Las medidas de Luis Planas dividen al campo malagueño

El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, considera que el tiempo de protestas ya debía dar paso a medidas palpables para los profesionales del campo. En UPA creen que las últimas acciones de protesta ya habían mostrado que las movilizaciones se estaban desinflando y que el sector se arriesgaba a perder las concesiones que ahora está dispuesto a hacer el Gobierno central, a través del Ministerio de Agricultura. «Como representantes del sector no podíamos permitir que no se firme este acuerdo por el riesgo de que muchos de esos puntos que aquí se abordar pueden caer. Creíamos que teníamos que dar el paso y esperamos que el resto de organizaciones se sumen pronto», explicó Ramos.

Ese tiempo de espera ha concluido. Sin embargo, de manera contraria a la esperada por Ramos. Tanto Asaja y COAG han decidido declinar las propuestas de Planas por lo que el Gobierno no puede dar por concluida la crisis del campo, que se inició allá por el mes de febrero, con las movilizaciones de los agricultores que, en un principio, se organizaron a través de grupos de WhatsApp. Unas protestas que luego fueron canalizadas por las asociaciones agrarias.

Asaja argumenta su 'no' a las medidas de Planas en que son «insuficientes». La organización estima que se ha olvidado a la ganadería y que «tampoco» se ofrecen soluciones a los «problemas estructurales» del sector, como la «falta de soluciones» para el problema del agua o la demandada revisión del actual sistema de seguros agrarios.

Por parte de COAG, se apunta a una «perdida de confianza» en Planas, por lo que la organización que en Málaga preside Antonio Rodríguez tampoco se suma, por ahora. En este escenario, la unidad que alcanzaron las asociaciones para liderar las protestas del sector se ha fracturado.