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Izquierda Unida (IU) se encuentra en un momento crucial para determinar su futuro como partido político. Hasta este domingo, los militantes que pagan cuota (no la figura del simpatizante) están llamados a elegir al sucesor de Alberto Garzón, que dejó la coordinación general el pasado mes de noviembre. En Málaga, el censo fija que hay unas 768 personas con derecho a voto. La dirección provincial, encabezada por Toni Morillas, confía en una participación amplia. La votación telemática está abierta desde principios de semana. Este sábado y domingo se han puesto las urnas en las sedes de IU para facilitar el voto presencial. Las urnas se cierran este domingo y, según se ha explicado a SUR, los resultados se conocerán el lunes.
La candidatura que parte con más respaldo en Málaga es la encabezada por Antonio Maíllo. El exlíder de IU en Andalucía ha vuelto a la primera línea para optar a ser coordinador general. Un salto con el que pretende devolver protagonismo a IU, hacer valer el peso de la formación en posibles confluencias, y estrechar de nuevo el contacto con las bases. En total, se han presentado cuatro candidaturas. Una de ellas está encabezada por la ministra de Juventud, Sira Rego. En un principio, el coordinar general saldrá de este 'duelo'.
Este sábado, la coordinadora provincial, Toni Morillas, y el coordinador regional de IU, Toni Valero, ambos malagueños, han acudido a la sede que tiene IU en la capital para depositar su voto. Los dos apoyan a Maíllo y, después de depositar el voto en urna, atendieron a los medios de comunicación. «Está siendo un proceso ejemplar. La base está participando e IU está demostrando el enorme arraigo territorial que tiene en Andalucía», aseguró Valero. A nivel regional, se han puesto 153 mesas electorales. La facción andaluza de IU es la de más peso a nivel nacional.
Morillas se expresó en una línea similar. «Estamos muy contentas. Llevamos meses con un proceso de deliberación en el que la militancia y los simpatizantes han participado de manera activa. Ahora culminamos con un proceso que ha discurrido de manera ejemplar», dijo. Además, señaló que de «este proceso participativo la organización va a salir reforzada», subrayó.
El regreso a la política en primera línea de Maíllo se produce en un contexto complejo para IU. Una formación en busca de su espacio propio para no diluirse en Sumar y afligida de cierta melancolía de tiempos pasados. Las situaciones complicadas no le son ajenas a Maíllo. Salvó a IU de la desaparición en Andalucía, en plena efervescencia de Podemos, cuando la mayoría daba al partido por muerto. Ahora quiere revitalizar a IU a nivel nacional y hacer valer, precisamente, esa implantación territorial que la formación de izquierdas sí tiene. Algo de lo que carecen Podemos o Sumar.
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