Teresa Ribera destaca que se avanza en la labor para traer agua en barco a Málaga pero confía en que «no llegue a resultar necesario»

«Están los equipos técnicos trabajando, tanto de la Junta como del Ministerio, y evidentemente, confiamos en que no llegue a resultar necesario, pero creo que es importante estar preparados por si fuera así», ha subrayado Ribera en declaraciones a la prensa antes de participar en el coloquio 'Proteger el Mediterráneo desde Málaga' junto a la directora de la Unión Internacional para la Conservación y la Naturaleza (UICN), Grethel Aguilar, en su sede del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA).

El Gobierno asumirá el coste de desalación y de llevar ese agua a través de tuberías desde la planta desaladora -en el caso de Málaga sería la de Escombreras (Murcia)- hasta el puerto donde estarán los barcos que la transportará. Mientras que en virtud del acuerdo entre ambas administraciones, la Junta será la encargada de buscar con las navieras los buques y la descarga en los sistemas de abastecimiento en las provincias de Málaga, Cádiz y Almería.

Teresa Ribera ha afirmado que las lluvias caídas en los últimos días, que han permitido aumentar la capacidad de los embalses en 9 hectómetros cúbicos, han supuesto «un cierto alivio a la situación compleja que vive Málaga, pero evidentemente hay que ser cautos».

Sobre los proyectos pendientes de desaladoras en la provincia para hacer frente a la sequía, Ribera ha explicado que han atendido la petición de la Junta para establecer la interlocución con los posibles usuarios de la desaladora de la Axarquía y en estos momentos se está en conversaciones con las comunidades de regantes. «Evidentemente hay que pensar también cuál es la petición que nos llega desde la Junta, si es para uso de riego, para uso de abastecimiento en una zona poblada y poder activar cuanto antes esas obras; y mientras tanto hay que trabajar con escenarios realistas y de prudencia», ha añadido.

La vicepresidenta tercera ha aprovechado para recordar que la seguridad hídrica de la provincia sería «mayor» si en 2012, con un Gobierno del PP, no se hubiera renunciado a la desaladora programada en Fuengirola-Mijas. Pese a esta crítica de índole política, ha reiterado el compromiso del Ejecutivo con esta obra.

«La Junta nos solicitó que apoyáramos la desaladora Fuengirola-Mijas; un incremento de la capacidad de desalación en Almería; y que contribuyéramos a las medidas de emergencia en el supuesto de que viviéramos un episodio de sequía que se prolongara hasta el verano y que pusiera en peligro el abastecimiento en zonas urbanas. Y respondimos positivamente a las tres. No porque sea competencia del Estado, no lo es, es competencia de la Junta de Andalucía; pero sí porque creemos, estamos convencidos de que en supuestos de emergencia es capital ofrecer todo el apoyo que corresponda a quien esté en una situación de necesidad», ha subrayado.

Asimismo, Teresa Ribera ha hecho un llamamiento a aprender de esta situación de sequía: «El mensaje es que hay que prepararse; es decir creo que esta es una lección también de cara a tomarse en serio esta actividad con suficiente anticipación».

En este punto, ha mencionado que este lunes la Agencia Europea de Medio Ambiente ha hecho público el informe sobre los riesgos y el impacto del cambio climático en Europa y una de las conclusiones es que el impacto de ese cambio climático «amenazan la seguridad energética, la seguridad hídrica, la seguridad financiera, los riesgos de incendios y la salud de las personas» en Europa.

«Además pone especial énfasis en el hecho de que está ocurriendo a más velocidad de la que pensábamos y que la disponibilidad de agua potable es quizá una de las cuestiones más importantes para el conjunto de Europa y en particular para el sur de Europa».