Lucía Castillo Morillo, Zoe Milena Orozco Estébanez, Nora Pérez Gómez, Micaela Marín Jiménez, Sara Hinojosa Mateo, María Ramos Mena y César Franco Leconte, siete de los once becados por la Fundación Amancio Ortega, fotografiados en una de las escalinatas de Muelle Uno. Salvador Salas

Malagueños en América, una generación que pisa fuerte

Once jóvenes han recibido la beca de la Fundación Amancio Ortega que les permite estudiar primero de Bachillerato en institutos de Estados Unidos o Canadá. Son 400 de toda España los que participan en este programa de inmersión lingüística y cultural

Domingo, 27 de agosto 2023, 00:54

Ha llegado el momento tan esperado para ellos, el viaje con el que llevan años soñando y que su trabajo y esfuerzo ha hecho realidad. ... Algunos ya están en su destino y la mayoría volará a Estados Unidos o Canadá en estos próximos días. Son el grupo de once becados por la Fundación Amancio Ortega para estudiar durante este curso en institutos de aquellos países el equivalente a primero de Bachillerato, en una inmersión educativa y cultural que les ha llenado de ilusión.

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De los once becados, nueve son chicas. Cinco estudiarán en institutos de Canadá y seis, en Estados Unidos. Unos días antes de su partida, SUR ha convocado al grupo de becados, de los que siete pudieron acudir a la cita para una sesión de fotografías en el Paseo de la Farola, una oportunidad de reencuentro para todo el grupo, aunque los jóvenes ya se conocían de las reuniones y jornadas de convivencia que ha organizado la Fundación Amancio Ortega como preparativos de su viaje.

Los becados de este año son César Franco Laconte, María Ramos Mena, María Gómez Castillo, Micaela Marín Jiménez, Zoe Milena Orozco Estébanez, Leo García Temiño, Iara Silveira Pino, Nora Pérez Gómez, Lucía Castillo Morillo y Sara Hinojosa Mateo. La mayoría han cursado Secundaria en institutos públicos y tienen entre 15 y 16 años de edad.

A través de sus padres, amigos o de los medios de comunicación conocieron la convocatoria de estas becas, que algunos han estado esperando durante toda su etapa en la ESO. Así, a Sara Hinojosa se lo comentó su padre al empezar Secundaria, aunque «lo tenía olvidado hasta que a una chica de mi instituto (IES Teatinos), un año mayor se la dieron».

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Micaela Marín Jiménez IES Litoral

«Quien te quiere te apoya y se queda contigo a pesar de la distancia»

A César Franco (colegio San Estanislao de Kostka) su madre le habló de la beca también en primero, y «desde entonces he procurado mejorar mis notas porque la idea de pasar un año en el extranjero me parecía muy atractiva». Lucía Castillo (IES Gerald Brenan, Alhaurín de la Torre) supo de la beca por una amiga. «Nos presentamos las dos, porque me pareció muy buena idea. Al final, solo la conseguí yo», dice la joven. También Micaela Marín supo de esta beca por una amiga, cuando tenía unos 10 años. «A mí siempre me ha llamado la atención viajar y descubrir lugares nuevos, así que desde entonces había tenido en mente presentarme». La hermana de Zoe Milena Orozco (instituto Platero Green School) se presentó, pero fue el año del Covid-19 y se suspendió la convocatoria. También a través de su hermana conoció el programa de becas Nora Pérez (colegio Los Olivos). «Viendo vídeos en internet me informé mejor y me entraron muchas más ganas de participar». Y por Tik Tok fue como se enteró María Ramos (IES Mar de Alborán, Estepona).

Zoe Milena Orozco Estébanez Platero Green School

«Espero saber superar las situaciones que se me presenten y hacer de mi estancia una experiencia inolvidable»

Todos llevan un buen nivel de inglés (uno de los exámenes para la selección), entre un B2 y un C1. La mayoría ha pasado por academias o la Escuela Oficial de Idiomas, aunque hay excepciones, como en el caso de Micaela Marín, que acudía con el nivel de inglés estudiado en el instituto y su propia experiencia, «hablando con personas que no entendían español, lo que me ha permitido desenvolverme muy bien, haciendo incluso algunas traducciones». O el de Zoe Milena Orozco, que no ha ido a ninguna academia, aunque considera que su nivel puede ser un B2 . «En septiembre pasado fui con mi colegio a Inglaterra cerca de dos semanas, me encanta la experiencia de viajar a un país con un idioma diferente y creo que me sirvió mucho para perder la vergüenza a la hora de interactuar con gente de un lenguaje diferente al mío», dice la joven.

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Para la mayoría de los becados, esta será su primera experiencia internacional. Sara y Nora realizaron un intercambio a Francia de una semana, Zoe estuvo dos semanas en Inglaterra con su colegio y María Ramos pasó una semana en Eslovenia de Eramus, «pero, evidentemente, no hay punto de comparación», dice. Leo no tiene ninguna experiencia de cursos en el extranjero, aunque sí conoce algunos países. Lucía reconoce que nunca ha salido fuera de España: «apenas he cogido un avión alguna vez», afirma.

César Franco Leconte San Estanislao de Kostka

«Me preocupa cómo voy a encajar en mi nuevo 'high school', sin conocer a nadie ni dominar el inglés»

Desde hace unos años, el destino de los alumnos es determinado por la propia organización del programa de becas. Cinco van a Canadá y seis a Estados Unidos. Tanto unos como otros se muestran encantados con el destino que les ha tocado. María Ramos va a Calgary (Canadá), «una ciudad preciosa y un destino ideal». Nora va a Estados Unidos, «justo el destino que siempre había querido». Zoe también se declara satisfecha con ir Canadá y a Micaela le llamaba mucho la atención este país, «con mucha variedad cultural, paisajes increíbles y un clima muy distinto». Lucía también prefería Canadá, aunque va a Dakota de Sur. «Igualmente estoy contenta, porque voy a ver muchas cosas nuevas y es un estado en el que nieva mucho».

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Sara Hinojosa Mateo IES Teatinos

«Lo mejor es no preocuparse en exceso y llevar una mente abierta y tranquila»

A Leo García (IES Poetas Andaluces, Arroyo de la Miel) le interesa de manera muy especial la cultura estadounidense, país al que se va. «Es muy heterogénea y creo que va a ser un aprendizaje muy provechoso, tanto a nivel personal como para mi futuro laboral». A César le hubiera gustado más Estados Unidos, «porque conocemos muchas más cosas del país, pero después de investigar un poco más sobre Canadá estoy encantado con mi destino». A Sara le ha tocado Estados Unidos, aunque en cualquiera de los dos países «la ilusión hubiera sido la misma, ya que uno de los principales objetivos de esta beca es aprender cosas nuevas».

Tras las pruebas, un examen en inglés al que se presentaron en Málaga más de mil jóvenes, la valoración de su expediente académico y una entrevista personal, los resultados les fueron comunicados el pasado 19 de diciembre. Ese día muchos no pudieron conciliar el sueño, la noticia les llegó en mitad de clase y la alegría fue compartida con profesores y compañeros, y posteriormente con sus familias.

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Lucía Castillo Morillo IES Gerald Brenan

«Siempre he querido ver cosas a las que no estoy acostumbrada»

El caso de Nora Pérez fue un poco especial. Ese día la operaban. Se había roto la tibia una semana antes y la joven no hacía más que preguntar por la hora, algo que a los médicos les extrañó. «Cuando me desperté de la anestesia, era la hora prevista de dar a conocer los becados. Al ver mi nombre solo pude llorar de felicidad y, aún adormilada por la anestesia, recuerdo sonreír de felicidad». Sara esperó a llegar a casa para consultar la web. «Mi madre fue quien me vio en la lista y empezó a llorar. No se lo creía. Ni yo tampoco». César se rodeó de sus amigos a la hora de consultar la web. «Cuando vi mi nombre, todos nos pusimos a saltar de la alegría».

Micaela Marín estaba en clase de Inglés, con la profesora que la había acompañado en el proceso. «Fueron momentos muy intensos, decisivos. Mi reacción fue mucha risa, gritos, se me saltaban las lágrimas, pero no era capaz de llorar del todo, estaba muy feliz, a la vez que asustada», recuerda la joven. Zoe Orozco quedó en lista de espera y recibió la noticia de su selección en marzo. «Salía del colegio y mis padres me enviaron un mensaje por Whatsapp. Me puse a llorar de alegría. Mis amigas me grabaron y pude compartir ese momento tan emotivo con mis padres».

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Nora Pérez Gómez Colegio Los Olivos

«No tengo nada de vértigo por irme, soy bastante independiente y me encanta viajar»

En estos días previos a su marcha (de hecho, algunos ya están en sus destinos), en sus mentes hay una mezcla de sentimientos: nervios, miedos e ilusiones por una aventura que les mantendrá diez meses alejados de sus familias y amigos. Sara reconoce que al principio «me daba vértigo, sobre todo a mis padres, que no sabían cómo gestionarlo. Gracias a la organización, las charlas a las que asistimos nos tranquilizaron a todos». César señala que al llegar el momento de la partida «no puedo dejar de pensar en todo a lo que me voy a tener que enfrentarme: hacer amigos, manejarme bien con el idioma». Leo en cambio no se muestra especialmente preocupado, algo que ha dejado a su madre: «está más inquieta que yo porque dice que me va a echar mucho de menos».

María Ramos Mena IES Mar Alborán

«No me esperaba que me llamaran para decirme que tenía la beca porque había habido una renuncia»

Lucía Castillo dice que, a pesar del vértigo actual, «al final se me va a hacer corto. Mis padres sí están agobiados, preguntando todo el día a mi familia de acogida». Micaela teme por cómo se verán afectadas sus relaciones de amistad tras 10 meses de separación, pero ha llegado a la conclusión de que «quien te quiere te apoya y se queda contigo a pesar de la distancia, si los de tu alrededor no te apoyan en tus sueños, no te hacen bien». Zoe Milena considera «inevitable pensar en todas las personas a las que voy a echar de menos» a pesar de la ilusión del momento.

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Mejorar como personas

El programa de becas ofrece una inmersión lingüística, social y cultural estudiando en un instituto de Estados Unidos o Canadá y viviendo con una familia de acogida. Si bien María Ramos pensaba al principio que su propósito era mejorar el inglés, ahora lo que espera de esta experiencia es «crecer como persona y, sobre todo, disfrutar y experimentar». Algo parecido señala Sara: «Espero un cambio en mí, ya que voy a tener que ser auto suficiente y salir de mi zona de confort». César quiere «disfrutar, conocer mejor Canadá, mejorar mi inglés y hacer nuevos amigos», lo mismo que espera Leo, en su caso Estados Unidos. Zoe añade que quiere hacer de su estancia «una experiencia inolvidable».

Leo García Temiño IES Poetas Andaluces

«En algún momento encontraré dificultades que tendré que aprender a superar por mí mismo»

Todo el grupo expresa una mismas inquietudes: la añoranza de la familia y los amigos, las dudas sobre cómo encajarán en la familia o el instituto, las comidas, el frío y la nieve o el temor a que fallezca algún familiar cercano y no puedan despedirse. Algunos incluso expresan sus temores a que al regresar dentro de 10 meses la relación con sus actuales amigos se haya visto afectada por la separación.

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En todo caso, César, María, Micaela, Zoe Orozco, Leo, Iara, Nora, Lucía, Sara y María son el máximo exponente de una generación de jóvenes malagueños que viene pisando fuerte, que sabe lo que quiere y que trabaja y se esfuerza para conseguir sus objetivos.

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