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Con su voto en las elecciones municipales de este domingo, los malagueños dibujaron un mapa político en la provincia donde los pactos volverán a jugar un gran protagonismo, aunque serán menos que hace cuatro años y más claros porque, la aritmética permite alianzas de bipartitos en el bloque del centroizquierda o del centroderecha o con partidos independientes, alejando fórmulas en las que eran necesarios tres o cuatro partidos para garantizar la elección de alcalde. Ciudadanos volverá a tener la llave de la gobernabilidad en las grandes ciudades y en la Diputación de Málaga, donde el PP ha ganado aunque necesitará a los liberales y donde Francisco Salado es la apuesta de los populares para seguir al frente del ente supramunicipal.
Un elemento en el que coinciden las fuentes consultadas por este periódico es que la política de alianzas, fundamentalmente en los grandes municipios, va a venir determinada por las directrices que marquen las direcciones nacionales de los respectivos partidos. En el caso de Ciudadanos, ayer se constituyó el Comité Nacional de Negociación de Gobiernos que definirá las alianzas, mientras que el PSOE celebrará este martes una reunión de su ejecutiva provincial para analizar los datos y cualquier movimiento necesitará el visto bueno de la cúpula regional y federales. Mientras tanto, lo único que hay en la provincia son contactos informales para sondear y tener abiertas las vías de diálogo.
El PP, según fuentes consultadas, encara este proceso de negociaciones con dos ejes fundamentales: la defensa del pacto a la andaluza, de alianza de populares con Ciudadanos y apoyos externos de Vox, que «está funcionando en la Junta y puede dar buenos resultados en los ayuntamientos» y la puesta el valor del momento «histórico para Málaga que no se debe aprovechar» de la confluencia de tres administraciones gobernadas por el mismo partido: Junta, Diputación y principales ayuntamientos de la provincia.
Si en 2015 fueron 29 los ayuntamientos donde no hubo mayorías absolutas en la provincia, en esta ocasión son 24, cinco menos. Se trata de Alcaucín, Algarrobo, Almáchar, Álora, Alozaina, Arenas, Benalmádena, Benamargosa, Cañete la Real, Carratraca, Casabermeja, Cómpeta, Cuevas del Becerro, Humilladero, Málaga, Manilva, Mijas, Moclinejo, Nerja, Rincón, Ronda, Sierra de Yeguas, Torremolinos y Vélez-Málaga.
En el caso de las dieciséis grandes ciudades de la provincia, la mitad (ocho) están abocadas a alianzas o a gobiernos en minoría de la lista más votada por los ciudadanos en las urnas. En Benalmádena, el socialista Víctor Navas, que venció en los comicios y sale reforzado internamente en su partido, puede continuar gobernando si pacta con IU, su socio natural de la izquierda. La coalición liderada por Guzmán Ahumada está dispuesta a sentarse a negociar «pronto», una vez que analice el escenario y las cuestiones que se pueden mejorar, según explicaron fuentes consultadas. Mientras que desde las filas del PSOE, apuntaron que «no tiene por qué ser difícil» llegar a un acuerdo de izquierdas.
En Málaga capital, Francisco de la Torre sólo necesita el apoyo de los dos concejales de Ciudadanos para continuar cuatro años más en la Alcaldía que ocupa desde 2000, aunque en esta ocasión apuesta como mejor fórmula por una entrada de los liberales en el gobierno en lugar de un pacto de investidura como en el último mandato. El único condicionante es que el líder de la formación naranja, Juan Cassá, ha trazado un cordón sanitario para no pactar con el PP mientras mantenga en su lista a Francisco Pomares, concejal de Urbanismo investigado por el caso 'Villas del Arenal'. Sin embargo, según fuentes consultadas, el hecho de que Cassá haya quedado en una posición debilitada tras perder un concejal y varios miles de votos abre una vía a que levante el veto o que la propia dirección nacional le emplace a pactar con los populares. Por el momento, De la Torre y Cassá ya han mantenido los primeros contactos telefónicos.
El líder de la formación naranja también ha hablado con Daniel Pérez, el candidato socialista a la Alcaldía, que obtuvo un buen resultado y refuerza su liderazgo tanto externamente cara a la ciudadanía como internamente en su partido. El dirigente del PSOE se aferra a un último hilo de esperanza para intentar ser alcalde al sostener que el escenario aún está abierto y ningún escenario es descartable dejando abierta la puerta a que pudiera producirse un acuerdo, a priori bastante improbable, entre su partido, Ciudadanos y Adelante Málaga (coalición de Podemos e IU) para desbancar a Francisco de la Torre.
Respecto a Mijas, el escenario político se presenta abierto ya que tanto PP como PSOE podrían gobernar si llegan a acuerdos con Ciudadanos, el partido del actual alcalde, Juan Carlos Maldonado, quien en el último mandato ha gobernado a pesar de ser la tercera fuerza política. Las malas relaciones entre el candidato popular, Ángel Nozal, con Maldonado hacen poco probable el acuerdo por lo que adquiere cuerpo la opción de una alianza entre el socialista Josele Aguilar y Juan Carlos Maldonado. La incógnita es si los socialistas, los segundos más votados, le darían la Alcaldía a los naranjas.
En Nerja, el PP de José Alberto Armijo tiene la opción de pactar o bien con Ciudadanos o con Vox para sumar el concejal que les falta para lograr la mayoría absoluta de once concejales. En el caso de Torremolinos, Margarita del Cid podría recuperar esta histórica Alcaldía para el PP si logra un pacto a la andaluza en el que sume los apoyos de Ciudadanos y Vox.
En Vélez-Málaga la gobernabilidad pasa por los independientes del Grupo Independiente Pro Municipio de Torre del Mar (GIPMTM) que ha visto reforzada su posición política al triplicar sus resultados al pasar de dos a seis ediles. Este grupo puede aliarse con el PP, la formación más votada, para que Francisco Delgado Bonilla recupere la Alcaldía perdida en 2015, aunque las relaciones entre ambos partidos no son buenas o apoyar al socialista Antonio Moreno Ferrer para que continúe como alcalde.
En Rincón de la Victoria y Ronda, los partidos de carácter local tienen la llave de la gobernabilidad. En la Ciudad del Tajo, María de la Paz Fernández (PP) podría volver a la Alcaldía o bien aliándose con Alianza por Ronda, del exregidor Antonio Marín Lara, o pactando con Ciudadanos y Contigo –la formación por la que se presentó la concejala del Partido Andalucista Isabel Barriga–. En el caso de del municipio costero, el popular Francisco Salado puede aliarse con Por mi Pueblo (formación que aglutina a los herederos del PA con los que actualmente gobierna) y Vox para sumar la mayoría absoluta o si no quiere pactar con la formación ultraconservadora lo puede hacer con Ciudadanos. Otra opción es que el PSOE intente gobernar aliándose con Por mi Pueblo, IU y Podemos.
Respecto a la Diputación, aunque aún no hay cifras oficiales por parte del Ministerio del Interior, los datos que manejan los partidos es que el PPobtendría quince diputados, a uno de la mayoría absoluta, y necesitaría a los dos de Ciudadanos; el PSOE lograría doce, uno más que hasta ahora, y Adelante Málaga, dos. La apuesta de los populares es que Francisco Salado, que accedió al cargo el pasado 2 de febrero en sustitución de Elías Bendodo cuando éste fue nombrado consejero de Presidencia de la Junta, continúe al frente del ente supramunicipal.
Este lunes, el propio Bendodo, en su calidad de presidente provincial del PP, afirmó que «tenemos el mejor presidente de la historia de la Diputación ahora mismo y, por tanto, lo puede hacer muy bien en los próximos años, si él quiere».
Durante la rueda de prensa de valoración de los resultados, Salado, también presente en la comparecencia, manifestó que su prioridad es mantener laa Alcaldía de Rincón de la Victoria, aunque se dejó querer para seguir en la Diputación: «Siempre estoy a disposición del partido».
Hay tres ciudades medias (las que tienen entre 5.000 y 20.000 habitantes) donde hay opciones de pactos. En Algarrobo, cuyo alcalde, el socialista Alberto Pérez, fue la lista más votada y ha obtenido seis concejales, los mismos que ha logrado la popular Natacha Rivas por lo que la llave de la gobernabilidad está en José Luis Ruiz Cabezas, el único edil de Ciudadanos. Tras la marcha de José Sánchez, histórico alcalde socialista de Álora, el PSOE perdió la mayoría absoluta –se ha quedado a un sólo escaño– aunque el aspirante Francisco Martínez Subires podría gobernar con el apoyo de Adelante o incluso de Ciudadanos. Mientras que en el caso de Manilva, IU, que concurría en solitario, no en alianza con Podemos, fue el partido más votado aunque una posible alianza del actual alcalde, Mario Jiménez, de Compromiso con Manilva, con el PSOE podría darles el gobierno municipal de esta localidad de la Costa del Sol. En el resto de los municipios pequeños, la casuística dependerá de casa localidad porque más allá de los acuerdos globales de los partidos entran en juego las particularidades de cada uno de ellos donde las relaciones personales entre los candidatos pueden jugar un papel clave a la hora de decantar la balanza de la Alcaldía.
En Alcaucín, gobernado hasta ahora por Ciudadanos, la formación naranja y el PSOE, el más votado, empataron a concejales por lo que la llave de la gobernabildad está en el PP. También los populares pueden ser determinantes en Almáchar donde el alcalde de IU, José Gámez, empató a ediles con el aspirante del PSOE, Antonio Yuste, que fue el más votado. En Arenas, donde IUaccedió a la Alcaldía mediante una moción de censura en el anterior mandato ganó el PP, aunque una alianza de IU y PSOE podría dejarle sin la Alcaldía.
Siguiendo en la comarca de la Axarquía, en Benamargosa, el popular José Gallego perdió la mayoría absoluta y una alianza de PSOE e IU podría arrebatarle la Alcaldía. Mientras que en el caso de Cómpeta, el popular Obdulio Pérez se dejó en las urnas la amplia mayoría heredada de José Luis Torres y puede ser desbancado por un tripartito de PSOE, Por mi Pueblo y Ciudadanos.
En Cañete la Real, el PSOE perdió su tradicional mayoría absoluta abriendo la opción de que un posible pacto de PP y Adelante le arrebate la Alcaldía. También se quedó Adelante sin su hegemonía en Casabermeja, donde un acuerdo de PSOE y PP podría dejar a la coalición de izquierdas sin unos de sus feudos mientras que en Humilladero los socialistas verían amenazado el poder si Adelante y el PPse alían.
En Cuevas del Becerro, el resultado electoral posibilita que Adelante y Más Pueblo puedan reeditar el acuerdo que les llevó a presentar una moción de censura al PSOE el pasado mandato, mientras que en Moclinejo el PP vuelve a depender de Por mi Pueblo para mantener la Alcaldía y en Sierra de Yeguas, Alternativa Local tiene la llave ante ante el empate de PP y PSOE a cinco concejales. En Carratraca, Adelante puede decantar la Alcaldía para el PP o el PSOE y en Alozaina, los socialistas pueden perder el poder si PP y Adelante pactan.
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