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Hace unos días, saltó la polémica en Andalucía tras la firma de un acuerdo entre el Consejo Andaluz de Colegios de Farmacia (CACOF) y el Servicio Andaluz de Salud (SAS), lo que provocó una división entre los farmacéuticos andaluces, a pesar de que dicho pacto ... se ha llevado con el voto afirmativo de los ocho colegios profesionales de la comunidad autónoma.
En concreto, ambas instituciones han firmado una adenda –que consiste en una modificación del actual convenio por el que se fijan las condiciones para la ejecución de la prestación farmacéutica a través de las oficinas de farmacia de Andalucía– para conseguir, por un lado, la «promoción de la dispensación de medicamentos genéricos» en las oficinas de farmacia cuando se prescriba por principio activo y, por otro, la «colaboración y contribución» de las oficinas de farmacia a la sostenibilidad de la prestación farmacéutica en Andalucía, mediante una aportación económica sobre el consumo de este tipo de medicamento. A ello se suma además que las empresas que fabrican genéricos deberán entregar a la administración el 10 por ciento de su facturación por la venta de este tipo de medicamentos.
Sin embargo, y más allá de este asunto en cuestión, el tema de los genéricos lleva varios años en el debate público, aunque los médicos defienden su uso. Así, desde el Colegio de Médicos de Málaga recuerdan que los medicamentos genéricos son fármacos que tienen las mismas características que los de marca y que se comienzan a comercializar una vez caduca la patente. Están regulados a través de la Ley 29/2006, de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios, que define como genérico «todo medicamento que tenga la misma composición cualitativa y cuantitativa en principios activos y la misma forma farmacéutica, y cuya bioequivalencia con el medicamento de referencia haya sido demostrada por estudios adecuados de biodisponibilidad».
Fuentes oficiales del Colegio añaden que esta Ley regula los genéricos en nuestro país, pero que también existe el Real Decreto 1345/2007, de 11 de octubre, que establece el procedimiento de autorización, registro y condiciones de dispensación de los medicamentos de uso humano fabricados industrialmente.
Desde el Colegio de Médicos de Málaga reconocen que los medicamentos genéricos suponen una medida encaminada a la «sostenibilidad del sistema sanitario». La institución colegial aboga por la libertad de prescripción, pero recalcan que siempre encontrando el «equilibrio» para que se pueda mantener la mencionada sostenibilidad.
Además, estas mismas fuentes agregan que los medicamentos genéricos son fármacos «seguros, regulados y sometidos a control» por la Agencia Española del Medicamento que, cuando detecta alguna anomalía, los retira inmediatamente del mercado. Para la corporación médica, en sus inicios los pacientes eran «reticentes» pues estaban acostumbrados a una marca, formato y color concreto de su tratamiento pero consideran que con los años se han familiarizado a los genéricos «sin problema».
Seguridad de los pacientes
Precisamente, según el CACOF y el SAS, que hace unos días emitieron un comunicado conjunto, este acuerdo, valorado por ambas partes como «necesario para ahondar en la seguridad de los pacientes», incluye medidas para promocionar los medicamentos genéricos, como el diseño y distribución de cartelería informativa dirigida a las personas usuarias sobre las ventajas de estos medicamentos –al poder identificar fácilmente el medicamento, evitando confusiones y posibles duplicidades terapéuticas–, que se expondrán en las oficinas de farmacia y en otros formatos digitales, y la formación a profesionales de las oficinas de farmacia sobre de estos medicamentos y la importancia de la sensibilización de los pacientes para la aceptación de la dispensación de genéricos.
«Andalucía es pionera y líder a nivel nacional en prescripción por principio activo. Gracias a esta forma de receta, se contribuye al conocimiento de los medicamentos por los pacientes y a una utilización más segura», señala dicho comunicado. Esto evita, según sostienen, la «sobredosificación» provocada por la toma de un medicamento con el mismo principio activo pero con distinto nombre comercial. En términos específicos, el medicamento genérico es aquel con la misma composición en principios activos (que son los que producen el efecto terapéutico) y la misma forma farmacéutica (comprimidos, sobres, jarabe) que la marca original y además es «bioequivalente» con ella.
Para el SAS, la prescripción por principio activo y el uso de genéricos permite «proveer a profesionales y pacientes de una terminología común, que permita el reconocimiento inequívoco de los medicamentos».
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