La vacuna y los pocos contagios animan a los institutos de Málaga a recuperar las clases presenciales

La docencia semipresencial, la medida acordada por el Ministerio de Educación y las consejerías autonómicas para evitar en lo posible el riesgo de los contagios en los centros educativos, permite dividir los grupos y dar clases en días o semanas alternos con docencia en línea cuando no se acude al centro. La Consejería de Educación permitió la flexibilidad horaria, desde tercero de la ESO hasta segundo de Bachillerato, con el objetivo de que en las aulas se pudiera mantener la distancia de seguridad. Con el paso de los meses se ha comprobado que los centros educativos son seguros, los contagios en las aulas han sido algo excepcional y los casos que se han producido entre la comunidad educativa han sido en entornos ajenos a los colegios e institutos.

Este mismo lunes recuperan la presencialidad los alumnos de segundo de Bachillerato del IES Gaona, y de Maristas, por ejemplo. Desde el lunes día 8 van todos los alumnos de primero de Bachillerato al IES Margarita Salas de Torre de Benagalbón y el día 10 se incorporaron en el Cánovas del Castillo. Desde enero, las clases para los alumnos de segundo de Bachillerato son presenciales en el IES Mediterráneo. También el claustro del IES Fuente Luna de Pizarra ha aprobado que primero de Bachillerato vuelta a ser presencial, después de que todos los alumnos de segundo regresaran a clase a principios de este trimestre.

Todos los alumnos de segundo de Bachillerato del IES Gaona estarán desde este lunes día 22 en clase. Su directora, Julia del Pino, asegura que el objetivo de esta medida es «mejorar el aprovechamiento académico de nuestro alumnado y prepararlos lo mejor posible para la PEvAU. Un penúltimo esfuerzo que requiere responsabilidad, trabajo y compromiso por parte de todos los miembros de la comunidad educativa», señala.

Tras la reubicación de espacios, también segundo de Bachillerato en Maristas vuelve a la presencialidad desde este lunes. Además, todas las clases, desde Infantil, han sido equipadas con purificadores de aire. «Hemos comenzado con segundo de Bachillerato y después de Semana Santa podría recuperar la presencialidad completa en el resto de cursos, primero de Bachillerato y cuarto de la ESO», explica Jesús Martín, profesor y responsable de Comunicación y Márketing en este centro. Tenían previsto este plan para enero, pero la evolución de la tercera ola les aconsejó paralizarlo. Las clases semipresenciales en Maristas han sido en la modalidad síncrona, es decir, la mitad del grupo en el aula y la otra mitad en casa, pero siguiendo en directo la clase. «Tanto nosotros como las familias estamos satisfechos; no es lo ideal, pero nos ha dado tranquilidad y seguridad y el currículo se ha desarrollado sin problemas», afirma.

Esta semana, el claustro del IES Mediterráneo abordará la vuelta a la presencialidad de primero de Bachillerato y los dos cursos de la ESO. Desde enero, todos los alumnos de segundo acuden a clase con regularidad. «Ha sido un alivio para los estudiantes, que nos lo venían reclamando», manifiesta el director del centro, Juan Ignacio Santos Ramírez. La selectividad es todo un reto para los de segundo de Bachillerato: «Las clases en línea, aunque evidentemente se están impartiendo, no les daban suficiente seguridad. Ahora están mucho más tranquilos», reconoce el director del IES Mediterráneo. No obstante, los resultados de los cursos en semipresencial «han sido buenos, incluso mejores que en años anteriores», por lo que Santos Ramírez afirma que «la semipresencialidad no ha tenido un perjuicio objetivo».

En el Cánovas del Castillo, la incorporación total de los alumnos se ha realizado de manera escalonada. La jefa de estudios, Ana Hernández Menoyo, explica que el 16 de noviembre el claustro aprobó la vuelta a la presencialidad de tercero y cuarto de la ESO, efectiva desde el 23 de ese mes. Y el día 8 de marzo, otro claustro aprobó la misma medida para primero de Bachillerato, efectiva desde el día 10. Segundo ha sido presencial desde comienzo de curso, destinándoles los espacios más amplios porque «con la selectividad preferimos que todos vinieran a clase», reconoce. Con 733 estudiantes, ha sido complicado que todos los alumnos estén en clase, pero «con buena voluntad se ha conseguido».

El Margarita Salas de Torre de Benagalbón es un centro relativamente reciente, de manera que su curso más avanzado es primero de Bachillerato, que el pasado día 8 de este mes pasaron a presencial. «En cuanto hemos visto que era factible, hemos cambiado. En el centro, con las medidas que se han tomado, no ha habido contagios», afirma la directora, Carmen Ruiz. Además, reconoce que a los alumnos «se les hace más difícil seguir las clases desde casa».

También Salesianos recupera la presencialidad en segundo de Bachillerato, en su caso tras la Semana Santa. El objetivo, confirma su jefe de estudios, Ignacio Navarro, es preparar a sus alumnos para la selectividad. El centro tomó la decisión de docencia semipresencial en Bachillerato y ciclos formativos, en el primer caso en días alternos y en el segundo, en semanas. Pero desde diciembre los ciclos fueron recuperando la presencialidad.

En el IES Rosaleda también se ha recuperado la presencialidad en casi todos los cursos. Solo durante unas semanas, las de mayor incidencia de contagios, se dieron clases a distancia, señala el secretario del centro, Juan Manuel Gutiérrez. «Hicimos un trabajo importante para que todos los grupos pudieran estar en presencial», explica. Solo en algunas de las troncales con mucho alumnado se mantiene la semipresencialidad.

En el IES Universidad Laboral, uno de los centros más grandes de la provincia, con unos 2.100 estudiantes, pudieron pasar a finales de octubre a modalidad presencial. Para ello, han dividido grupos de FP en turnos de mañana y tarde, han pasado enseñanzas de FP a la tarde y se han habilitado aulas en la biblioteca, aula de usos múltiples, dos aulas de informática, el laboratorio de idiomas o un taller de tecnología, entre otros. También se han eliminado tabiques medianeros entre aulas pequeñas y se utiliza un aula de la Residencia Andalucía, explica su director, Juan Jesús Larrubia. «Las clases presenciales en estos meses han transcurrido con total normalidad gracias al trabajo diario desarrollado por el profesorado y el personal de administración y servicios, y al alto grado de responsabilidad y cumplimiento de las normas observado por todos los miembros de la comunidad educativa del centro, en especial por el alumnado», afirma Larrubia. Con tantos alumnos, el equipo directivo estableció horarios diferenciados para la entrada y salida, cuatro periodos de recreo en horarios distintos y la construcción y puesta en servicio de nuevos accesos de entrada y salida a los pabellones docentes. «El profesorado, alumnado, familias y equipo directivo del IES Universidad Laboral de Málaga valora muy positivamente el haber podido conseguir que todas las enseñanzas del centro se impartan en modalidad presencial desde finales del mes de octubre», afirma el director.

En otros centros no ha sido posible recuperar la presencialidad en todos los cursos. Es el caso del IES Campanillas, donde cuarto de la ESO ya pasó a presencial, pero no así Bachillerato y ciclos formativos. «Nos resulta inviable tener a todos los alumnos en el aula y mantener las distancias de seguridad», lamenta el director, Miguel Ángel Domínguez. Como en FP comienzan ahora las prácticas en empresas, reconsiderarán el modelo de docencia.

En el Christine Picasso, que no tiene Bachillerato, 3.º de la ESO está en semipresencial al 30%, y la mitad del aula en el caso de 4.º. «Una parte del profesorado aún no se ha vacunado, y para después de Semana Santa se espera un repunte de casos, así que, por precaución, no nos hemos planteado la vuelta a clase de todo el alumnado», justifica el director, Alejandro Rodríguez.