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Los cambios demográficos suelen ser tan lentos como inexorables. El envejecimiento de la población, la caída de la natalidad, el avance de la edad a la que las mujeres son madres, el aumento de esperanza de vida… son tendencias que llevan décadas calando como lluvia ... fina en las sociedades occidentales. Pero ocurre que a veces se cruzan umbrales psicológicos que evidencian, parafraseando la canción, cómo hemos cambiado. En el primer semestre Málaga ha traspasado una de esas fronteras, bajando de los mil nacimientos al mes. Entre enero y junio vinieron al mundo en los hospitales malagueños 5.859 bebés, según las estimaciones provisionales publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), con base en las inscripciones registradas en los Registros Civiles informatizados. Eso equivale a una media de 976 alumbramientos mensuales. El mes que más niños nacieron fue marzo, con 1.072, y febrero el que menos, con 882.
Estas estimaciones indican que la caída de la natalidad en Málaga, lejos de moderarse, está acelerando su ritmo. Entre el primer semestre de este año y el anterior se ha producido un descenso del 2,87% (equivalente a 173 nacimientos menos). En el mismo periodo de 2021 la bajada fue del 2,84% y en el de 2020, del 2,65%.
Esta persistencia obliga a descartar el 'efecto pandemia': hubo quien atribuyó la caída de nacimientos de 2020 y 2021 al aplazamiento de la decisión de tener hijos por miedo al covid, pero el nuevo descenso de este año ya no puede seguir achacándose a la misma causa. Lo que probablemente no ayude a animar la natalidad es la inflación disparada y el clima de incertidumbre económica provocado por la guerra de Ucrania.
A nivel andaluz, el descenso medio de nacimientos del primer semestre ha sido ligeramente inferior al malagueño, del 2,62%. Hay fuertes diferencias entre provincias: Sevilla y Huelva han sufrido desplomes superiores al 6% mientras Cádiz y Granada han escapado a la caída. A nivel nacional se contabiliza un ligerísimo aumento de nacimientos, del 0,13% (211 niños nacidos más que en el primer semestre de 2021), que esconden marcados contrastes entre regiones. La natalidad ha crecido en Asturias, Madrid, Comunidad Valenciana, Cataluña y Castilla y León, cayendo en las demás comunidades.
El descenso de la natalidad avanza parejo a otra tendencia demográfica relacionada: el aumento de la edad a la que las mujeres malagueñas tienen hijos. En cinco años, el porcentaje de niños nacidos de madres mayores de 35 años ha aumentado del 36% al 42% en la provincia. Hay un 16% más de madres de entre 40 y 44 años que hace cinco años (579 en el primer semestre de 2022, frente a las 497 del mismo periodo de 2017) y un 30% más de entre 45 y 49 (56 'versus' 43). De hecho, estos son los únicos grupos de edad en los que ha aumentado la natalidad en este lustro, durante el cual el número total de nacimientos se ha desplomado casi un 14% en la provincia. Los bebés de madres de entre 25 y 29 años han pasado de representar un 20% del total a un 17% y también pierden peso los del siguiente grupo de edad, de 30 a 34 (del 34 al 32%), en favor de los grupos de edad más avanzados.
Y hablando de tendencias inseparables: si la sociedad envejece, es natural que aumenten los fallecimientos. Mientras la natalidad cae, la mortalidad aumenta. Pero lo cierto es el incremento de fallecimientos de este año es especialmente llamativo, por no decir inquietante. A la vez que los nacimientos del primer semestre, el INE publicó ayer la estimación de defunciones de las 30 primeras semanas del año, es decir, entre el 1 de enero y el 25 de julio. En la provincia en ese periodo se han registrado 9.295 fallecimientos, casi un 9% más que en las mismas fechas de 2021. Es un récord histórico de mortalidad que incluso supera los registros de 2020 (8.076) y 2021 (8.532), los años marcados por la pandemia del coronavirus.
La estadística, que es provisional, no ofrece pistas sobre las causas del fuerte aumento de la mortalidad, que es más intenso en la provincia que el que se ha producido a nivel nacional (5,1%). De hecho, si la comparación de datos se hace con 2019, el año previo a la pandemia, el incremento de muertes registradas por Málaga es del 23%, el más alto de todo el país.
Lo que sí se sabe por las estimaciones del INE es la edad de las personas fallecidas. Y hay un dato revelador: hasta la semana 30 de este año se han registrado 1.259 defunciones de mayores de 90 años, que son 205 más que en el mismo periodo del año pasado (un 19% más) y 412 más (un 49% en términos porcentuales) que en el mismo de 2019. Son estos fallecimientos de personas muy ancianas los que han 'alimentado' el fuerte aumento de mortalidad.
La estadística también permite saber cuándo se concentra el exceso de mortalidad: es a partir del mes de abril cuando la gráfica de fallecimientos se despegó de la media histórica. La tendencia se agudizó en junio y julio. Por ejemplo, en la semana 16 (que terminó el 18 de abril) se registraron 358 fallecimientos en la provincia, 122 más que en la misma semana de 2021. Las ocho semanas siguientes (coincidiendo con los meses de mayo y junio) también arrojaron incrementos interanuales de más de 50 muertes cada una.
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