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«Pleno empleo, menos jornada y mejores salarios» era el lema consensuado hace semanas por UGT y CC OO para la manifestación del 1 de mayo de este año. En un momento de récord de cotizantes y con una coalición progresista en el gobierno, los ... sindicatos querían incidir en la necesidad de seguir subiendo los sueldos y de avanzar en derechos laborales y en conciliación. Pero era imposible ignorar lo que ha pasado en España en la última semana. El periodo de reflexión de Sánchez y su decisión de continuar en el cargo para emprender una batalla por la «regeneración democrática» y contra la «maquinaria del fango» ha condicionado la tradicional marcha del Día Internacional de los Trabajadores en Málaga, dándole un fuerte acento político. Los mensajes a favor de una «política limpia» y contra la «ofensiva de las derechas» han compartido protagonismo con las clásicas reivindicaciones laborales y sociales. De hecho, la efervescencia política del momento ha podido tener su influencia en la nutrida asistencia a la marcha, a pesar de la lluvia y el viento que hacían augurar lo contrario. Al menos 5.000 personas (8.000 según los convocantes y 1.300 según la Policía Nacional) han participado en la manifestación, que ha recorrido la Alameda de Colón, la Alameda Principal y la calle Larios entre las 11.00 y las 12.30 horas de forma pacífica y sin incidentes, culminando en la plaza de la Constitución con las arengas de los secretarios provinciales de CC OO y UGT, Fernando Cubillo y Soledad Ruiz.
Cubillo se traía la batalla por la «regeneración democrática» a su terreno, avisando al Gobierno de que esa «agenda» tiene que ser también de regeneración «económica y laboral» y tiene «que llegar al conjunto de la sociedad, a quienes trabajan y se levantan día a día para hacer de este país un gran país». El secretario provincial de CC OO aludía a los «excedentes empresariales de los últimos cinco años, equivalentes a más de 311.000 millones de euros» para defender que es posible «mejorar el empleo, reducir la jornada de trabajo y mejorar los salarios». Acercando el discurso al territorio, Cubillo alertaba de que Málaga, «a pesar del crecimiento que estamos teniendo, se está quedando atrás en términos salariales del conjunto de España y tiene una alta tasa de parcialidad y de contratos temporales». «Podemos llegar al pleno empleo en la provincia de Málaga. No es una locura. Porque todo el empleo que se crea en nuestra provincia se lo quedan personas que no residen aquí; y eso es por falta de formación; por falta de políticas activas de empleo; por la falta de inversión del Gobierno andaluz en formación para el empleo, en formación profesional pública y en la recualificación de las trabajadoras y de los trabajadores».
Soledad Ruiz, por su parte, recordaba que hoy justamente se cumplen 105 años desde que se limitó por ley la jornada laboral a ocho horas y «creemos que ya es momento de exigir una reducción de jornada con salarios dignos». También es el momento, dada la buena marcha de la economía de «reivindicar el pleno empleo», que «es posible; no es una utopía». Pero para luchar por todos estos avances, advertía, «necesitamos una política limpia, útil, digna, con la verdad por delante, sin fango, que sirva a las necesidades de los ciudadanos».
En sus discursos, ambos líderes sindicales han agradecido la labor de los más de 7.000 delegados de ambas formaciones que representan a los trabajadores en empresas y administraciones públicas de la provincia de Málaga. De delegados y pensionistas se nutría en buena medida la manifestación. «Sí, hay muchos jubilados, como ves. Estos jubilados son los que consiguieron, con su lucha, los derechos que hoy estamos perdiendo», defendía Julia, una delegada de CC OO, mientras caminaba bandera en mano. Ella, afirmaba, cumple con la cita todos los años y no se siente condicionada por la convulsa actualidad política.
Los que sí aludían directamente a Pedro Sánchez eran los socialistas malagueños, cuya presencia este año era especialmente numerosa y que portaban una pancarta «en defensa de la democracia» porque, según su secretario provincial, Dani Pérez, «está en riesgo». «Frente a los bulos, frente a la manipulación, frente a las mentiras que está llevando a cabo la derecha, con el Partido Popular y la extrema derecha, en estos momentos tenemos que salir a la calle con más fuerza, con nuestro presidente Pedro Sánchez a la cabeza para defender la democracia».
En la manifestación también se han visto pancartas de Izquierda Unida, Podemos, el Partido Comunista de los Trabajadores de España y Sumar, además de otras formaciones sindicales progresistas como Ustea y la Hermandad Obrera de Acción Católica. «A pesar de la lluvia, la gente se ha movilizado. Venimos con espíritu combativo porque estamos en un contexto donde la derecha está intentando desestabilizar el país y la democracia. Y el planteamiento que queremos hacer en este 1 de mayo es que frente a esa ofensiva reaccionaria de la derecha, lo que hay que hacer es pisar el acelerador de los derechos y de un proyecto democratizador de país», afirmaba Toni Morillas, coordinadora provincial de IU y portavoz del grupo municipal Con Málaga. Es momento, en su opinión de «abordar la reducción de la jornada laboral y el reconocimiento de toda una generación de derechos de conciliación corresponsable para que los trabajadores y las trabajadoras, podamos disponer de tiempo para cuidar y para cuidarnos; de tiempo para vivir».
Y dentro del 1 de mayo hay «muchos 1 de mayo», recordaba Fernando Cubillo en referencia a la lucha de colectivos concretos afectados por conflictos laborales. Es el caso de los trabajadores de CIO Mijas, los de RecordGo, los de Catsa, los del Ayuntamiento de Mijas, los monitores escolares y los monitores deportivos de la UMA, que han tenido un protagonismo especial en esta jornada reivindicativa.
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