Las naves se terminaron de construir en 2013 y nunca han tenido uso. Sur

Las naves del fallido anillo de Antequera servirán para el mantenimiento de trenes AVE

Adif abrirá un concurso para explotar las instalaciones construidas en Bobadilla en 2013 tras el interés de varias empresas del sector

Ignacio Lillo

Málaga

Sábado, 3 de octubre 2020, 00:19

Las naves que se construyeron para el fallido anillo ferroviario de Antequera, el proyecto que pretendía hacer de la Vega un moderno centro de experimentación con los trenes de alta velocidad de última generación, comienzan a tener su futuro enfocado después de siete años en ... vacío. El titular de las instalaciones, que es el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ha recibido en los últimos meses propuestas de empresas del sector para explotar estas instalaciones como talleres de mantenimiento de trenes de alta velocidad y de mercancías. 

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La compañía Eco Rail, filial de la cordobesa Magtel, que optó sin éxito al concurso para la liberalización del AVE, fue la primera en mostrar interés, con vistas a crear un centro de mantenimiento de su material rodante para mercancías y, en el futuro, para pasajeros, según fuentes del sector.

A la puja se ha unido más recientemente Renfe. Cabe recordar que la operadora nacional va a experimentar un fuerte aumento de su carga de trabajo en los próximos meses ya que, junto a los trenes de las nuevas líneas a Granada y la directa Málaga-Sevilla, se añade el hecho de que Alstom va a asumir el mantenimiento de la flota de 14 Euroduplex de Ouigo-SNCF –la primera competidora en el mercado libre del AVE– y para ello utilizará talleres de Renfe.

A concurso

Las naves de Bobadilla tienen una ubicación estratégica, en pleno centro de Andalucía. Y todo ello, a la espera de que el segundo operador privado, el consorcio Ilsa-Trenitalia, dé a conocer dónde llevará a cabo la puesta a punto de las 23 unidades del tren Frecciarossa 1000 (Hitachi-Bombardier) con el que cubrirá las cinco rutas a las que ha sido autorizado a partir de enero de 2022.

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Consultado sobre esta cuestión, un portavoz de Adif confirma que la sociedad pública estatal «ha recibido recientemente diversas manifestaciones de interés por parte de algunas empresas sobre la posibilidad de utilizar nuestras instalaciones ubicadas en Bobadilla para el desarrollo de su actividad». Por este motivo, anuncia que están preparando un pliego de condiciones para la apertura de un concurso público de cara a su alquiler o venta, «de modo que se favorezca la concurrencia de empresas ferroviarias interesadas en el aprovechamiento de dichas instalaciones, con el objetivo de obtener las condiciones más ventajosas para el erario público y procurar la mayor rentabilidad posible de nuestros activos».

El Centro Integral de Servicios Ferroviarios (CISF) de Málaga se anunció como el embrión del anillo ferroviario. La instalación –que iba a servir como laboratorio para la experimentación de los futuros trenes de alta velocidad, junto con el circuito– se licitó en julio de 2011, en la última etapa del Gobierno socialista de entonces, y las obras se dieron por terminadas en junio de 2013. La construcción de las dos naves – de 220 metros de longitud y 19.140 metros cuadrados de superficie– supuso una inversión de 6,6 millones, a lo que hay que sumar 3,5 millones más para equipamientos, según informó en aquellas fechas la empresa pública. Ambas partidas fueron cofinanciadas en buena parte por los fondos Feder de la UE. Son unos diez millones de euros, que se podrán amortizar e incluso lograr beneficios a medio plazo, dados los costes que se manejan en este sector, tanto si se ofrecen en alquiler como en venta.

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