Aquel mitin de la reaparición de Anguita en Málaga

El 18 de marzo de 2015 fue miércoles y faltaban cuatro días para la celebración de las elecciones andaluzas que ganaría Susana Díaz. Pero aquella jornada de hace poco más de un quinquenio ya forma parte de la historia política de Andalucía en general y de Málaga en particular. Aquella tarde, el Palacio de Ferias y Congresos de la capital se quedó pequeño para asistir a un acto revestido con las galas de los hechos importantes. Tras quince años alejado de los mítines de IU, Julio Anguita volvió a participar en uno y lo hizo a lo grande. Como esos añorados toreros que vuelven a los ruedos, su reaparición en un mitin levantó una expectación inusitada y congregó a unas 3.000 personas, que aguardaron cola pacientemente para poder asistir al acto; apenas un millar pudieron seguir su intervención en la sala principal, el resto lo tuvo que hacer en una adyacente y a través de la pantalla de televisión instalada en el vestíbulo.

Eran aquellas unas elecciones cruciales para IU. La coalición de izquierdas presentaba por primera vez como candidato a presidir la Junta al profesor Antonio Maíllo tras haberse roto el pacto de gobierno que tenían con el PSOE; Alberto Garzón estaba a punto de hacerse con las riendas de Izquierda Unida; y, sobre todo, la irrupción de Podemos, disputando el mismo espacio ideológico de IU ponía en peligro sus expectativas electorales. En ese contexto, Anguita volvió a aparecer en escena como el particular 'Mesías Rojo', el profeta venerado por la izquierda alternativa desde sus tiempos como alcalde de Córdoba, líder de IU y azote de los poderosos. Un referente político para millares de malagueños y oriundos de otras provincias que aquella tarde en puertas de la primavera no quisieron perderse la 'aparición' del ídolo ante el atril mitinero.

Con una atronadora ovación de un público enardecido, entre un mar de banderas de IU y de la Segunda República y con los cánticos: '¡Aquí está la izquierda de verdad!' y 'España, mañana será republicana', Julio Anguita hizo su entrada triunfal vestido con un pantalón vaquero, camisa color claro y una americana negra. «Por un momento habéis tenido la virtud de haberme hecho sentir más joven». Esa fue la primera frase pronunciada por el excoordinador general de IU y con la que terminó de ganarse a la concurrencia.

Fue el prólogo de una intervención en la que dejó constancia de la gran oratoria que siempre atesoró y de la fidelidad y la honestidad a sus principios y valores. En su discurso de aquella jornada intercaló su diagnóstico sobre la situación de turbulencia e incertidumbre política del país, que aquel año encaraba un ciclo electoral, con nuevos partidos en el tablero político y una profunda crisis del bipartidismo provocada por la crisis económica y sus efectos, con las recetas para encarar el futuro. Allí ya abogó por tender puentes con Podemos, un movimiento estratégico que fructificaría meses después y que provocó una profunda crisis dentro de IU, y con otras organizaciones sociales para lograr «la unidad popular».

La aparición de Anguita en aquella campaña electoral fue un chute de moral para Izquierda Unida en unos tiempos complicados para la coalición. Nadie podía prever entonces los acontecimientos que en los últimos años han marcado la política española y el devenir de los acontecimientos. Pero aquel fue el último gran mitin que protagonizó en Málaga Julio Anguita, quien tres años después volvió a la capital de la Costa del Sol para impartir una conferencia dentro del XI Seminario de Economía Crítica en la Facultad de Económicas. Pero entonces ya todo era distinto y nada tenía que ver con aquel acto del 18 de marzo de 2015 en el Palacio de Ferias, el día en que el 'Califa Rojo' volvió al ruedo de los mítines electorales.