José Bernal, con la portada del libro, fruto de su investigación histórica.antonio j. guerrero
La Política. En el pasado
Esperanza Puerta, la primera concejal del PSOE en Málaga
Libro. ·
El exalcalde de Marbella e historiador José Bernal rescata del olvido a esta mujer, nacida en una familia socialista, que fue edil durante la Segunda República y sufrió cinco años de cárcel
Se llamaba Esperanza Puerta Caballero. Durante la Segunda República se convirtió en la primera concejala del PSOE en el Ayuntamiento de Málaga –la profesora Teresa Azpiazu fue la primera mujer en una corporación de la capital durante la dictadura de Primo de Rivera– y su ... nombre ha permanecido en el olvido. Hasta ahora, cuando su memoria ha sido recuperada en un libro por José Bernal, exalcalde de Marbella, secretario de Organización del PSOE provincial y doctor en Historia.
'Reivindicando (a) Esperanza. Esperanza Puerta Caballero: la concejala socialista en la II República en Málaga que la historia ocultó' es el título de una obra, publicada por la editorial marbellí Algorfa, que el autor presentará este miércoles, en una semana marcada por los actos con motivo del Día Internacional de la Mujer. Será durante un acto en el Ateneo presentado por el teniente de alcalde de Alhaurín el Grande, Luis Guerrero –que ha colaborado en la investigación de esta figura–, y donde intervendrán la concejal de la capital María del Carmen Sánchez, la alcaldesa de Almogía, Antonia García, y el líder de los socialistas malagueños, Dani Pérez, quien en la obra ha escrito un prólogo, como también lo ha hecho la exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo.
Puerta Caballero nació en Málaga el 1 de noviembre de 1897 en el seno de una familia socialista. Su padre, Pedro Puerta, fue «amigo íntimo» de Pablo Iglesias, uno de los que influyó en el fundador del PSOE y la UGT para que el partido penetrase en el mundo agrícola y considerado uno de los «apóstoles del socialismo andaluz», según recuerda Bernal. Sus tíos y primos fueron claves en la implantación del PSOE en Vélez-Málaga y la Axarquía, su hermano fue un comprometido militante, al igual que su marido, el nerjeño Humberto Herrero, quien fue el enlace de Largo Caballero en la provincia durante la revolución de octubre de 1934.
Imagen de Puerta Caballero publicada en el diario El Popular.
sur
De estirpe e ideas socialistas, Puerta Caballero fue nombrada concejala en marzo de 1936. Tras las elecciones generales de febrero de ese año, la victoria del Frente Popular trajo consigo la dimisión de la gestora que dirigía el Ayuntamiento de Málaga y la vuelta a la corporación electa en los comicios de 1931; sin embargo, hubo concejales que no estaban disponibles (los monárquicos renunciaron y hubo republicanos que al adquirir nuevas responsabilidades políticas dejaron el Consistorio) lo que impedía el normal funcionamiento municipal. Por ello, se pidió al Gobierno Civil cubrir las vacantes con políticos afines al Frente Popular. El PSOE eligió a Esperanza Puerta Caballero, como concejala gubernativa y se vinculó a la comisión municipal de Cultura.
Menos de un año estuvo en el cargo ya que huyó tras la entrada de las tropas nacionales en Málaga –se desconoce donde estuvo aunque se intuye que permaneció un tiempo en Valencia–, pero regresó. El 11 de mayo de 1939, el matrimonio fue detenido en Málaga. Tras un proceso judicial sumarísimo, ambos fueron condenados a treinta años de cárcel. Ella pasó en prisión algo más de cinco, la mayor parte en Pamplona. En marzo de 1944 regresó a Málaga, donde se reencontró con su marido. En 1947 el matrimonio y sus dos hijos –la hija tenía una enfermedad, según se recoge en el sumario judicial de su causa– residía en la calle Doctor Noble. A partir de ahí se pierde su rastro, ya que no se ha encontrado más información sobre su vida en las fuentes documentales.
Origen de la investigación
La recuperación de la memoria de Esperanza Puerta Caballero comenzó con una casualidad, como relata Pepe Bernal: «Hace años empecé a trabajar junto a Luis Guerrero en un proyecto sobre la historia del PSOE en Málaga. Yo iba recopilando documentación. Un día en el Archivo Díaz de Escovar me encontré una foto sin adscripción ya que no aparecía ni el medio de comunicación ni la fecha. Finalmente, comprobé que era Esperanza en una entrevista que le hicieron en El Popular por su nombramiento como concejala de Málaga».
Con esa información y mientras estudiaba la Segunda República y la Guerra Civil en Málaga, Bernal se percató de que el nombre de Esperanza Puerta Caballero no aparecía en la bibliografía que manejaba o si se mencionaba era de pasada, por lo que fue «la curiosidad» sobre ella y el hecho de que fuera concejala en una época donde la participación de la mujer en la política era inexistente o testimonial lo que le llevó a investigar y profundizar en su figura.
Una labor en la que se ha encontrado «con muchas dificultades» por las escasas referencias bibliográficas y por los obstáculos para acceder a algunas fuentes documentales.
«He excavado en la memoria de la Historia para rescatar del olvido a Esperanza Puerta. O, al menos, rescatarla en parte. Con limitadas herramientas que sólo me han permitido contar momentos. No sabemos qué fue de Esperanza. Tampoco de Humberto. No sabemos de su hija e hijo. Ni de una familia, un apellido, Puerta, que estuvo unido al socialismo desde que se vertebró sus ideas en nuestra provincia», recoge el autor en la obra.
Un libro donde José Bernal deja la puerta abierta a nuevas investigaciones sobre la figura de la primera concejala socialista en el Ayuntamiento de Málaga. «Esperanza no sólo fue vilmente condenada por tribunales fascistas recreados 'ex profeso' para ello. A Esperanza también la condenaron al olvido quienes no la reivindicaron. Quizás por miedo, recelos, interés o desidia. La olvidaron por ser mujer. Una paradoja porque por ello debió haber permanecido en el recuerdo. El tremendo sufrimiento de Esperanza en la represión franquista se tornó silencio tras recuperar una libertad marcada. No hay nada más terrible en la Historia que el silencio. Esperanza no contó su historia, sus vivencias. No rememoró la grandeza de haber sido la primera concejala en democracia del Ayuntamiento de Málaga. Tampoco contó su calvario. Quizás no quiso contarlo, quizás quiso ser ella misma la causa del olvido. Más valía no contar lo que no convenía en época convulsa», apostilla el historiador y político.
Límite de sesiones alcanzadas
El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a las vez.
Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Sesión cerrada
Al iniciar sesión desde un dispositivo distinto, por seguridad, se cerró la última sesión en este.
Para continuar disfrutando de su suscripción digital, inicie sesión en este dispositivo.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.