Un congreso en espera y un ascenso en clave política

De las dieciséis ciudades de más de 20.000 habitantes de la provincia, en las últimas semanas se han celebrado los congresos en catorce (en Málaga capital no hay una dirección local) y la continuidad ha sido la tónica general ya que sólo en Vélez-Málaga ha habido relevo en la presidencia en la figura de Jesús Lupiáñez, quien ha sustituido a Francisco Delgado Bonilla. En Mijas, el PP está liderado por el exalcalde Ángel Nozal, a quien el partido abrió un expediente sancionador (al igual que a los restantes ocho concejales en el Ayuntamiento de la ciudad), que posteriormente fue archivado, por no haber respetado en 2019 el acuerdo alcanzado a nivel nacional entre el PP y Ciudadanos para que ambos partidos se repartieran –dos años cada uno– la Alcaldía de Mijas. Un hecho que llevó a los naranjas a apoyar al socialista Josele González.

Aquel desacato político tensionó las relaciones entre la dirección local del PP y la provincial, encabezada por Elías Bendodo, que no pasan por su mejor momento y eso explicaría por qué aún no se ha convocado el congreso, según explican fuentes consultadas. Y es que, añadieron, chocan el intento de la cúpula provincial por intentar acometer una renovación con los deseos de Nozal de permanecer en el cargo o situar a un afín y todo ello bajo el riesgo de una posible ruptura del partido en Mijas. Cabe recordar que normalmente el presidente local del PP en los municipios suele ser el candidato a la Alcaldía, de ahí la importancia que tienen estos nombramientos.

De la corporación municipal de Mijas forma parte también Juan Carlos Maldonado. El exalcalde de Ciudadanos está ahora en el grupo de los no adscritos tras abandonar la formación naranja y ser destituido también de sus responsabilidades como vicepresidente primero de la Diputación Provincial. Una decisión adoptada por el presidente, el popular Francisco Salado, que tuvo un efecto dominó ya que también supuso el cese de una decena de cargos de confianza que estaban adscritos a las áreas de gobierno gestionadas hasta ese momento por Maldonado: Desarrollo Económico Sostenible, Empleo y Formación, Educación, Juventud y Deporte.

Con ello han quedado varios huecos libres de cargos de confianza en la institución provincial –uno de ellos, el de director de Deportes ha sido ocupado por el deportista Borja Vivas– y también se ha producido un efecto indirecto con una gran carga política. Así, esta pasada semana se aprobó un decreto por el que se nombró director de área a Íñigo Vallejo, una de las personas más cercanas y de mayor confianza del diputado no adscrito Juan Cassá. Una designación que supone un ascenso (hasta ahora era director técnico) y que supone un aumento de su salario al pasar de los 41.983 euros brutos anuales a los 52.569 euros brutos anuales, según los datos recabados.

No debe olvidarse que Cassá, que siempre ha cuidado de sus más leales, es clave para la gobernabilidad y la estabilidad de la Diputación Provincial, donde forma parte del equipo de gobierno como portavoz y es diputado de Relaciones Institucionales, y del Ayuntamiento de Málaga, donde con su voto garantiza la mayoría absoluta de Francisco de la Torre. En política pocas veces se da puntada sin hilo.