![Málaga, segunda provincia española con más fraudes al seguro de coche: uno de cada diez partes son falsos](https://s3.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/2024/02/06/coche-RzsCAr0QlaYJH3VMudBBjLL-1200x840@Diario%20Sur.jpg)
![Málaga, segunda provincia española con más fraudes al seguro de coche: uno de cada diez partes son falsos](https://s3.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/2024/02/06/coche-RzsCAr0QlaYJH3VMudBBjLL-1200x840@Diario%20Sur.jpg)
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Un motorista que declara haber sufrido un accidente en una gasolinera cuando, en realidad, ha sido en un circuito de carreras; una persona que reclama una incapacidad permanente y una costosa reforma en su casa mientras sigue trabajando en su bar con normalidad o un ... empleado de baja por graves lesiones derivadas de un accidente que es pillado jugando al fútbol. Son sólo tres ejemplos de los 110.000 intentos de estafas detectados por la aseguradora Línea Directa en sólo dos años (2021 y 2022), que han servido para la elaboración del 'Barómetro del fraude en el seguro de autos y de hogar' en su séptima edición. Un informe que caracteriza a Málaga como la segunda provincia española, después de Cádiz, con mayor picaresca: el 10,8% de los partes se revelan fraudulentos, cuando la media nacional está en el 8,8%.
El estudio revela que ahora se detectan casi cinco veces más fraudes a los seguros de auto que en 2009. Hay más intentos de estafa, pero también se detectan en mayor medida gracias a la introducción de herramientas basadas en inteligencia artificial que permiten identificar parámetros, señalar posibles conexiones de los implicados y destapar incoherencias en sus declaraciones.
Según Mar Garre, directora de Personas, Comunicación y Sostenibilidad de Línea Directa: «En los dos últimos años, la proporción de fraudes al seguro se ha incrementado notablemente, debido sobre todo a la situación económica. Además, la introducción de elementos tecnológicos basados en la inteligencia artificial está siendo decisiva para mejorar la detección de un delito que perjudica a todos los conductores, ya que incrementa sensiblemente el precio de las pólizas y que, en el caso de las redes organizadas, es especialmente peligroso».
El perfil más habitual de defraudador al seguro es un hombre joven de menos de 30 años desempleado o con un trabajo precario. En los últimos años se le ha ido sumando otro perfil: el de un hombre de más de 40 años que realiza estas prácticas para obtener un dinero extra o para no tener que pagar una reparación. La estafa más común es tratar de incluir en el parte daños ajenos al siniestro, siendo más habitual en un coche antiguo (de 11 a 14 años), en el lado derecho del vehículo y, generalmente, por no tener cobertura en su seguro para reparar los daños declarados. En cuanto a la época, se ha detectado un trasvase de estafas desde el verano al otoño (meses de octubre y noviembre), siendo los lunes y martes los días de la semana más propicios para los engaños.
El coste medio de los fraudes al seguro de auto ha ido descendiendo en los últimos años hasta situarse en 790 euros de media. En 2017 alcanzó el máximo con 1.296 euros. Para los autores del estudio, esto se debe a la «generalización del 'menudeo' el el fraude al seguro: hay más estafas menos profesionales». El 93% de los siniestros fraudulentos declarados son de daños materiales.
Aunque el fraude individual al seguro acumula la mayor incidencia, lo que más preocupa a las aseguradoras son las redes organizadas: grupos de delincuentes que cometen fraudes 'en carrusel' a distintas compañías con el objetivo de obtener indemnizaciones declarando lesiones falsas. A menudo, estas redes están conectadas con delitos mucho más graves, están dirigidas por dos o tres cabecillas y suelen estafar, de media, más de 8.300 euros por fraude, unas 10,5 veces más que los engaños de los conductores particulares. Los fraudes de estas bandas suelen consistir en simular siniestros que nunca han existido o, directamente, causarlos implicando en ocasiones a terceros inocentes.
En el anterior 'Barómetro', que coincidió con la pandemia y el confinamiento, se reflejaba una menor actividad de estas bandas. Sin embargo, la vuelta a la normalidad las ha hecho recuperar niveles previos a la COVID-19. En 2021 y 2022, Línea Directa detectó 211 organizaciones delictivas, un 11% más que en la edición anterior.
Por provincias, las que registraron mayor proporción de fraudes son Cádiz (11,6%), Málaga (10,8%) y Cantabria (10%), todas muy por encima de la media nacional (8,8%). En el otro extremo se sitúan Teruel (3,4%), Soria (3,4%) y Zamora (4,9%) como lugares con menos porcentaje de engaños.
De esta forma, el fraude al seguro de autos se concentraría en tres focos diferentes: el eje sur que une Alicante y Cádiz; el eje norte, que iría desde Cantabria a Navarra y, finalmente, Barcelona y su área de influencia.
En lo referente a las mafias, Línea Directa ha establecido un indicador realizado a partir del número de mafias detectadas en cada comunidad autónoma y de la población de cada territorio medida en millones de habitantes. Un año más, el ránking lo sigue liderando la Región de Murcia, con una tasa que multiplica por 4,5 a la media nacional. Le siguen, a mucha distancia, Andalucía y Cantabria.
En lo referente al fraude en el seguro de Hogar, el 'Barómetro' de Línea Directa señala que los intentos de estafa en este ramo alcanzaron un 2,6% de los partes declarados. Una cifra que permite concluir que los intentos de engaño en esta línea de negocio se mantienen bastante estables a lo largo del tiempo, aunque se ha identificado cierto repunte a causa del confinamiento y de las restricciones de movilidad decretadas a raíz de la pandemia.
Las estafas más habituales suelen ser de dos tipos: tratar de que la compañía cubra un daño producido con anterioridad a la firma de la póliza y la simulación de siniestros. En lo referente a su coste medio, el importe alcanza los 556 euros por intento de estafa, un 19% menos que en la edición anterior del estudio.
Para completar el estudio, Línea Directa ha querido pulsar la opinión pública sobre las estafas a las compañías de seguros, obteniendo respuestas que revelan una tolerancia social hasta estas prácticas. El 40% de los conductores españoles justifican engañar a su compañía de seguros y el 16% cree que, de hecho, las aseguradoras tienen parte de la culpa de las estafas «por sus precios excesivamente altos». Además, el 63% de los automovilistas que reconocen haber cometido un fraude al seguro «no se arrepienten en absoluto» de haberlo hecho.
En cuanto a los engaños más habituales reconocidos por los encuestados, el estudio de Línea Directa diferencia dos momentos distintos: la contratación y la apertura de un parte de accidente. En el primero, el engaño más recurrente es proporcionar información falsa sobre las características técnicas del vehículo, seguido de los kilómetros que se suelen recorrer cada año y de decir que se tiene garaje propio cuando no es así. El objetivo está claro: pagar menos en el seguro.
En lo referente a los partes de accidente, el fraude más admitido por los encuestados es declarar daños ajenos al siniestro y simular un golpe para obtener un beneficio económico. De hecho, el 15% de los conductores españoles reconoce que podría llegar a participar en un fraude y un 10% podría fingir una lesión si le supusiera un beneficio.
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