. Las explicaciones que ha dado Pablo Iglesias al respecto a mí me parecen muy convincentes.

–¿Comparte lo dicho por Iglesias sobre «naturalizar la crítica y el insulto» contra la prensa?

–No sé si refirió en términos de insulto. Lo que dijo es que el poder mediático, igual que el poder económico y el político, está sometido al escrutinio público y, por lo tanto, se puede someter a críticas, siempre desde el respeto escrupuloso a la libertad de expresión y de opinión.

–Sí utilizó la palabra insulto.

–Honestamente no lo escuché.

–¿Comparte que se insulte a la prensa?

–Entiendo que no. Uno puede ser capaz de criticar sin caer en el insulto.

–Una vez terminado el proceso en Andalucía, ¿cuándo se producirá la elección de la nueva dirección en Málaga?

–Entre septiembre y noviembre, aún no está definido el calendario.

–¿Cómo se hará?

–A diferencia de como se hacía hasta ahora, donde la dirección regional elegía las direcciones provinciales, en esta ocasión será la militancia y los círculos quienes elegirán a sus delegados y representantes en lo que se va a transformar en la red de círculos, que será la nueva ejecutiva provincial, que elegirá al portavoz provincial y los portavoces municipales.

–¿Qué perfil se busca para el portavoz provincial en Málaga?

–Está por ver. Contamos con varios compañeros que están desarrollando muy bien su trabajo.

–¿Maribel González es una buena opción?

–Es uno de los nombres que podría cumplir perfectamente ese papel por el trabajo que desarrolla en la Diputación recorriendo la provincia y estando en contacto con su realidad. Sería una muy buena candidata, pero tienen que decidirlo los círculos.«Uno puede ser capaz de criticar sin caer en el insulto», afirma sobre si comparte los ataques de Iglesias a la prensa