Mantener las carreteras estatales de Málaga costará casi 40 millones en tres años

Y todo ello, en un contexto de grave saturación de buena parte de la red principal, especialmente en la A-7, tanto en la zona oriental como occidental, donde es urgente activar alternativas contundentes para ampliar su capacidad a corto plazo.

Pero mientras estas obras llegan, también es necesario mantener la deficitaria red existente. Según ha podido saber este periódico, el Consejo de Ministros tiene previsto autorizar hoy la licitación de este esperado contrato, con un presupuesto base de 38,8 millones (IVA aparte), por el cuál una o varias empresas asumirán el cuidado de un total de 163 kilómetros de carreteras, de lo que la inmensa mayoría (147) son autovías.

Además, la adjudicataria asumirá la vigilancia y atención de los accidentes; la vialidad invernal (tratamientos especiales en caso de lluvia intensa o nieve); el control de los túneles y las comunicaciones y el mantenimiento de las instalaciones.

Como novedad, el nuevo contrato incluye una actuación específica para rehabilitar el firme de la A-7, entre Miraflores de El Palo, en Málaga, y Torre del Mar (Vélez-Málaga), desde el km 953 (Axarquía) al 978 (capital). Estas tareas se tendrán que realizar en horario nocturno, como se viene haciendo habitualmente, para no afectar más todavía a la circulación, que se llega a colapsar en las horas punta, sobre todo de la mañana.

Aunque el plazo inicial será de tres años, existe la posibilidad, por acuerdo entre las partes, de una prórroga de dos años, y otra adicional de un máximo de nueve meses. Entre las carreteras incluidas en el programa están la autovía A-45, desde el km 81 (límite con la provincia de Córdoba) al km 142,6 (en Málaga); y la A-7, desde el km 922,5 (límite con la provincia de Granada) al km 983,7 (en Málaga). A estas, se añaden varios tramos de las carreteras N-331 y N-340.

Las fuentes consultadas explican que esta licitación seguirá el modelo de «contratos mixtos» (servicios y obra) para la ejecución de operaciones de conservación y explotación, como un plan integral de movilidad al usuario, que mejora el estado de la carretera y de la red y optimiza los recursos públicos. Entre los servicios previstos se incluye la información sobre el estado y la programación; la ayuda a la explotación y estudios de seguridad vial; junto con el mantenimiento de los elementos de la carretera.

En cuanto a la estrategia de reducción de emisiones y mejora de la eficiencia energética, se han introducido una serie de novedades en los pliegos, tales como la promoción del autoconsumo, sistemas renovables de calefacción, medidas de ahorro energético en la iluminación y la implantación de vehículos eléctricos. A ello, se añaden criterios de mitigación y compensación de la huella de carbono.

De este modo, las empresas podrán incluir como mejora puntuable en sus ofertas la presentación de un plan de descarbonización con el propósito de alcanzar el balance neutro de carbono a los cinco años desde el inicio del contrato. La compensación se podrá realizar a través de proyectos recogidos en el Registro de Huella de Carbono, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica; o bien, mediante otras opciones.