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El curso político en Málaga llega a su fin cuando agosto empieza a asomar sus hojas en el calendario. Este año la antesala de las ... vacaciones veraniegas está siendo bastante agitada debido a los cambios en el ámbito orgánico e institucional. La pasada semana, Juan Cassá volvió a provocar un seísmo político con sus movimientos, que es la manera de hablar que tiene puesto que sigue instalado en la posición de no hacer declaraciones ni dar explicaciones no sólo a la prensa, sino a la ciudadanía (lo mínimo exigible en quienes se dedican a la política y cobran, además, un sueldo público). El asturiano dio su particular tirón de orejas estival al PP: primero votando con la oposición en el Ayuntamiento de la capital y en segundo lugar aliándose con Por Mi Pueblo, una formación independiente, de carácter localista y sin ideología, que se encuentra en plena expansión y que si lograr aumentar el número de candidaturas y de votos en las elecciones municipales de 2023 puede crear algún quebradero de cabeza a los grandes partidos a la hora de conservar consistorios o configurar el gobierno de la Diputación.
Cassá ha cambiado de estrategia y si hasta hace poco era un fiel aliado del PP, ahora marcar distancias con los populares. ¿El motivo? Pues su futuro político. La creencia general es que entre el asturiano y el partido presidido por Elías Bendodo hay un pacto tácito para garantizarle un puesto de salida en las listas de los comicios locales de 2023 y con sus movimientos, quiere presionar políticamente para cerrar lo antes posible ese acuerdo, ahora que su voto sigue valiendo su peso en oro no tanto para garantizar la estabilidad en la Casona del Parque (no se vislumbra una moción de censura) como para propiciar la gobernabilidad y que los asuntos del equipo de gobierno puedan aprobarse. Mientras tanto, Juan Cassá parece instalado en la estrategia del 'apreteu, apreteu'.
Por su parte, en el PSOE de Andalucía Juan Espadas ya ejerce su liderazgo en el partido con la creación de su primer equipo de trabajo –una particular 'ejecutiva' hasta que se celebre el congreso autonómico– para recoger las demandas ciudadanas y convertirlas en propuestas políticas. En ese grupo, liderado por el diputado jiennense Felipe Sicilia, hay dos malagueñas: Isabel Aguilera, portavoz socialista en el Ayuntamiento de Ronda y exalcaldesa de esta ciudad, y Desirée Cortés, teniente de alcalde de Álora y diputada provincial.
Aguilera y Cortés responden a los nuevos perfiles que Espadas está buscando para sus equipos. Ambas son mujeres, están en el ámbito municipalista y no están vinculadas a la actual dirección provincial que lidera José Luis Ruiz Espejo. Además, las dos son personas muy afines al hombre fuerte de Espadas en la provincia, Daniel Pérez, y jugaron un papel activo en las primarias que ganó el alcalde de Sevilla. Desirée Cortés fue una de las intervinientes en el primer mitin que Juan Espadas dio en la provincia, en el teatro Cervantes de Álora, mientras que Isabel Aguilera es la líder del PSOE en Ronda, una de las agrupaciones que más apoyó a Espadas en la campaña de las primarias y que acompañó al entonces candidato en el acto de reivindicación andalucista celebrado en el Casino de la Ciudad del Tajo en la misma mesa que Blas Infante, en 1918, participó en la Asamblea de Ronda.
La incorporación de Aguilera y Cortés al equipo de Espadas coincidió en el tiempo, el pasado viernes, con el primer día de trabajo como nuevo subdelegado del Gobierno en la provincia de Javier Salas, en sustitución de Teófilo Ruiz. Salas, el tercer socialista que ocupa este cargo
en tres años, fue también un activo 'espadista' durante las primarias.
Este lunes, además, Juan Espadas se reunirá con los alcaldes y portavoces de las capitales de provincia y los municipios de más de 50.000 habitantes para empezar a trazar estrategias. De la provincia acudirán, entre otros, los portavoces Daniel Pérez (capital), José Bernal (Marbella) o Emma Molina (Estepona) y los alcaldes Antonio Moreno Ferrer (Vélez-Málaga), Josele González (Mijas) y José Ortiz (Torremolinos) –Víctor Navas de Benalmádena no podrá acudir por un asunto personal, según explicaron fuentes consultadas–.
Otro de los cambios relevantes conocidos en los últimos días afecta a una malagueña, Teresa Pardo, que asume el cargo de portavoz de Ciudadanos en el Parlamento de Andalucía tras la remodelación acometida por Juan Marín. La que fuera concejal en Cártama y diputada provincial entre 2015 y 2019 es una política muy cercana a Marín, quien ahora le ha recompensado su fidelidad con un cargo de proyección política y pública (aumentará su presencia en los medios de comunicación) que le hace ganar peso en la organización a nivel andaluz, pero también provincial. Y es que esa posición le hará tener fuerza cuando llegue el momento de la confección de las listas electorales. Un arma política, nada desdeñable.
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