Málaga lidera el ránking andaluz de autónomos por la pujanza turística y tecnológica

La provincia aglutina además a la mitad de todos los trabajadores extranjeros por cuenta propia ocupados en la comunidad autónoma

Martes, 14 de marzo 2023, 00:21

Málaga es la provincia con mayor número de trabajadores por cuenta propia de Andalucía, con un total de 83.132, de acuerdo con la estadística ... de trabajadores autónomos personas físicas en la Seguridad Social. Supera de esta manera a Sevilla, donde no llegan a los 75.000. La provincia de Málaga no destaca únicamente por el volumen de autónomos en números absolutos, sino también en el crecimiento que han registrado en los últimos años. De acuerdo con los datos a que se tiene acceso en la web del Ministerio de Trabajo, que se retrotraen al año 2016, desde ese ejercicio y hasta el tercer trimestre de 2022, el número de trabajadores por cuenta propia ha aumentado casi un 16% en Málaga, frente al ascenso de poco más del 9% registrado en Andalucía y en contraste con el incremento registrado en total en España, que queda por debajo del 3% en estos últimos seis años.

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¿Por qué este dinamismo en el trabajo autónomo en Málaga? Para José Luis Perea, secretario general de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), se debe al «cierto gen emprendedor» que hay en la provincia, especialmente en la costa, y que no responde a algo coyuntural, sino que es estructural. Perea también valora el microclima favorable que ha generado el gobierno andaluz con medidas como la ampliación de la tarifa plana o con la aprobación de la cuota cero para los nuevos autónomos. En su opinión, en lo que a Málaga se refiere en particular, responde asimismo a la potencia del sector turístico que, añaden fuentes de la Unión de Autónomos de Andalucía – UATAE, aúpa la creación tanto de pequeños negocios ligados directamente al turismo -como es el caso de los guías- como el sostenimiento de comercios enfocados a los visitantes extranjeros. De hecho, también es singular el peso diferencial del sector servicios entre los autónomos malagueños: un 80% se dedica a esta actividad, frente al 73% que lo hacen en la comunidad autónoma andaluza y también en el conjunto de España. El de Málaga de autónomos dedicados al sector servicios es un porcentaje similar al de las Islas Canarias, pero superior al de Baleares, por ejemplo, y al de la Comunidad Valenciana, otros dos territorios tradicionales destinos vacacionales.

A la pujanza turística, hay que sumar también la relevante concentración de empresas tecnológicas en la provincia, que se alimenta, además de con grandes empresas, también con múltiples 'startups' que a veces trabajan al servicio de las primeras y que muchas de ellas están constituidas a partir de autónomos. El ecosistema que generan unas y otras, además de las características geográficas de la provincia de Málaga, atrae a nómadas digitales procedentes de todo el mundo.

La mitad de los autónomos extranjeros de Andalucía

De esta manera, Málaga no destaca en Andalucía sólo por el número de autónomos y por su crecimiento en contraste con el conjunto de España. También despunta por la proporción de trabajadores por cuenta propia que son extranjeros. En concreto, un 22% de los 83.132 autónomos que trabajan en Málaga tiene origen foráneo, es decir, más de 18.800. La proporción de autónomos extranjeros en España se limita a un 13,3%, mientras que en la comunidad autónoma andaluza es de apenas un 10,5%. De hecho, los autónomos extranjeros que trabajan en Málaga son la mitad del total de los que trabajan en Andalucía, que ascienden a los 39.265. Málaga es la cuarta provincia con más autónomos extranjeros, sólo por detrás de Madrid, Barcelona y Alicante.

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La mayoría de los autónomos, tanto en Málaga como en Andalucía y en el conjunto de España, no tienen asalariados

En lo que sí coinciden los autónomos malagueños con los andaluces y con los del conjunto de España es en que la inmensa mayoría cotizaban el año pasado por la base mínima. De hecho, son incluso comparativamente más los trabajadores por cuenta propia de Málaga que cotizan por la base mínima que los que hacen lo mismo en Andalucía o en el conjunto del país: son el 89% frente al 87% y al 85%, por ese orden. Además, la mayoría también son autónomos sin asalariados: es el caso del 78% del total, frente al 75% de Andalucía o el 79% de España.

Fuentes de la Unión de Autónomos de Andalucía – UATAE explican que su pequeña aportación a la Seguridad Social puede obedecer, bien a que los autónomos cobran poco, bien a que deciden contribuir por lo mínimo, o bien a que muchos de ellos son muy jóvenes y que por esa razón no se preocupan aún por su jubilación. De acuerdo con los últimos datos, en Málaga casi el 30% de los autónomos son menores de 40 años, frente al 25,7% del conjunto de España. José Luis Perea también añade como posible causa de la preferencia por contribuir por la base mínima el miedo empresarial. Y éste suele ser mayor en los comienzos de la actividad económica. En este sentido, si en España el 56,3% de los autónomos llevan cinco años o más siéndolo, en el caso de Málaga la proporción es diez puntos inferior.

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Este modelo de contribución baja a cambio de prestaciones también reducidas está llegando ya a su fin y a partir de este año y progresivamente, los trabajadores por cuenta propia van a aportar a la Seguridad Social en función de sus ingresos a cambio también de una mejora de sus derechos. En eso, básicamente, consiste la última reforma promovida por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. Como precisa José Luis Perea, ser autónomo supondrá tener prácticamente los mismos derechos que un asalariado.

«Uno va al mundo autónomo por vocación o por necesidad», sentencian desde ATA

El trabajo por cuenta propia es un lugar que puede esconder precariedad. Por un lado, por la existencia de los llamados falsos autónomos, una figura que sigue siendo numéricamente importante de acuerdo con las organizaciones representantes del colectivo pese a las normas aprobadas por el Gobierno para atajar esta irregularidad, como la 'ley rider'. Y, por otro lado, porque montar un negocio puede ser una salida laboral sobrevenida tras un despido, sobre todo si éste tiene lugar a partir de los 40 o los 45 años. «Uno va al mundo autónomo por vocación o por necesidad», sentencia Perea. El inconveniente de hacerlo por esta segunda razón, explican fuentes de UATAE, es que muchas veces carece de espíritu emprendedor, de la ilusión de crear un negocio propio o el afán por vivir sin jefes. Además estos últimos autónomos no tienen tanta estabilidad, ni impulso y están sometidos a más vaivenes porque suelen desconocer las condiciones del mercado. Y en cuanto les surge una oportunidad laboral, vuelven al trabajo por cuenta ajena.

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