Los municipios afectados por el virus del Nilo tendrán el análisis de la situación real en una semana

La lluvia de estos días en la provincia de Málaga era más que necesaria sobre todo para paliar la sequía, pero la necesidad de que lloviera afecta positivamente a otras cuestiones. Ese es el caso del virus del Nilo, cuyos mosquitos podrían empezar a desaparecer si la lluvia desatasca el agua estancada que favorece la aparición de los insectos. Este es uno de los condicionantes con los que trabajan estos días las empresas de fumigación contratadas por los municipios más afectados, que aún desconocen cuál es la situación exacta en cada uno de ellos.

Tal y como ha podido saber este periódico, aproximadamente dentro de una semana los ayuntamientos de estas localidades tendrán el análisis sobre las posibles zonas afectadas por los mosquitos portadores del virus del Nilo. Tanto Antequera como Almargen contrataron ya hace una semana a las empresas encargadas de llevar a cabo la fumigación, aunque antes de llegar a ese punto, primero tienen que realizar un estudio exhaustivo del terreno.

Así lo explica a SUR la alcaldesa de Almargen, Mari Carmen Romero, que avanza que esta fase de diagnóstico dura en torno a quince días, pero que ya comenzó hace siete. Junto a este proceso, el Consistorio ha tenido que vaciar las fuentes y clorar la piscina. «Hemos informado a los vecinos de las precauciones que deben tomar, pero esperamos que con la lluvia el diagnóstico de la empresa de fumigación sea más positivo», explica Romero, que desgrana que este tratamiento -que ha pagado el municipio- no ha llegado a los mil euros. «Estamos en coordinación con Salud, que viene cada dos semanas a verificar cómo marcha todo», recalca.

La situación de Antequera, en términos de fechas, es prácticamente la misma. El Ayuntamiento informó el miércoles pasado que había iniciado los trabajos para la implementación del Plan Municipal de Vigilancia y Control de Mosquitos Transmisores del Virus del Nilo. Este hecho se producía como consecuencia de la reunión mantenida entre el Consistorio y el Área Sanitaria Norte de Málaga tras la detección de dos casos en equinos en el municipio.

El plan, que ha sido encomendado y contratado con la empresa que habitualmente trabaja con el Ayuntamiento de Antequera en la detección, control y tratamiento de plagas consiste, básicamente, en el diagnóstico de la situación para identificar focos donde los mosquitos pueden anidar, y en los tratamientos especializados para la eliminación de mosquitos en esos puntos que pudieran existir, «sin riesgo para la salud de las personas», matizan. En las tareas de evaluación colabora la empresa municipal Aguas del Torcal que asesorará fundamentalmente en la identificación de posibles zonas de aguas estancadas. Mientras tanto, el propio consistorio en una nota enviada a los medios recomendaba la aplicación de «medidas básicas» para evitar las picaduras de este tipo de mosquito así como de cualquier otro insecto, tales como uso de repelentes, instalación de mosquiteras, y el uso de ropa que cubra la piel de manera completa sobre todo en las horas nocturnas.

El tercer municipio en el que han aparecido infectados con el virus del Nilo, Alhaurín el Grande, también ha puesto en marcha medidas similares. Tal y como explican desde el ayuntamiento, los técnicos municipales ya trabajan en la elaboración de un Programa de Vigilancia y Control de Vectores Transmisores de FNO por la que se establecerán medidas aplicables y recomendaciones para la población para frenar la proliferación de esta especie transmisora. «Recomendamos aumentar las precauciones, la vigilancia pasiva los équidos y aves silvestres y mantener el sentido común para disminuir el riesgo de picaduras», añaden.

Otros municipios afectados

Además de Alhaurín el Grande, Almargen y Antequera (las tres localidades en las que se ha detectado el virus en caballos), otros municipios de la provincia ya habían puesto en marcha medidas similares hace unas semanas. Ese es, por ejemplo, el caso de Pizarra, en el que avanzaron que entre las medidas adoptadas se incluían fumigaciones intensivas en las áreas más afectadas, la aplicación de larvicidas en aguas estancadas —uno de los principales criaderos de mosquitos— y la colocación de trampas adicionales para monitorizar la actividad de los mosquitos. Además, las autoridades lanzaron campañas de concienciación dirigidas a la población, recomendando el uso de repelentes de insectos y ropa que cubra la piel, así como la restricción de actividades al aire libre en horarios de mayor actividad de los mosquitos, como el amanecer y el atardecer.

Uno de los primeros municipios en poner en marcha este tipo de medidas fue Alhaurín de la Torre, hace ya más de un mes. Desde el Ayuntamiento informaron entonces que, conforme a los datos obtenidos con los sistemas de vigilancia y los controles efectuados, se había modificado la clasificación del área de riesgo a nivel 4, por encontrarse la trampa donde se recogieron las muestras en un perímetro de 1,5 kilómetros, como establece el ya citado Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores de la Fiebre del Nilo Occidental (FNO) que la Junta puso en marcha en 2021. Por este motivo, una vez analizado el protocolo por el alcalde, Joaquín Villanova, y el concejal de Medio Ambiente, Abel Perea, junto a técnicos, se anuncieron trabajos de fumigación en el entorno del río Guadalhorce, una acción que iría combinada con la limpieza específica y preventiva en acequias de la zona.

• Temas
• Alhaurín de la Torre
• Alhaurín el Grande
• Almargen
• Antequera
• Málaga (Provincia)
• Virus del Nilo