Tras las elecciones andaluzas del 19 de junio de 2021, que supusieron un triunfo histórico del PP en Andalucía y Málaga, la dirección provincial de los populares puso un marcha su estrategia cara a las municipales del pasado 28 de mayo. Para ello, en la ... avenida de Andalucía, cuartel general de los populares malagueños, trazaron las tácticas con el objetivo de mejorar los resultados para subir el número alcaldías y lograr la mayoría absoluta en la Diputación. En el cuaderno azul del equipo liderado por Patricia Navarro y José Ramón Carmona se recogieron los nombres de varias operaciones en comarcas y municipios preferentes, donde además del trabajo de la dirección provincial con continuas visitas y apoyos, intervinieron alcaldes de las diferentes zonas ya asentados y consultoras políticas que realizaron labores de 'coaching', comunicación y discurso para los candidatos, según explicaron fuentes consultadas.
Así surgieron planes como la 'operación fray Leopoldo', cuyo objetivo fue fichar a María Dolores Bullón, alcaldesa independiente de Alpandeire -localidad donde nació el beato– como primera pieza para luego acometer la integración de otros regidores de formaciones independientes de la Serranía de Ronda como los de Montejaque y Cortes de la Frontera. Todo ello con la vista puesta en lograr completar la penetración en los pequeños municipios del interior y en conseguir el diputado de la comarca, en manos del PSOE desde 1983 de manera ininterrumpido. Finalmente, el llamado por Navarro el «diputado de la ilusión» fue logrado por los populares.
Alcaldes-mentores
Bajo el nombre de 'operación Higuerón', el PP diseñó su estrategia para intentar lograr las alcaldías de Benalmádena –a priori la más complicada por la división del voto del centro-derecha–, Mijas y Vélez-Málaga. Ahí jugaron un papel destacado los llamados alcaldes-mentores Francisco de la Torre (Málaga), Margarita del Cid (Torremolinos) y Ana Mula (Fuengirola), que, junto a sus equipos, colaboraron y asesoraron a los candidatos, respectivamente, Jesús Lupiáñez (Vélez-Málaga), Ángel Nozal (Mijas) y Juan Antonio Lara (Benalmádena).
Asimismo, en esta operación, también participó el regidor de Estepona, José María García Urbano, para ayudar a los candidatos en localidades como Manilva o Casares, y el alcalde de Antequera, Manuel Barón, en el Valle de Abdalajís, cuya alcaldía ha logrado el PP.
Las ciudades medias de la zona norte de la provincia fueron otra prioridad para la dirección del PP de Málaga, que puso en marcha la 'operación Ochavada' para actuar sobre localidades como Archidona –donde los miembros de la cúpula del partido realizaron en estos meses una treintena de visitas–, Villanueva del Rosario, Almogía o Villanueva del Trabuco. En estas localidades, según fuentes consultadas, se apostó por candidatos «más fuertes» y con la vista puesta en que si no se ganaba, al menos generar estructura y unas bases cara al futuro.
El resultado es que en Archidona el PP es la fuerza más votada aunque una alianza del PSOE y Con Andalucía le podría dejar sin la alcaldía; en Almogía subió dos ediles y se quedó a uno de los socialistas; arrebató a este partido la vara de mando en Villanueva del Rosario y es la llave de la gobernabilidad en Villanueva del Trabuco.
La cuarta de las estrategias se denominó 'operación Almendro' y su objetivo fue fichar e integrar bajo sus siglas al único alcalde de Ciudadanos en la provincia, el de Guaro, José Antonio Carabantes, quien ha ganado por mayoría absoluta ratificando el éxito de unas maniobras iniciadas hace más de un año y que han dado sus frutos en forma de poder territorial.
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