Málaga cierra filas con Espadas

Un escenario que sitúa a Espadas como líder indiscutible e indiscutido del socialismo andaluz y por eso ayer el PSOE de Málaga cerró filas en torno al también alcalde de Sevilla, quien llegó con un mensaje centrado en la unidad interna y en la necesidad de que todo el partido reme en la misma dirección. En esa línea, el secretario general del PSOE provincial, José Luis Ruiz Espejo, tanto en declaraciones a la prensa como en su intervención ante la cúpula de la formación, dejó patente «la plena disposición» del socialismo malagueño de contribuir con su trabajo a «consolidar» el liderazgo de Juan Espadas.

En la misma línea se pronunciaron la veintena de dirigentes socialistas que tomaron la palabra a lo largo de las casi tres horas que duró la reunión de la ejecutiva provincial y donde todos apoyaron a Juan Espadas. Lo hicieron 'espadistas' como el portavoz en el Ayuntamiento de la capital, Daniel Pérez, el diputado Ignacio López o el senador Miguel Ángel Heredia, así como los 'susanistas' Ruiz Espejo, la diputada Fuensanta Lima, el portavoz en la Diputación, José Bernal, o el alcalde de Benalmádena, Víctor Navas. Eso sí, otros significados afines a Díaz como los parlamentarios Beatriz Rubiño, Francisco Conejo o Javier Carnero o la senadora Estefanía Martín Palop no intervinieron.

Aunque a nadie escapa que el reciente proceso interno de las primarias ha dejado heridas, Juan Espadas evitó echar sal en las mismas y su mensaje tuvo un carácter conciliador con afirmaciones como que las primarias ya concluyeron y ahora todos están en el mismo barco, que el único adversario es «la derecha» y que hay que trabajar para fijar una estrategia política que permita al partido volver a gobernar la Junta.

El líder socialista eludió pronunciarse sobre si Ruiz Espejo debe continuar o no como secretario general. Un debate que está abierto en el seno del partido y donde los 'espadistas' abogan por que el político antequerano no debería continuar. En este sentido, Espadas tiró de argumentario para sostener que ahora no es el momento de abordar los congresos provinciales, que, previsiblemente, se celebrarán a finales de año o principios del próximo y que el objetivo, a nivel orgánico, es preparar el cónclave federal de octubre para que el PSOE-A tenga peso en la nueva dirección nacional y en la toma de decisiones, y el proyecto de partido que saldrá del congreso socialista andaluz que tendrá lugar en la primera semana de noviembre.

A su juicio, cuando llegue la fecha del congreso provincial será el momento donde, dentro de la autonomía que debe tener cada provincia, se configuren «mayorías naturales, no forzadas, y se haga un proyecto atractivo y ganador». Eso sí, más allá de las palabras también está el lenguaje de los gestos y ayer se produjo uno muy significativo. Cuando se dirigía al Museo Picasso por la mañana para el encuentro universitario con De la Torre, el único dirigente socialista que le acompañó en el trayecto desde la Aduana fue Pérez, considerado su hombre fuerte en la provincia y cuyo nombre gana enteros en las quinielas como posible futuro secretario general del partido en Málaga.

Asimismo, Juan Espadas, jugando en campo contrario lo hizo al ataque, aprovechó su visita a Málaga para arremeter contra el presidente de la Junta, el malagueño Juanma Moreno, por «las lagunas y falta de gestión» del Ejecutivo andaluz, más allá de las obras realizadas con fondos del Gobierno de España» y para denunciar las «asignaturas pendientes» de Moreno con su provincia de origen. Además, incidió, como hizo en las primarias, que el PSOE andaluz reforzará su carácter municipalista y que la estrategia pasa por «estar en la calle, con organizaciones sociales, colectivos y la gente».