«¿A qué mujer de tu familia tendrían que matar para que te preocupe?»

La marcha ya empezaba y, de forma masiva, los mensajes se multiplicaban. Ya por la Alameda Principal, dos amigas de 18 años, María y Natalia, sostenían uno de tantos mensajes reflexivos de la manifestación: «¿A qué mujer de tu familia tendrían que matar para que te preocupe la violencia de género?», se cuestionaban en su pancarta. A mensajes como este acompañaban los cánticos que resonaban durante toda la marcha: «Abolición de la prostitución» o «Sola y borracha quiero llegar a casa».

Mensajes dedicados a madres, padres, amigos o esos familiares que se quedan esperando a recibir el mensaje que confirma que su hija, prima, sobrina, amiga o nieta ha llegado a su destino sin ningún problema. «No quiero mandarles más mensajes así a mis amigas: 'Oye, avísame cuando llegues a casa», sostenía Álex, un joven de Coín. Llegando a la entrada de calle Larios se podía leer otra pancarta relacionada con el tema, una de las más repetidas: «Tranquila, mamá, hoy no voy sola por la calle». Un poco más atrás de este cartel, uno que decía: «Por las que no llegaron».

Detrás de cada cartel, una historia. Detrás de cada historia, una mujer que la ha sufrido. Pancartas de todos los tamaños eran fotografiadas por cualquiera que pasase y le llamase la atención el mensaje. Y es que entre los miles y miles de manifestantes también había miles de carteles con consignas feministas, algunos de los lemas que se pueden ver todos los años, y otros mensajes actualizados. «Feliz va a ser el día que no falte ninguna», «Por todas las mujeres que viven en mi persona», «Las mujeres que se portan bien no hacen historia», «El porno es la teoría, la violación es la práctica» o «A mí también me gustan las mujeres y no las acoso».

A los hombres iban dedicadas gran parte de ellas, como la que decía «Manolo, si mi perro entiende un 'no', tú también» o «No es justo que 'zorro' signifique 'listo', mientras zorra signifique 'puta'». Con estos mensajes y muchos más, Málaga ayer luchó por acabar con la desigualdad de la mujer.