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La mortalidad está cambiando por fin de tendencia después de tres años consecutivos encadenando récords por efecto directo o indirecto de la pandemia. En el ... primer semestre de 2023 se registraron en la provincia de Málaga 7.009 fallecimientos, que son 331 menos de los que hubo que lamentar en el mismo periodo de 2022. El descenso es del 4,5% en términos porcentuales y se debe a la menor mortalidad registrada por causas naturales; concretamente desplome de fallecimientos vinculadas al covid y a los descensos moderados en las enfermedades circulatorias y oncológicas. En cambio, se multiplicaron por dos las causas de muerte no naturales. Especialmente preocupante es el aumento de los suicidios, que se cuadruplicaron.
En los seis primeros meses de 2022, el coronavirus todavía tenía un gran poder letal: fue la causa de muerte más frecuente, con 561 óbitos. En cambio, durante el mismo periodo de este año no estuvo siquiera entre las diez patologías más mortíferas: se lamentaron 120 fallecimientos asociados al coronavirus, un 61% menos.
La misma tendencia se ha registrado a nivel nacional, e incluso más agudizada, pues la bajada de la mortalidad en el primer semestre fue del 6% y las muertes por coronavirus cayeron un 82%.
La abrupta caída de la mortalidad asociada al covid es el cambio más llamativo observado en la estadística 'Defunciones según la causa de muerte', actualizada ayer por el INE. Pero hay otros cambios que también son llamativos. En general, llaman la atención las variaciones que se observan en las cifras de defunciones asociadas a los diferentes grupos de enfermedades.
El grupo de enfermedades que más muertes provocó en el primer semestre de este año fue el de las relacionadas con el corazón y el aparato circulatorio, con 2.005 fallecimientos. Aun así, esta cifra supone una caída del 9% en comparación con la registrada en el mismo periodo de 2022. Es especialmente intensa la reducción de la mortalidad en las enfermedades más letales de este grupo, que alcanza el 25% en los infartos agudos de miocardio (con 226 muertes asociadas); el 17% en los ictus y demás enfermedades cerebrovasculares (con 431 fallecimientos), el 12% en el el capítulo de «otras enfermedades del corazón» (que engloba desde pericarditis, miocarditis y endocarditis a trastornos de las válvulas, con 398 muertes) y el 29% en la arteriosclerosis (con 45 óbitos) . Estos descensos se producen después de los también llamativos aumentos que se registraron en 2022, dando pie a teorías que culpaban a la vacunación contra el covid. Expertos en salud pública apuntaban, en cambio, a posibles consecuencias del colapso sanitario provocado por la pandemia.
El continuado aumento de mortalidad asociada al cáncer también dio una tregua en el primer semestre de este año. Este es el segundo grupo de causas más frecuentes de muerte en Málaga, con 1.754 fallecimientos registrados entre enero y junio. Esta cifra supone un descenso del 4% en comparación con la cifra récord alcanzada en el primer semestre de 2022.
Los tipos de tumores más letales son el de bronquios, traquea o pulmón (con 368 muertes, un 12,8% menos), el de colon (184, con un aumento del 9,5%), el de mama (124, con un aumento del 12,7%), el de páncreas (103, un 15% menos), el de próstata: (86, un 3,6% más) y el de hígado (86, un 16% más). Y aunque no están entre los primeros cánceres por número de defunciones, llama la atención el aumento de mortalidad de los de estómago (38%) y piel (60%).
El mayor incremento entre los grupos de causas de muerte se dio en el de las enfermedades respiratorias: un 25% más que eleva el número de fallecimientos asociados en el primer semestre de 2023 a 731. Como explica el INE, la pandemia «produjo un cambio en el patrón de causas de muerte respecto a años anteriores»: mientras se disparaba el covid, caían las enfermedades del sistema respiratorio. En 2022 estas patologías ya empezaron a subir otra vez y en el primer semestre de este año ese incremento se ha acelerado, aunque como recuerda también el citado organismo, «el número de fallecimientos por esta causa no ha superado al registrado en el periodo prepandémico».
Ejemplos de esta mayor incidencia de las enfermedades respiratorias no vinculadas al covid son los 32 muertes por gripe (cuando en el primer semestre de 2022 hubo sólo 7), las 125 por neumonía (un 25%) o las 293 (un 39% más) por «otras enfermedades» de esta rama.
En las enfermedades vinculadas a la degeneración cerebral asociada a la edad se combinan dos tendencias contrapuestas: aumentan casi un 15% las muertes por «trastornos mentales orgánicos, senil y presenil», hasta las 330, de forma que rebasan al alzhéimer, que experimenta una disminución del 9% y se queda en 259 fallecimientos. Por su parte, otro trastorno relacionado en muchos casos con el envejecimiento, como es la diabetes, incrementó su mortalidad un 7% hasta los 161 casos.
La mortalidad asociada a los nacimientos fue cero en el caso de las madres y se redujo a la mitad en el caso de los bebés (con 7 fallecimientos debidos a afecciones originadas en el periodo perinatal).
Hasta aquí, las buenas noticias. Porque mientras la mortalidad por causas naturales se frenó en Málaga después de tres años al alza, asistimos a un preocupante aumento de suicidios, accidentes, homicidios y otras muertes no naturales. De hecho, estas causas «externas» (como las denomina el INE) se encuentran ya entre los diez primeros grupos de causas tras multiplicarse por más de dos respecto al primer semestre de 2022 (de 102 se ha pasado a 223 casos).
Especialmente dramático es el aumento de suicidios. Durante el primer semestre se quitaron la vida 69 personas en la provincia, cuatro veces más que en el mismo periodo de 2022. Además, ya en el ejercicio completo de 2022 se había producido un incremento del 3,7%.
En la primera mitad del año también se incrementaron, en un 131%, las muertes provocadas por caídas accidentales, hasta alcanzar las 67. Los homicidios se cuadruplicaron, pasando de 2 a 8. Los envenenamientos accidentales por psicofármacos y drogas de abuso estuvieron cerca de duplicarse (de 9 a 16). Y los accidentes de tráfico aumentaron un 27%, registrándose 19 víctimas mortales. Además, perdieron la vida seis personas en incendios, cuando en el periodo comparable de 2022 no hubo ninguna muerte de este tipo. Respecto a los ahogamientos, no hay apenas variación interanual, con 17 defunciones registradas entre enero y junio.
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