Precios «impensables» en el pescado y escasez de algunos productos en los lineales de los supermercados. Son los efectos ya patentes de la huelga del ... transporte, a la que ahora se sumará el anunciado amarre de la flota pesquera hasta el miércoles.
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«No se habían visto hasta ahora estos precios», aseguraban en los puestos de pescado del mercado central. Los pocos boquerones que había estaban a 14 y 16 euros y las sardinas se habían vendido a 10 euros. Varios puestos de pescado estaban cerrados «porque con los precios que ha alcanzado el pescado y lo poco que se vende no les trae cuenta abrir», comentaba José Manuel Pastor, que tiene un puesto de congelados en el que hasta ahora «no nos ha faltado de nada».
Lamentaban los vendedores que las noticias alarmistas están provocando que los clientes se retraigan. «Dicen en televisión que no hay productos y la gente ya deja de venir, y no es cierto. Ya ve que se puede encontrar casi de todo», señalaron los responsables de la pescadería Andrés y Víctor. Ellos consiguen el producto «madrugando mucho, llamando con antelación a nuestros proveedores y comprando el pescado antes de que entre en Mercamálaga». Paradójicamente, la gamba estaba más barata que el boquerón, a 10 euros el kilo y frescas.
Por los pasillos del mercado de Atarazanas casi «más turistas que compradores», comentaba otro vendedor. Antonio Miguel González tenía el boquerón a 16 euros el kilo y reconocía que «ha habido más pescado del que pensaba en un principio». Fernando Rey aseguraba por su parte que con los precios que tiene el producto en origen el margen que les queda «es mínimo. No podemos incrementar más de dos euros, porque a 10 euros ya no hay quien te compre las sardinas». Y con estos precios, que les quede el pescado sin vender les puede suponer haber perdido dinero. El poco pescado que había ayer en el mercado central se había capturado en Málaga, Fuengirola o Estepona, explicaba. Si se materializa la huelga de los pescadores la situación va a ser muy diferente a partir del martes, reconocían los vendedores.
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La situación en los puestos de carne y frutas y verduras era bien distinta. Los expositores estaban repletos de alimentos y solo había falta de algunos productos muy concretos. «Estamos a tope de género», afirmó la responsable de la carnicería Asencio. «Es de vergüenza lo que está pasando», decía Juan en otro puesto de carne. «El cordero ha subido muchísimo, pero es que para la próxima semana esperamos incrementos de precios en pollo, cerdo y ternera», según les han advertido ya los mayoristas. Los carniceros y fruteros están registrando un descenso en sus ventas, a pesar de la alarma creada por la guerra o la huelga. «El pescado es el alma del mercado, y si la gente deja de venir porque piensan que no hay pescado todos sufrimos las consecuencias», reconocía Juan.
El mayorista de frutas Adamo, que repartía ayer mañana a hoteles y restaurantes del centro, explicó que le faltaban algunos productos «muy específicos», como la patata agria. Lo que sí reconocía es que los precios «están por las nubes» y que hoy domingo será un día crítico, pues deben salir de Madrid muchos de los productos frescos para llegar a primera hora de la mañana del lunes a Mercamálaga. «Si se mantienen los piquetes y no dejan bajar los camiones vamos a tener escasez de mucha mercancía», vaticinó.
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El sábado es el día de descanso de los camioneros, algo que se notó en las carreteras y en otros puntos conflictivos los días pasados, como sucedió en el centro de distribución de mercancías de Antequera, hasta donde acudieron el viernes camioneros de provincias cercanas para colapsar el tráfico e impedir la salida de sus compañeros.
Sergio Cuberos, director general de Maskom, señaló que ya urge encontrar una solución al problema del transporte. «Estamos en una situación extrema y el Gobierno debe poner ya una solución. Sentarse a negociar y no dejarlo para el día 29». Además, lamentó que «en un país democrático no se deje trabajar a quien quiera hacerlo» y algunos transportistas estén sufriendo amenazas y daños en sus vehículos. «Hay una gran incertidumbre, porque cargan el camión y no saben si llegarán a su destino, qué se pueden encontrar en el camino», dijo.
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La situación de los mercados se traslada a los bares y restaurantes. El presidente de la Asociación de Empresarios de Playas de Málaga, Manuel Villafaina, aseguró que «como todo el mundo estamos sufriendo las consecuencias de la huelga y de la falta de algunos suministros». Pero que «de momento» la situación está bajo control. A falta de pescado, por ejemplo, los clientes se están decantando por el arroz. «Nadie se va a quedar sin comer, y bien», afirmó. Lo que sí terminará afectando al bolsillo de los clientes es el alto precio del pescado. «De momento no se han variado los precios, pero si esto sigue así no habrá más remedio que repercutirlo», avanzó. «Queremos un turismo de calidad, con buen servicio y precios, mientras se pueda». Aseguró también que algunos proveedores están limitando los kilos de producto que sirven a cada cliente.
La imagen de ganaderos tirando la leche porque no pueden transportarla a las plantas envasadoras ha despertado la alarma de muchos consumidores. De poco han servido las llamadas a la tranquilidad de la Federación Nacional de Industrias Lácteas, que aseguró que se trata de hechos puntuales y que la recogida de la leche se está llevando a cabo con normalidad.
En algunos supermercados, el viernes por la noche los lineales de la leche estaban prácticamente vacíos. Pero el sábado a primera hora estaban completamente llenos de productos. «Estamos reponiendo con toda normalidad», aseguraron desde una cadena de supermercados.
En la línea de cajas, algunos clientes acudían con dos y hasta tres cajas de leche. Es el nuevo objetivo del 'efecto acaparamiento', algo que sucedió ya al principio de la guerra de Rusia contra Ucrania con el aceite de girasol. En los supermercados se sigue encontrando, aunque se ha limitado el número de envases. En cambio, en el caso de la leche no se ha establecido aún límite para la compra. Preguntada por la razón de comprar tres cajas de leche (18 litros en total), una señora respondía: «Por si acaso».
El director general de Maskom, Sergio Cuberos, aseguró que las imágenes de ganaderos tirando la leche ha podido crear una cierta psicosis, pero que también es cierto que algunas grandes multinacionales, como Lataris, han dejado de recoger la leche a sus ganaderos.
Eduardo Barrero, responsable de Relaciones Institucionales de El Corte Inglés, señaló por su parte que «estamos reponiendo de todo, fruta, pescado y también leche. Puede que falte algún producto puntual, pero en términos generales estamos relativamente bien, con un trabajo de nuestros agentes de compra fantástico, buscando proveedores locales y menos habituales para que no haya desabastecimiento».
Adrián Borrallo es el responsable de compras de los restaurantes Pedro Gutiérrez, Gutiérrez Playa y Gutiérrez Puerto. Explicó que debido al paro biológico está entrando poco boquerón y sardina, una veda que se levantará el próximo día 30. Pero el pescado no falta en sus restaurantes y lo busca en La Caleta o en Conil en el caso del pescado de escama.
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Una situación que puede dar un giro radical este martes: la flota pesquera de Málaga parará hasta el miércoles, día en el que los responsables de las cofradías de pescadores se reunirán con el ministro Luis Planas en busca de soluciones ante la subida del precio del combustible.
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