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La mayoría de los grandes hechos de la historia son fruto de la suma de muchas cosas. De las capacidades y del interés, claro. Pero a veces también de la suerte y de la casualidad. La llegada del IMEC (siglas en inglés para Centro Interuniversitario de Microelectrónica) a Málaga es, precisamente, la combinación de una serie de factores que tienen un nexo común: la figura de Mario Nemirovsky. El ingeniero de origen argentino responsable de microelectrónica en el Instituto Ricardo Valle de Innovación (Innova IRV) estuvo este jueves en el programa de La Alameda de 101Tv que presenta el director de SUR, Manolo Castillo, lugar que aprovechó para exponer uno de los mayores beneficios de la llegada del instituto, la atracción que ello supondrá para las grandes empresas.
Para entender por qué es tan relevante el IMEC (hay que recordar que cuenta con una inversión de más de 600 millones de euros), primero hay que saber en qué consiste. Esta fue la primera tesis que planteó Nemirovsky, que matizó que en realidad el IMEC de Málaga no fabricaría como tal los microchips, «sino que se encargará de estudiarlos».
Línea especializada
En concreto, en Málaga se establecerá una línea especializada de tecnología de chips que complementará la que ya tiene el organismo en Lovaina (Bélgica) con el empleo de nuevos procesos. El objetivo final es que esta tecnología que se desarrollará en Málaga impulse nuevas aplicaciones en la atención médica, en la detección de precisión, en las ciencias biológicas, la fotónica o la realidad aumentada y virtual, además de en la industria del automóvil, para alimentar de chips al coche eléctrico.
Y es precisamente por ello por la que el centro de Málaga es tan relevante. «Todos los que trabajan con semiconductores necesitan estar cerca de las investigaciones. En realidad funciona como un panel de abejas», sostuvo el ingeniero que matizó que no es tanto lo que genera el IMEC por sí mismo, sino el hecho de que todas las compañías querrán estar cerca. «Será un polo de atracción para las grandes empresas», recalcó Nemirovsky.
El responsable de Innova IRV recuerda que el principal factor que ha permitido la llegada del IMEC a Málaga -que necesitará de «cientos de trabajadores» de áreas como la ingeniería, la física o la química- fue la unión entre la UMA, «el interés del alcalde», y por ende del Ayuntamiento, la Junta y el Gobierno centro. «Fue bastante único ver que todos estaban de acuerdo», defendió. «Málaga no estaba preparada, pero se movió y se preparó para ello. Unidos podemos hacer muchísimo», sentenció el ingeniero.
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