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El proceso de confluencia de IU, Podemos, Más País, Equo, Alianza Verde e Iniciativa del Pueblo Andaluz para las elecciones andaluzas del pasado 19 de junio se hizo tarde y de manera apresurada. El acuerdo entre las seis formaciones de izquierdas se firmó sobre la ... bocina del plazo legal, las negociaciones dejaron heridas que aún no han restañado y el haber apurado tanto los tiempos impidió que la marca, Por Andalucía, cuajara entre los ciudadanos. El resultado fue la consecución de cinco escaños, lejos de las expectativas. Con esa experiencia presente y con el objetivo de no cometer los mismos errores en el futuro, en Málaga estos partidos comenzaron el pasado verano las negociaciones para buscar un acuerdo que les permita ir juntos a los comicios locales del 28 de mayo de 2023.
Así, estas organizaciones empezaron a mantener reuniones a partir de julio con el objetivo de intercambiar propuestas sobre la hoja de ruta para preparar los comicios locales en la provincia. En esos primeros contactos durante el verano se superaron algunas discrepancias, especialmente, sobre el censo de afiliados (Podemos e IU mantenían posiciones diferentes sobre el modelo) que deberían participar en las primarias para votar a los candidatos de las listas de la confluencia, según relatan fuentes consultadas.
El 8 de septiembre se celebró una reunión clave ya que en la misma se debía fijar la hoja de ruta definitiva de la confluencia, especialmente en lo referente al calendario ya que se pretendía que durante el otoño se desarrollase todo el proceso interno de configuración de las candidaturas para que estas pudieran ponerse a trabajar desde inicios del próximo año para ir consolidando el proyecto. En ese encuentro, según las fuentes, Podemos decidió no continuar en las negociaciones. Mientras que sí decidieron seguir en el proyecto de confluencia IU, Más País, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz.
Sobre los motivos de que Podemos se levantara de la mesa de negociaciones, las versiones son contradictorias. Desde el entorno de IU se achaca a que hubo una llamada desde la dirección nacional de los morados para no seguir en el proceso de confluencia, mientras que desde las filas de Podemos en Málaga se aduce que no compartían los tiempos ni estaban de acuerdo con la hoja de ruta propuesta. A ello, se une, según distintas fuentes, las divergencias sobre el futuro nombre de la coalición. Desde Podemos abogan por la marca Unidas Podemos bajo el argumento que ya son unas siglas conocidas e identificadas por los ciudadanos, mientras que el resto de formaciones de izquierdas se decantaría más por la marca Por Andalucía a la que se le añadiría el nombre de Málaga o de cada uno de los municipios donde se llegara a acuerdos (con el objetivo de sumar los votos, claves para conseguir representantes en la Diputación en cada uno de los cinco partidos judiciales de la provincia).
A pesar de la ruptura, tanto desde Podemos como desde la confluencia donde está IU reiteran el mensaje de que los puentes siguen tendidos para una posible unión. Pero, el tiempo apremia dado los plazos que, cada una de los dos partes por separado, se han marcado para llevar a cabo sus procesos internos de elección de candidaturas en los municipios de la provincia. En el caso de la formación morada está previsto que el 4 de noviembre estén elegidos sus candidatos, mientras que IU, Más País, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz tienen marcado en rojo la fecha del 4 de diciembre para tener culminada la elección de sus listas.
En consecuencia, se entra en las semanas claves que determinarán si finalmente hay una confluencia o Podemos irá por su lado y la unión de IU, Más País, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz, por otro. A ello hay que unir la opción de que también se presente en algunos municipios de la provincia Adelante Andalucía, de Teresa Rodríguez. Es decir, los partidos situados a la izquierda del PSOE podrían ir fragmentados hasta en tres opciones.
¿Por qué apremian los plazos? Una vez que Podemos termine su proceso interno de elección de candidatos deberá determinar si quiere unirse a los partidos que están en su mismo espacio ideológico. Dependiendo del momento en que decidan dar el paso esa posible confluencia será más fácil o imposible.
Si lo hacen antes de mediados de noviembre –la fecha en la que la confluencia ya constituida en la que se integra IU estará en pleno proceso para elegir a sus candidatos– la integración no tendría grandes dificultades porque lo único que habría que hacer es buscar el encaje, mediante la negociación y el acuerdo, de los integrantes de Podemos en las listas que se presenten a la votación de las bases. Si se produce cuando las listas se hayan cerrado, la dificultad será mayor porque los afiliados ya se habrán pronunciado. Y si la petición se unión se produce más allá del 4 de diciembre, ya será prácticamente imposible a no ser que la confluencia ya constituida y donde por el momento no está Podemos decida tirar por la borda todo su proceso de estas semanas y su hoja de ruta.
El tic-tac del reloj de la confluencia de izquierdas ya está en marcha y este noviembre se presenta como un mes clave para fijar definitivamente quienes la integrarán.
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