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El Gobierno mantiene en el aire su postura sobre el trasvase desde el embalse cordobés de Iznájar a los pueblos afectados por la sequía en las comarcas malagueñas de Antequera y Nororma, una actuación clave para garantizar el abastecimiento para consumo doméstico en la ... zona norte de la provincia. Una incógnita que no acaban de despejar en Madrid pese a que, a priori, el dinero no es el problema ya que la Junta de Andalucía está dispuesta a poner los 50 millones en los que está valorada la obra. La necesaria autorización del Estado está pendiente de la inclusión de este proyecto en el plan hidrológico de la Demarcación del Guadalquivir para el periodo 2021-2027, de la que depende el pantano de Iznájar ya que se nutre del río Genil. Este nuevo ciclo de planificación se encuentra en fase de elaboración y no verá la luz hasta finales de año, aunque el primer borrador, que podría arrojar alguna pista fiable, se espera para el segundo trimestre del año.
Hasta entonces, parece que continuará la incertidumbre en torno a esta transferencia de 4,89 hectómetros cúbicos anuales (al no superar los 5 Hm3 lo puede aprobar directamente el Consejo de Ministros, sin tener que tramitarse por ley) que beneficiaría a una docena de municipios: Alameda, Antequera, Archidona, Cuevas Bajas, Cuevas de San Marcos, Fuente de Piedra, Humilladero, Mollina, Villanueva de Algaidas, Villanueva del Rosario, Villanueva del Trabuco y Villanueva de Tapia. En su conjunto, suman 80.000 habitantes.
En la Administración autonómica aseguran no tener noticias desde que el 5 de junio de 2020 la Consejería de Agricultura y Desarrollo Sostenible dio el primer paso en firme remitiendo al Ministerio para la Transición Ecológica el estudio de viabilidad y la memoria justificativa del proyecto. «Seguimos a la espera de autorización. Hasta que no esté listo el plan hidrológico no tendremos certeza de si se puede hacer», apuntan.
Unas dudas que, a preguntas de este periódico, tampoco despejan desde el departamento que dirige la ministra Teresa Ribera. «Tras recibir de la Junta de Andalucía su comunicación en la que advertía de la necesidad de atender las demandas de la zona norte de Málaga, con un posible trasvase desde Iznájar, este asunto debe ser valorado en el marco de la planificación hidrológica; planes actualmente en revisión y que deben ser aprobados a lo largo de 2021», se limitan a señalar. Las cuestiones a despejar son la necesidad de agua en la docena de municipios que se verían beneficiados y la compatibilidad de la transferencia con la citada planificación hidrológica del Guadalquivir.
En este contexto, cabe recordar el apoyo que los alcaldes de la comarca recibieron en 2018 en una reunión con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, dependiente de Transición Ecológica y donde se mostraron partidarios de transferir hasta 4,9 hectómetros cúbicos anuales exclusivamente para consumo doméstico, no para riego de cultivos.
El Ejecutivo regional se ha comprometido a asumir la construcción de esta infraestructura, que estaría formada por una tubería desde Iznájar hasta la comarca y por las distintas tomas hacia cada pueblo. Pero antes de ponerse en marcha, exige al Gobierno garantías de su aprobación para justificar la inversión.
El pantano de Iznájar, que se abastecer del río Genil, es el más grande de Andalucía, con una capacidad de 981,12 Hm3 aunque actualmente se encuentra al 32% con un caudal almacenado de 315 Hm3. Tomando este volumen como referencia, el trasvase le restaría únicamente un 1,5% al año. Para hacerse una idea, todos los embalses de Málaga suman actualmente 360 Hm3 (su capacidad es de 616).
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