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Para Romina y Albano el asunto empezaba por cogerse las manos e irse muy lejos; a Loquillo le bastaba un camión y Lichis de La Cabra Mecánica se preguntaba vete tú a saber dónde se mete la Felicidad cuando sale sola a bailar y se ... le olvida que le quiere. Hasta la Declaración de Independencia de Estados Unidos, escrita hace casi 250 años, establece como uno de los derechos de sus habitantes «la búsqueda de la felicidad». En busca de esa dicha -o mejor, de los motivos de la misma- han salido los especialistas del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) y los resultados resultan llamativos.
Porque a los malagueños parece hacerle mucho (pero mucho) más felices la familia que su pareja. En concreto, a la pregunta sobre los motivos de su bienestar planteada por el IECA, el 91,7% de los vecinos de la provincia responde que esa dicha se debe a las relaciones con la familia, mientras que ese porcentaje cae hasta el 36,7% en el caso de las relaciones «afectivas o de pareja». Además, el estudio ofrece sugerentes diferencias por sexo: porque las malagueñas se muestran más contentas con sus familias que los malagueños (un 93,7% frente al 89,6% masculino), mientras que ellos parecen -de media- más a gusto con la pareja (un 39,8% frente al 33,8% femenino).
La importancia que los malagueños dan a la familia en la fórmula de su felicidad está una décima por encima de la media andaluza (situada en el 91,6%) y se coloca como la tercera provincia de la región con ese promedio más alto, sólo por detrás de Córdoba (93,4%) y Sevilla (92,8%). Del otro lado de la balanza, la trascendencia que las relaciones de pareja tienen para la felicidad de los malagueños está en la zona media andaluza, por encima de los datos registrados en Cádiz (35%), Jaén (35,4%) y Córdoba (36,1%).
«La familia en España es súper relevante a la hora de medir la felicidad de las personas, tanto para la gente que vive, sola como para los que tienen hijos», ofrece el catedrático de Psicología y fundador del Laboratorio de Emociones y del máster en Inteligencia Emocional de la Universidad de Málaga (UMA), Pablo Fernández Berrocal. «A la hora de responder a una encuesta como esta, todo depende de la circunstancia de cada cual, pero una característica común es que la familia está entre los factores más más importantes para la inmensa mayoría de las personas», acota el investigador, señalado por la Universidad de Stanford como uno de los 50 especialistas de la UMA entre los expertos más influyentes del mundo.
Fernández Berrocal recuerda que estudios globales como el World Happiness Index abundan en la importancia del apoyo social como una de las variables más importantes a la hora de encontrar el bienestar emocional y, acto seguido, abre una puerta que promete un mayor recorrido: «Conozco muchos casos de familias, sobre todo con hijos, que han venido a vivir a Málaga procedentes de otros países y están deseando establecer relaciones sociales, porque al no tener aquí familia, necesitan esa red no sólo social, sino también emocional. Málaga está viviendo ya este fenómeno y con la llegada de más profesionales foráneos, esas situaciones van a ser cada vez más frecuentes».
Eso sí, conviene concretar que el estudio titulado 'Encuesta Social 2022. Relaciones Sociales. Hábitos y actitudes de la población andaluza' elaborado por el IECA separa en las respuestas de los participantes las relaciones familiares y las relaciones de pareja; es decir, no incluye en una categoría común las relaciones sentimentales que también sean familiares, como en el caso de las parejas con hijos. En concreto, los encuestados debían responder a la pregunta '¿Podría decirme qué es lo que le hace feliz?'. Tenían que elegir un máximo de tres respuestas entre diez opciones, y en estas últimas quedan separadas las relaciones de pareja, las establecidas con amigos y las «afectivas o de pareja».
Entre unas y otras figuran en la encuesta del IECA las relaciones con los amigos, como un motivo de felicidad para el 45,1% de los malagueños, con los hombres inclinados por esta opción en mayor porcentaje que las mujeres. A la posibilidad de alternar con los colegas le sigue la salud y el aspecto físico como el siguiente motivo con mayor peso para la felicidad de los malagueños y, después de las relaciones de pareja, cierra la lista la diversión, el ocio y el deporte, con apenas uno de cada cuatro malagueños entre sus adeptos.
Porque cada cual -como cantaron Loquillo, Lichis y compañía- tiene su manera de buscar la felicidad.
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