Los malagueños tienen más dinero que nunca en el banco

Las personas residentes en Málaga nunca habían tenido tanto dinero atesorado en el banco ni de manera tan sostenida en el tiempo. Aunque esta provincia no es una excepción, puesto que en el conjunto de España también sucede algo parecido: en ningún momento desde que hay registros se habían tenido ahorrados más de 1,55 billones de euros, que es lo que acumulaban a cierre del pasado marzo los españoles en imposiciones a plazo y cuentas a la vista, cifra que bate a la del PIB español del año 2023, es decir, al valor de todo lo producido por la economía española durante todo el ejercicio pasado y que ascendió a los 1,46 billones de euros.

Se considera que la pandemia supuso un hito muy favorable para el ahorro –aunque muy malo, lógicamente, para el consumo–. La cuarentena para frenar los contagios y las restricciones posteriores para controlar los contactos sociales y el movimiento de la población dificultaban el gasto, por lo que la gente casi no podía hacer otra cosa que ahorrar. Pero una vez superada esa crisis sanitaria y sus consecuencias asociadas, los malagueños han continuado incrementando su colchón económico. Así, por ejemplo, en el último año, entre marzo de 2023 y el mismo mes de 2024, la cifra que atesoran en cuentas y depósitos se ha incrementado más de un 5%.

De la evolución del saldo de los productos bancarios en la provincia también se puede extraer otra conclusión y es que la crisis inflacionista que ha vivido el mundo y en particular España en los últimos años no ha mermado la capacidad de ahorro de los ciudadanos o no, al menos, hasta el punto de impedir que siga incrementándose su volumen.

Así las cosas, a cierre del primer trimestre de 2024 los malagueños tenían ahorrado un 37,75% más que en diciembre de 2019, es decir, justo antes de que la Covid-19 hiciera acto de presencia, cuando atesoraban algo más de 26.200 millones de euros. Y en esta métrica la provincia le gana al conjunto del país, puesto que en España el ahorro en cuentas y depósitos era a finales de marzo un 20% superior a la cifra pre-pandemia (los 1,55 billones de 2024 contrastan con los 1,29 de 2019).

Un factor que explica que en Málaga el ahorro crezca más que a nivel estatal es el demográfico: la provincia atrae población y empresas –en las estadísticas del Banco de España se incluye el ahorro no sólo de particulares sino de todos los actores económicos, administraciones públicas incluidas–.

Este fenómeno es todavía más llamativo si se amplía el horizonte temporal del análisis: el volumen de los depósitos y las cuentas bancarias de Málaga es hoy un 75% superior a la cifra de cierre de 2007 (20.600 millones), es decir, al momento previo al estallido de la gran crisis financiera. En España el ascenso en este mismo periodo no llega al 40%.

El ahorro bancario en concreto de particulares y de empresas está concentrado sobre todo en cuentas corrientes a la vista (cerca de 30.000 millones), frente a los 4.856 millones que se encuentran en depósitos a plazo –el resto hasta los 36.107 millones a que asciende el total del ahorro bancario de la provincia corresponde a dinero que guarda el sector público y que no está desagregado entre a la vista y a plazo–.

Pero lo singular es que el saldo de los depósitos a plazo de los malagueños era a cierre del mes de marzo un 86% superior al de doce meses antes y multiplicaba casi por cuatro la cifra de marzo de 2022, síntoma de que han encontrado algo más atractiva su retribución al calor de las subidas de los tipos de interés que acometió el Banco Central Europeo para combatir la inflación. Pero se trata de un proceso que parece haber culminado ya y que de hecho se ha comenzado a revertir con la primera rebaja del precio del dinero decidida por el organismo que preside Christine Lagarde este mismo mes de junio. Los malagueños se han anticipado a la previsible bajada de la rentabilidad de las imposiciones a plazo fijo, con una reducción de su ahorro en estos productos del 5%, desde los algo más de 5.100 millones de euros atesorados a cierre de 2023 y los 4.855 millones de marzo de 2024.

Al tiempo que los malagueños han ido incrementando sus ahorros en los últimos años, lo que adeudan a las entidades financieras se ha comportado de manera diferente. A cierre del primer trimestre de 2024, el volumen de sus deudas con los bancos era de 33.823 millones de euros, una cifra que apenas ha variado respecto al cierre del año 2023 y que tampoco ha cambiado sustancialmente en los últimos doce meses.

Eso sí, respecto a las cifras pre-pandemia (en comparación con el dato de diciembre de 2019), las deudas de los ciudadanos de la provincia se han incrementado alrededor de un 9%, lo que contrasta con lo que ha sucedido en el conjunto del país, donde se ha mantenido sin cambios. Detrás de este fenómeno, de nuevo, el mayor dinamismo de Málaga, las inversiones de un tejido empresarial que crece a mayor velocidad y que en parte se financian con créditos bancarios, además de un precio de la vivienda que ha aumentado más que en toda España –aunque la mitad de las casas que se compran se pagan al contado–.

Los ahorros de los malagueños han crecido un 75% desde el año 2007, pero sus deudas desde entonces se han reducido cerca de un 30%, que es también lo que ha mermado el volumen de los créditos que los bancos tienen concedidos en el conjunto de España. No en vano, la Gran Recesión, la que se desató en el año 2008, fue en gran medida ocasionada por el sobreendeudamiento.

Y sobre esa cuestión también hay información relevante en las estadísticas del Banco de España. En diciembre del año 2007, las deudas de los malagueños con los bancos más que duplicaban lo que tenían ahorrado en depósitos y cuentas corrientes: los 47.500 millones de euros en créditos contrastaban con los casi 20.600 millones que tenían ahorrados. Ahora tienen más ahorros que deudas: los 33.800 millones de euros que adeudan contrastan con los algo más de 36.100 millones que tienen ahorrados.