El PSOE andaluz retorna a sus raíces

A aquel congreso se llegó tras un periodo previo de preparación que comenzó en el verano de 1976, cuando existía un llamado Comité Coordinador de los socialistas andaluces, sin carácter ejecutivo, formado por representantes de cada uno de los Comités Provinciales que el PSOE tenía en la comunidad y que respondía «a la necesidad de que las reivindicaciones autonómicas que se estaban abriendo paso en el escenario político andaluz, no quedaran aisladas en un marco estrictamente nacionalista, sino integrada dentro de la perspectiva socialista y dentro de la necesidad de conquistar el poder político en el conjunto del Estado español», según recoge Diego Caro Cancela en su libro 'Cien años de socialismo andaluz'. A ello se unió la Asamblea Socialista de Andalucía celebrada en el salón de actos del Colegio de Médicos de Cádiz con la presencia de 150 delegados de las ochos provincias.

Bajo el lema 'Levantar Andalucía', el primer congreso socialista de Andalucía se inauguró el viernes 16 de diciembre de 1977 en los salones del hotel El Griego de Torremolinos, un día donde en la portada de los periódicos el protagonismo era para el concejal de Irún Julio Martínez, asesinado por la banda terrorista ETA. Esa primera jornada se abrió con un minuto de silencio, solicitado por la delegación malagueña, en memoria de Manuel José García Caparrós, el joven asesinado unos días antes durante la manifestación en Málaga en defensa de la autonomía andaluza.

Unos 120 delegados, en representación de los 24.786 afiliados del partido en Andalucía, acudieron a un congreso cuyo presidente fue Manuel Pezzi, entonces secretario general de UGT en Granada y quien este fin de semana será elegido presidente del PSOE de Andalucía -un puesto de carácter simbólico y representativo-. En la mesa que dirigió el desarrollo del cónclave le acompañaron Joaquín Galán (Sevilla), Ildefonso Mateos (Málaga), Antonio Martínez Lara (Jaén), José Antonio Romero (Puente Genil) y Francisco García Vico (Jaén).

En esa primera jornada se abordaron las ponencias sobre municipal, política y mujer, se acordó por aclamación proponer el 4 de diciembre como Día de Andalucía, que se pidiera la destitución de los responsables de los sucesos acaecidos ese día durante las marchas por la autonomía y se envió un telegrama de adhesión al congreso que se celebraba en Sevilla en homenaje a la Generación del 27.

Tras dos días de debates y las negociaciones, el congreso se clausuró en el Palacio de Congresos de Torremolinos el domingo 18 de diciembre de 1977 con medio millar de asistentes y la intervención del entonces secretario de Organización del PSOE y diputado por Sevilla, Alfonso Guerra. Previamente, también tomaron la palabra representantes de las federaciones de Asturias, Barcelona y Ceuta, del Partido Socialista Portugués, del Frente Polisario y de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

La ejecutiva elegida estuvo encabezada como secretario general por el sevillano José Rodríguez de la Borbolla, a quien acompañaron como secretarios el granadino Rafael Estrella (Organización); el sevillano Manuel Ángel Pino (Relaciones Políticas); el jiennense Emilio Arroyo (Administración); el malagueño Salvador Domínguez (Coordinación); el cordobés Rafael Vallejo (Relaciones Parlamentarias); el onubense Tomás Seisdedos (Propaganda); el sevillano Francisco Rodríguez (Prensa e Información); el granadino Ángel Díaz (Sindical y Social); el jiennense Antonio Montes (Asuntos Agrarios y Emigración); el gaditano José Luis Blanco (Relaciones con las Juventudes); el cordobés Manuel Gracia (Cultural); el malagueños José Asenjo (Municipal); la granadina Margarita Sáinz de Ajá (Formación); el jiennense Cándido Rodríguez (Educación); y el almeriense Bartolomé Zamora y el gaditano Fernando Suárez como vocales, según aparece en el libro 'Cien años de socialismo andaluz'.

Entre las conclusiones de aquel congreso, según recogió la prensa de la época, se aprobó que el gobierno preautonómico de la Junta tuviera mayoría socialista y estuviera presidido por un integrante del PSOE y que el partido concurriera en solitario y sólo incorporando a independientes a las elecciones municipales cuando estas fueran convocadas. Asimismo, en la ponencia política se reafirmó que el PSOE es el partido «representativo de los más amplios sectores populares de Andalucía», se elaboró un proyecto de Estatuto de Autonomía andaluz y se emplazó a la nueva ejecutiva a iniciar conversaciones con los otros partidos socialistas existentes para buscar su integración en las filas del PSOE.

Aquel primer congreso de la Federación Socialista Andaluza (FSA), que en 1979, en su segundo cónclave celebrado en Sevilla ya pasó a denominarse PSOE-A, concluyó a los sones de 'La Internacional'.