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Luciano Ceballos, uno de los cirujanos malagueños que está operando a pacientes en Bangladesh. SUR
Cirugía en los márgenes: médicos malagueños salvan vidas en Bangladesh

Cirugía en los márgenes: médicos malagueños salvan vidas en Bangladesh

Un equipo de sanitarios malagueños se encuentra en Khulna, donde atienden a personas sin acceso a la sanidad: «Agradecen cualquier gesto, por mínimo que sea»

Martes, 25 de marzo 2025, 00:28

Bangladesh ya ha sido varias cosas a lo largo de la historia. Después de su separación de Pakistán en 1971, fue sinónimo de la pobreza más absoluta. El país era considerado un claro caso perdido para los expertos en materia de desarrollo. Luego, con el fin de la dictadura militar en 1990, se convirtió en un ejemplo de democratización floreciente y de milagro económico gracias a la creación de la industria textil. Eran los tiempos del famoso 'made in Bangladesh'.

El pasado más reciente, sin embargo, ha convertido a Bangladesh un prototipo de cómo dar nuevo pasos atrás. Las consecuencias son muchas. Si se pone el foco en el sistema sanitario, se puede decir que es deficiente. O dicho de otra manera: existe solo para una élite muy reducida que sí tiene acceso a los mejores tratamientos y a la tecnología más puntera.

Khulna es una ciudad de Bangladesh con más de un millón de habitantes. Uno de los territorios con más densidad de población del planeta. Está a escasos 200 kilómetros de Dhaka, la capital del país. El viaje de Daca hasta Khulna, no obstante, dura más de cuatro horas. El término distancia adquiere otro relieve cuando no hay una red de carreteras digna de mención. Turistas al uso no llegan hasta aquí. Si acaso, ese perfil de viajeros interesado en vivir experiencias fuera de los circuitos habituales.

José Luis Mulero, 45 años, es anestesista en el Hospital Regional de Málaga. Un profesional de la sanidad debería ser varias cosas para poder llamarse médico. Ahí está el conocimiento, el tener buenas manos y, quién sabe si no lo más importante, ser empático. Este rondeño reúne las tres cualidades. Por ello, no es de extrañar que hace dos días se encontrara en el aeropuerto de Málaga, con otros ocho compañeros, listos para embarcar a un vuelo dirección a Estambul. De ahí a Daca y, parada final, en Khulna. El objetivo: operar durante 16 días a personas de la población más necesitada.

Por cada día que pasa, se realizarán unas diez operaciones. Algunas están programadas de antemano. En un trabajo logístico previo, COSA (Cooperación Sanitaria), así se llama el grupo que organiza esta misión humanitaria, ha seleccionado a casos concretos en un trabajo conjunto con los misioneros de la orden los Javerinos, que trabajan sobre el terreno, en el Hospital Santa María de Khulna. COSA, a su vez, está bajo el paraguas de Misioneros de la Paz, aunque cuenta con total independencia. A las operaciones programadas, se suman siempre algunas que surgen sobre la marcha. Cuando se corre la voz de que hay médicos europeos operando, se suman nuevos pacientes.

Más imágenes del equipo de los médicos malagueños que operan en Bangladesh. SUR
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¿Qué lleva a alguien a emprender un viaje tan complicado? ¿Es por pena? ¿Es vocación? ¿Acaso es una especie de revelación? Jose Luis Mulero contesta en una conversación telefónica con SUR. «Pienso que en el ADN de un sanitario, en mi caso hablando como médico, está el aliviar, mejorar, formar y curar la salud en otros países que no tienen tanta suerte como nosotros», detalla.

José Luis Mulero y el resto de sanitarias llegan a donde no llegan las autoridades del país. El concepto de sanidad pública como existe en Europa es aquí lo más parecido a una fantasía. Diez, once o doce horas diarias. «Hemos sido acogidos de manera muy cariñosa, amable y agradecida por parte de cualquier bengalí. Agradecen cualquier gesto hacia ellos, por mínimo que sea, y eso nos reconforta tanto a ellos como a nosotros. En principio, no está siendo nada complicado porque, ante cualquier adversidad, se unen las fuerzas de todos y siempre solucionamos el problema», detalla las sensaciones que albergan los sanitarios malagueños.

Crear cantera

Las patologías más tratadas son hernias y problemas con la garganta o el oído. Además de cirujanos, el equipo está compuesto también por otorrinos y un médico residente. Carlos Vara, que coordina esta campaña, explica la razón: «Se trata de crear cantera. Este año tenemos médicos que se jubilan».

Uno de estos 'veteranos' es Luciano Ceballos. Lidera al equipo de cirujanos y tiene un currículum tan amplio como apabullante. Tanto en el Hospital Regional como en las muchas campañas sanitarias en países del tercer mundo en las que ha participado.

No solo es la logística. Tampoco son únicamente las barreras del idioma. Hay una enorme complejidad detrás de estas misiones. Imaginar un quirófano en Bangladesh como algo similar a uno en Europa es una distorsión de la realidad. ¿Qué es diferente? Todo. El equipo parte de Málaga con mucha maquinaria propia. Puede que las paredes del quirófano no sean las más blancas, pero la seguridad está garantizada. El equipo trata a los bengalís como un paciente de aquí.

Por delante quedan dos semanas intensas. Cuando estos profesionales vuelvan a Málaga, se habrán redefinido muchas cosas para los pacientes que han pasado por sus manos. El más importante: la salud.

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