Manifestación del 1 de mayo

Sindicatos y partidos de izquierda claman en Málaga por la subida de salarios en un ambiente preelectoral

Con un recuerdo para la trabajadora marroquí fallecida esta mañana en un accidente de autobús en Almonte (Huelva) arrancaban sus declaraciones los secretarios provinciales de CC OO y UGT, Fernando Cubillo y Soledad Ruiz. «No puede haber peor noticia en un Primero de Mayo», afirmaba Cubillo tras la pancarta de cabecera de la manifestación, para a continuación plantear que es «el momento de un gran pacto con empresarios y administraciones públicas para hablar de reparto de beneficios, de fiscalidad y de salarios».

Cubillo pedía a la patronal que se implique en la firma «por arriba» de un quinto acuerdo nacional de negociación colectiva, un «pacto de rentas» que «facilite por abajo» los acuerdos en las empresas. «Más de 535 empresas están en conflictividad laboral en Málaga por sus convenios colectivos», recordaba, advirtiendo a la patronal que presionarán «todo lo que haga falta» para conseguir subidas sustanciales de salarios que compensen la pérdida de poder adquisitivo de la clase trabajadora. «Concentración, movilización y huelga si hace falta».

«Sin presión no hay acuerdos», le daba la razón Soledad Ruiz, que criticaba que los empresarios «no se quieren sentar a negociar para subir salarios». Cubillo iba más allá al plantear que, si la patronal no accede a un acuerdo, el Gobierno «puede y debe legislar para que los beneficios empresariales lleguen al conjunto de la población».

PSOE, IU y Podemos, por su parte, aprovechaban la ocasión para arrimar el ascua a su sardina y sacar pecho de las medidas aprobadas por el Gobierno de coalición: subida del salario mínimo, subida de pensiones conforme a IPC y reforma laboral. «Es un día para reivindicar y también para reconocer que el gobierno de izquierda progresista da respuesta a las necesidades de los trabajadores», proclamaba el candidato socialista a la Alcaldía de Málaga, Dani Pérez, que encabezaba una nutrida delegación socialista en la manifestación.

Toni Morillas, la candidata de la confluencia encabezada por Izquierda Unida y Podemos al Ayuntamiento de Málaga, también lanzaba loas al Gobierno central: «La gente sabe que cuando gobernamos, tenemos claro de qué lado estamos». En las próximas elecciones municipales, añadía, estarán «en disputa dos modelos: el de la especulación y la avaricia de unos pocos o uno que sitúe la redistribución de los beneficios que deja el sector turístico para la mayoría social, en forma de mejora de condiciones laborales y de los servicios públicos». Para Morillas, la riqueza que genera el turismo en Málaga «no se está traduciendo en una mejora de las condiciones de la gente».

El portavoz de Podemos en el Ayuntamiento y número 2 en la coalición a la izquierda del PSOE, Nicolás Sguiglia, afirmaba que Málaga tiene «un alcalde que gobierna para la Málaga que especula» y lo que necesita es «una alcaldesa que gobierne para la Málaga que trabaja». Y añadía dos reivindicaciones más a las oficiales de la manifestación de «subir salarios y bajar precios»: «políticas públicas para facilitar el acceso a la vivienda y políticas públicas dirigidas a la juventud». También ha tomado la palabra Toni Valero, coordinador de IU en Andalucía, para arremeter contra el presidente de la Junta: «Que aprenda Moreno Bonilla del Gobierno, que ha subido un 47% el SMI y las pensiones conforme al IPC. En cambio, él mira para otro lado y deja que sea el mercado intervenga. Y el mercado interviene, pero en favor de los más poderosos», criticaba.

Con este marcado protagonismo de los partidos de izquierda, que han aportado su músculo a una manifestación que al principio parecía menos numerosa que otros años pero después ha ido creciéndose, ha discurrido un Primero de Mayo festivo y tranquilo. No obstante, se ha producido un pequeño incidente que momentáneamente ha perturbado la paz del 1 de Mayo. Al poco de empezar, cuando todavía iba por Alameda de Colón, un pequeño grupo de personas que portaba una pancarta de Hacer Nación ha intentado introducirse en la marcha y ha empezado a ser increpado por los manifestantes, con gritos de «Fuera fascistas de nuestras calles». La Policía Nacional les ha invitado a apartarse y el conflicto no ha pasado a mayores.

Por lo demás, la marcha del Primero de Mayo ha discurrido con ambiente relajado (se nota cuando no hay un Gobierno contra el que manifestarse) y animada por los grandes 'hits' de las manifestaciones de izquierda: 'Bella Ciao', que sonaba en bucle en el bloque de Podemos; 'El vals del obrero'; 'Tranquilo majete'... para terminar, en la plaza de la Constitución y tras las arengas finales de Fernando Cubillo y Soledad Ruiz, con 'La internacional'. Los turistas, móvil en mano, retrataban la reivindicación obrera como un 'souvenir' más de su viaje a Málaga.