![Una década de procesos convulsos](https://s1.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/202105/16/media/cortadas/psoe%202015-RCXRODcDIxHYsis5LQUZ8UJ-1248x770@Diario%20Sur.jpg)
![Una década de procesos convulsos](https://s1.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/202105/16/media/cortadas/psoe%202015-RCXRODcDIxHYsis5LQUZ8UJ-1248x770@Diario%20Sur.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
El 23 de noviembre de 2013, en el Palacio de Congresos de Granada, Susana Díaz fue proclamada secretaria general del PSOE de Andalucía en sustitución de José Antonio Griñán con casi el 99% de los votos. Aquel congreso extraordinario se celebró en un clima de ... unidad interna. A la vista de lo sucedido antes y después, ese cónclave aparece como el único oasis de paz en el socialismo andaluz, y por ende malagueño, de los últimos diez años. Una década, donde los procesos orgánicos a nivel federal, autonómico y provincial han convulsionado al PSOE de Málaga con batallas internas que ahora vuelven a aflorar en esta campaña para las primarias que elegirán, el domingo 13 de junio, al candidato socialista a la presidencia de la Junta. La provincia se posiciona, principalmente, a favor de alguno de los dos principales aspirantes: la propia Díaz o el alcalde de Sevilla, Juan Espadas.
En 2008, cuando Miguel Ángel Heredia accedió a la secretaría general del PSOE de Málaga ya se produjo una situación de división en el socialismo provincial con el surgimiento de una corriente crítica, Alternativa Socialista, que presentó una candidatura encabezada por el profesor universitario Fernando Arcas. Tras aquel tenso proceso, las aguas volvieron a una situación de relativa calma cuando en marzo de 2010, Griñán fue elegido secretario general del PSOE-A en sustitución de Manuel Chaves.
Sin embargo, los rescoldos de la fractura interna no se habían apagado del todo y se avivaron cuando se convocó para febrero de 2012 el congreso federal en Sevilla para elegir al sustituto de José Luis Rodríguez Zapatero al frente del partido. En Málaga, la dirección provincial liderada por Heredia, en sintonía con la cúpula andaluza, se decantó por la exministra de Defensa Carme Chacón, mientras que la corriente crítica, bajo el liderazgo de José Aurelio Aguilar y aglutinada en torno al movimiento Socialistas Hoy, apostó por el vencedor en aquel proceso, el exvicepresidente del Gobierno Alfredo Pérez Rubalcaba.
Esa misma división en el seno del PSOE malagueño se repitió en el verano de ese año en los dos procesos orgánicos celebrados. Al congreso del PSOE de Andalucía que tuvo lugar en Almería a principios de julio de 2012, la delegación provincial acudió dividida entre los oficialistas, que aportaron 57 delegados, y los críticos, con 17 representantes. Los primeros, encabezados por Heredia, apoyaron a José Antonio Griñán, mientras que los segundos, liderados por Aguilar, se unieron al plante protagonizado por los 'rubalcabistas' que, ante la ausencia de un candidato alternativo que disputara la secretaría general, votaron en blanco.
La guerra estaba servida y una semana después se evidenció en el congreso del PSOE de Málaga celebrado en Mijas, donde Miguel Ángel Heredia fue reelegido secretario general reforzando su papel al lograr un apoyo mayor, aunque obtuvo un 17% de votos en contra del movimiento crítico, que no logró reunir los avales necesarios para presentar a José Aurelio Aguilar como aspirante.
En julio de 2013, el PSOE de Andalucía convocó primarias para elegir al candidato del partido a la presidencia de la Junta una vez que José Antonio Griñán anunció que no repetiría. El 'aparato' del partido en Málaga se volcó con la opción bendecida por la dirección regional, la entonces consejera de Presidencia Susana Díaz. El movimiento crítico provincial, por su parte, apostó fuerte por el candidato alternativo, el entonces consejero de Agricultura y hoy ministro del ramo, Luis Planas. Este finalmente no pudo reunir los avales y ganó Díaz, quien en esos momentos contaba con el apoyo férreo del tándem que dirigía el socialismo malagueño, Miguel Ángel Heredia y Francisco Conejo.
Tras la tranquilidad vivida en el congreso autonómico de 2013, en las primarias de 2014 para elegir al nuevo secretario general del PSOE en España tras la marcha de Alfredo Pérez Rubalcaba, en la provincia se volvieron a evidenciar dos bloques, aunque con componentes diferentes a los de años anteriores. Así, la dirección provincial, en sintonía con la andaluza, apostó por un entonces desconocido Pedro Sánchez, frente al político vasco Eduardo Madina, quien contó en Málaga con el apoyo del diplomático Bernardino León Gross, el histórico Carlos Sanjuán o el expresidente de la Diputación Salvador Pendón.
Pero si hay una batalla interna dura y determinante, ya que sus efectos aún son patentes a día de hoy, fueron las primarias de mayo de 2017 cuando Susana Díaz intentó el salto a la política nacional optando a la secretaría general enfrentándose a Pedro Sánchez –a quien había aupado a ese puesto tres años antes– y a un tercer aspirante en discordia, Patxi López.
En esta ocasión, en Málaga el partido se dividió en tres partes: la dirección provincial de Heredia apostó por Díaz; Ignacio López, que ya lo había apoyado en 2014, encabezó la corriente afín a Sánchez; mientras que la plataforma de respaldo a Patxi López la lideró José Aurelio Aguilar.
Aunque Díaz venció en Málaga, el movimiento crítico, aglutinado en torno al sanchismo, se asentó y ganó protagonismo. Así, en las primarias del PSOE de Málaga celebradas en el otoño de ese 2017 hubo dos candidaturas que optaron a la secretaría general: la oficialista, afín a Díaz, encabezada por José Luis Ruiz Espejo, que fue el ganador; y la alternativa, en la órbita de Sánchez, liderada por Rafael Fuentes, que logró un tercio de los apoyos.
A pesar de la derrota en ese proceso orgánico, los sanchistas ya habían logrado asentar su posición política en la provincia hasta tal punto que cara a las elecciones generales de 2019 las dos corrientes tuvieron que pactar las listas al Congreso y el Senado.
Ahora, la unidad del socialismo malagueño se vuelve a fracturar. El 'aparato' del partido sigue afín a Susana Díaz, aunque con algunas deserciones como las de los 'conversos' Daniel Pérez y Miguel Ángel Heredia como rostros más conocidos, mientras que el sanchismo respalda a Juan Espadas. Un nuevo capítulo de división cuando en el horizonte de final de año se vislumbran los congresos andaluz y malagueño.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.