Málaga, territorio 'pablista'

Tras el intenso año electoral de 2019 y su posterior entrada en el Gobierno de coalición junto al PSOE, Podemos (uno de los integrantes, junto a IU de Unidas Podemos) encara este 2020 con una intensa actividad orgánica con la celebración de su tercera asamblea nacional –bautizada como Vistalegre III y que se celebrará el 21 y 22 de marzo– y el congreso andaluz para la renovación de sus cúpulas directivas. Procesos que siempre suelen crear tensiones internas ya que en la formación morada conviven distintas sensibilidades ideológicas, pero que en esta ocasión se presenta, aún si cabe, con un mayor voltaje ya que en los últimos días se ha conocido que los Anticapitalistas, la principal corriente crítica interna y que lideran el eurodiputado Miguel Urban y la secretaria general de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, barajan abandonar el partido y en el caso andaluz formar una nueva organización en torno a la marca Adelante Andalucía (la confluencia electoral de Podemos e IU en la región).

En este escenario, los integrantes de la organización y los diferentes territorios se preparan para la pugna interna. En el caso de Málaga, las diferentes fuentes consultadas apuntan a que es una provincia mayoritariamente ‘pablista’ y se alineará con el secretario general nacional, Pablo Iglesias. Tal es así que algunos de los principales miembros de esta corriente como el secretario de Organización y concejal en la capital, Nico Sguiglia, o su homóloga edil Francisca Macías estaban preparando enmiendas al documento que se va a debatir a nivel nacional para pedir, entre otras cuestiones, que la dirección provincial pueda ser elegida por los militantes de cada territorio y no como ahora, donde el coordinador provincial es nombrado por la cúpula andaluza.

Precisamente, el actual máximo responsable de Podemos en Málaga es Alejandro Serrato, afín a Teresa Rodríguez, de cuya dirección andaluza es miembro como secretario regional de Medio Rural y Marítimo. En las diferencias entre la dirección de Podemos en Andalucía y a nivel nacional están la de exigir una mayor autonomía para el partido en Andalucía y las críticas a la entrada de la formación morada en el Ejecutivo de Pedro Sánchez. En julio del año pasado, en una entrevista con este periódico, Serrato ya fue claro sobre este asunto: «Entrar en un cogobierno con el PSOE no es la mejor opción para Podemos».

La asamblea de Vistalegre marcará el nuevo rumbo de Podemos en cuanto a proyecto político y personas. Le seguirá en mayo el congreso andaluz que elegirá a la nueva dirección regional y donde ya se está preparando una alternativa a Rodríguez –hoy en una entrevista con este periódico desmiente que vaya a abandonar el partido y está dispuesta a seguir liderándolo–, donde hay trabajando integrantes de Málaga, cuyos nombres las fuentes no quisieron hacer públicos por el momento. Antes del verano, se deberá elegir al nuevo Consejo Ciudadano de Málaga capital y al secretario general de la misma, un puesto vacante desde la marcha del profesor universitario Alberto Montero.

Dos son los retos principales que Podemos tiene en Málaga una vez que concluya el proceso interno. El primero de ellos es fortalecer el partido y dotarlo de un liderazgo claro cara a la ciudadanía y el segundo es impulsar la implantación territorial. Respecto a este último, las fuentes consultadas coinciden en destacar que esa falta de una estructura en las ciudades y pueblos de la provincia provocó que en las últimas elecciones municipales no lograran representación en localidades como Marbella y Vélez-Málaga; ciudades en las que la formación morada se presentó en solitario y no en confluencia con IU –una organización más asentada en el territorio– y ninguna obtuvo representación. Precisamente, hace unos días Podemos inauguró su nueva sede en la capital de la Axarquía.