Málaga tira al mar casi toda el agua que recicla en plena sequía

Pese a que las estaciones de tratamiento están equipadas para aportar 76 hectómetros cúbicos anuales, el caudal regenerado que se vierte al mar porque no hay una red de tuberías que permitan darle un nuevo uso alcanza los 66 Hm3. Ni riego ni baldeo de calles. Para hacerse una idea de este desperdicio, supone una cuarta parte de los 241 Hm3 que cada año demanda el sector agrícola.

Siguiendo con las comparaciones, este volumen es superior al que admitiría la presa de La Concepción (61,5) y, trasladado al uso doméstico, ese agua que se podría destinar al riego para arañarle menos litros potables a embalses y acuíferos equivale al consumo anual de 1,3 millones de personas (cada habitante gasta una media de 133 litros diarios), que es precisamente la población censada que suman Málaga capital, la Costa del Sol y la Axarquía. Como atenuante, conviene destacar que la provincia es líder en Andalucía en el uso de agua regenerada.

«La reutilización de aguas residuales tiene una potencialidad enorme ya que se puede destinar al riego de más zonas verdes y a la agricultura, pero incluso también para hacer recargas artificiales en los acuíferos siempre que los estudios determinen que no hay impacto en el medio», afirma el catedrático en Geología y director del Centro de Hidrogeología de la Universidad de Málaga (UMA), Bartolomé Andreo, quien considera «necesario seguir experimentando y acabar con esos recelos que todavía genera el agua reciclada porque aquí aún no hay implantada una cultura de la reutilización».

Una desconfianza que hace casi tres décadas empezaron a quitarse en la Costa del Sol, cuando el campo de golf de Monte Mayor (Benahavís) se convirtió en 1989 en el primero de la comarca en regar sus instalaciones con agua procedente del sistema secundario de la depuradora de Guadalmansa (Estepona). A día de hoy, tras la configuración de una red de canalizaciones, son 42 los complejos de golf y otras grandes zonas verdes como Selwo en Estepona, el hipódromo de Mijas, el parque forestal Los Tres Jardines de Marbella o La Zagaleta (Benahavís) los que se refrescan con agua regenerada en terciario para refrescarse. En su conjunto, la empresa pública de aguas Acosol les suministra cada año entre 6 y 7 Hm3.

El caudal es importante, pero tiene un amplio margen para crecer, puesto que las seis plantas de la comarca (Marbella, Estepona, Manilva, Mijas, Cala de Mijas y Benalmádena) son capaces de tratar en terciario casi 63 Hm3 anuales. En este sentido, desde la entidad dependiente de la Mancomunidad de la Costa del Sol occidental apuntan a que, además de dar cobertura a todos los campos de golf y a todas las grandes zonas verdes públicas y privadas, el gran salto se dará cuando los servicios municipales de limpieza la utilicen para el baldeo de calles.

«Tenemos que mejorar la calidad de nuestras aguas y conseguir las autorizaciones pertinentes de la Junta de Andalucía, porque hasta que no se consiga usar el agua regenerada para la limpieza viaria seguiremos malgastando el agua de abastecimiento», reconoce el consejero delegado ejecutivo de Acosol, Manuel Cardeña. En cuanto al coste, la tarifa es de 0,36 euros el metro cúbico (mil litros), un precio que «no cubre los costes del servicio». De hecho, la recuperación real de la inversión sólo llegará cuando haya más clientes.

En la capital, la depuradora del Guadalhorce puede producir un máximo de 10.000 metros cúbicos diarios (3,6 Hm3 anuales), aunque a lo más que ha llegado es a regenerar unos 7.000 que eran derivados al sistema de refrigeración de la central eléctrica ubicada junto al Parque Tecnológico. Eran, sí, porque la demanda de la estación energética ha caído hasta tal punto que en lo que va de año apenas se ha activado el terciario.

Ante esta realidad, el Ayuntamiento de Málaga busca financiación europea para crear una red de 12 kilómetros de tuberías que permita reutilizar el agua para el riego de instalaciones de gran consumo del entorno como el Parador de Golf, el aeropuerto, el Campamento Benítez, el futuro parque en Arraijanal o las nuevas urbanizaciones previstas en Churriana. La actuación planteada por la empresa municipal de aguas (Emasa) está valorada en 8,1 millones y también contempla incrementar la capacidad de terciario en unos 14.000 m3 diarios más.

Y si en este caso las tuberías se harán a posteriori, también en la futura depuradora metropolitana (prevista al norte del aeropuerto). Cuando esta planta concebida para acabar con el vertido de aguas residuales al río Guadalhorce entre en servicio previsiblemente a mediados de 2025 todo el caudal que podría tratar en terciario (un máximo de 54.000 m3/día) será devuelto al cauce sin que pueda ser aprovechado porque no existirá la red de tuberías para volver a poner ese agua en circulación.

Y ahí entran en escena los agricultores. «Si no hay agua, tenemos que utilizar la de las depuradoras, pero tiene que haber una calidad garantizada y es necesario que las administraciones pongan de su parte porque crear una infraestructura desde la depuradora hasta todos los regantes tiene un coste enorme», afirma el secretario general de la Asociación Provincial de Regantes de Málaga (Aprema), Juan Antonio Aguilar, quien también pone el acento en el precio.

Si ahora, el suministro procedente de los embalses del Guadalhorce sale por unos 0,08 euros el metro cúbico, el coste de la regenerada en ese proyecto de Emasa sería de 0,15 si hubiera financiación europea, mientras que en caso contrario se situaría por encima de los 0,30. «En los invernaderos o en los subtropicales de la Axarquía igual tienen potencial para pagarlo, pero sembrando lechugas, habas o cítricos, que es lo que predomina en el Guadalhorce, no se podría pagar», advierte.

En la Axarquía, que es donde la falta de lluvias está siendo más pronunciada, por fin parecen decididos a sacarle más provecho a las aguas residuales. Si se incluye la depuradora de Nerja, que sigue sin estar a pleno rendimiento y sin activar el terciario, la comarca es capaz de regenerar 8,4 Hm3 anuales. Pero a día de hoy sólo se están utilizando con regularidad los 2.000 m³ diarios que salen de la planta de Rincón de la Victoria (la mitad de su capacidad) para el campo de golf de Añoreta.

Y desde hace unas semanas, parte de los 9.000 m3/día que produce la de Vélez, una vez que la Junta ha aprobado la concesión (solicitada en marzo) a las comunidades de regantes del sur del Guaro, que suman unas 2.600 hectáreas mayoritariamente de mangos y aguacates, para disponer de 5,2 Hm3 al año.

Este potencial podría llegar a duplicarse la próxima primavera, cuando está previsto que acaben las obras de emergencia impulsadas por el Gobierno regional para que todo el agua que llegue a las estaciones de Rincón, Vélez y las dos de Torrox reciba ese tercer filtro que garantice su reutilización. La actuación, consecuencia de decreto de sequía que ya pesa sobre la Axarquía, supondrá una inversión de 1,7 millones y abrirá la puerta al uso de este recurso.

Pero no será inmediato, porque ni en Rincón ni en Torrox existen las canalizaciones necesarias para su transporte. En Vélez, la idea es derivarla a unas balsas para que los regantes la distribuyan. «Vamos avanzando, pero tenemos la dificultad de que la población y, por tanto, las depuradoras, están en el litoral, mientras las zonas regables están en el interior en cotas más altas, por lo que al coste de las obras de las conducciones también habría que añadir los eléctricos para impulsar el agua hasta allí», explica el vicepresidente de Axaragua (la empresa de aguas de la Mancomunidad de la Axarquía), Gregorio Campos.

Sobre los costes, el 'agro' de la comarca está dispuesto a poner dinero sobre la mesa, pero con condiciones. «Llevamos más de una década pidiendo el uso de agua regenerada y diciendo que, sabiendo que es más cara, estamos dispuestos a pagarla, pero a un precio justo», comenta el presidente de la Asociación Española de Productores de Frutas Tropicales, Javier Braun. En este sentido, se pregunta «dónde está el dinero que se recauda en Andalucía con el canon de depuración para financiar obras hidráulicas». En cuanto a la realidad actual, no oculta su malestar. «Estamos muy cansados. No hay agua y la que se puede regenerar se tira al mar». Y son millones de litros.