Myramar, Astilleros Mario López, Fundación Victoria y Sigfrido, premios Hacemos Málaga

Grupo Myramar, Astilleros Mario López Cernaval, Sigfrido Fruit y Fundación Santa María de la Victoria han sido las cuatro compañías, de diferentes ámbitos y sectores, como de distinta edad y tamaño, las distinguidas este año por la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) y la Diputación de Málaga como ejemplos de fortaleza y dinamismo del tejido empresarial malagueño con motivo de la VII Edición de los Premios Empresariales 'Hacemos Málaga'. La entrega de los galardones se ha celebrado hoy en el Auditorio Edgar Neville del ente supramunicipal.

Las empresas distinguidas en sus cuatro categorías (Trayectoria Empresarial, Empresa del año, Generando Futuro y Acción Social) son para los organizadores de estos galardones exponentes de una realidad amplia y consolidada: «la solidez, el compromiso y el empuje de nuestras empresas».

El presidente de la patronal malagueña y andaluz, Javier González de Lara, ha insistido durante la ceremonia de entrega de los premios en la idea de que el progreso de la sociedad está íntimamente ligada a la competitividad de sus empresas, a la vez que recordó que Málaga sigue siendo una provincia líder en la creación de empresas desde hace 25 años. También ha reivindicado la colaboración público privada empresas más competitivas para tener así una provincia más competitiva.

Por su parte, el presidente de la Diputación, Francisco Salado, ha invitado a los empresarios malagueños a unirse a la lucha contra la despoblación que abandera la institución en la provincia. «Os invitó a que miréis al interior, donde hay muchas potencialidades», ha manifestado.

Sobre los premiados, Salado ha declarado que representan los mejor «de nuestro tejido empresarial». Asimismo dijo que comparten su «excelente aportación y contribución» a una sociedad, como la malagueña, que se define por su carácter dinámico y emprendedor.

En la categoría 'Acción Social', la Diputación y la CEM reconocieron la labor de la Fundación Santa María de la Victoria, por la importante labor que realizan desde hace 27 años en materia educativa y formativa, «atendiendo también la realidad de las escuelas rurales, muy importante para lograr fijar la población en los pequeños municipios». El premio fue recogido por el obispo de la Diócesis, Jesús Catalá, que se refirió a la Fundación como una empresa especial desde el momento en que no tiene ánimo de lucro.

En la categoría 'Generando Futuro' el premio fue a parar a Sigfrido Fruit, un proyecto empresarial joven, con tan sólo seis años de trayectoria, pero que se ha convertido ya en una firma «de referencia en el sector de los subtropicales, comercializando más de cinco millones de kilos al año» y la previsión de alcanzar este ejercicio los 13 millones de euros de facturación. Su propietario, Sigfrido Molina, recordó tras recibir el premio que decidió poner en marcha su proyecto en plena crisis y que lo que siempre trata de transmitir a su equipo es que «deben disfrutar con su trabajo».

El premio en la categoría 'Empresa del Año' tiene como protagonista a Astilleros Mario López Cernaval, con 35 años de antigüedad y que hoy está considerado el centro de reparaciones navales privado más importante de España y uno de los más importantes también de parte de Europa. La firma opera con gran éxito en los muelles 4 y 5 del puerto de Málaga, y tanto para la CEM como para la Diputación, es garantía de creación de empleo y de riqueza. El presidente de la empresa, Mario López, ha dedicado el galardón a todo el equipo que hoy conforma la compañía .

En la categoría 'Trayectoria Empresarial', el galardón fue para Grupo Myramar , un proyecto fundado en 1958 que ha diversificado su actividad para ser promotora y constructora, con más de 6.000 viviendas residenciales entregadas; en la explotación de centros comerciales, siendo clave, por ejemplo, en el impulso del Muelle Uno; o como grupo hotelero, con más de 385 apartamentos en cartera. El consejero de la empresa Miguel Rodríguez Porras, que se mostró bastante emocionado, dedicó el premio a sus padre, Miguel Rodríguez Ruiz. «Esto es un homenaje a nuestro padre», dijo.