El comité provincial del PSOE de Málaga aprobó el pasado miércoles las listas del Congreso y el Senado para las elecciones generales del 23 de julio. Unas papeletas donde por primera vez en tres décadas no aparece el nombre de Miguel Ángel Heredia, quien en ... estos días dice adiós a media vida en la primera línea política. Una trayectoria que se cierra sin que el exsecretario general de los socialistas malagueños haya gestionado ni un euro público ya que siempre ha ocupado cargos de representación u orgánicos pero nunca ha estado al frente de un departamento de una administración pública.
Tras haber ido en las listas al Congreso de 1993 y en las del Parlamento andaluz de 1994, fue en 1996, las elecciones perdidas por Felipe González, cuando Heredia salió elegido por primera vez como diputado por Málaga. En esas fechas, contaba con apenas 30 años. Ahora, con 57 deja la política después de haber sido durante 23 años representante de la provincia en el Congreso y los últimos cuatro años, senador. Son los dos únicos cargos públicos que ha ostentando este doctor cum laude en Biología y diplomado en Magisterio, puestos de carácter representativo pero no de gestión, por lo que no ha administrado ningún presupuesto.
En su paso por las Cortes Generales, Heredia ha presentado más de 23.500 iniciativas en el Congreso y unas 2.000 en el Senado y ha sido ponente, entre otras, de leyes como la de Dependencia y de la del Parque Nacional de la Sierra de las Nieves. Además, ha formado parte de la dirección del grupo socialista en ambas Cámaras: en la Cámara Alta ha sido en los últimos años portavoz adjunto del PSOE y antes en la Cámara Baja fue secretario general. Fue en en 2014 cuando accedió a ese puesto de responsabilidad en el Congreso y su papel se reforzó dos años después tras la crisis interna del PSOE que supuso la marcha como líder de Pedro Sánchez, siendo en esos años la voz y los ojos de Susana Díaz en Madrid.
Ruptura con Susana Díaz
Eran los tiempos donde Miguel Ángel Heredia mantenía una estrecha relación con Díaz, entonces presidenta de la Junta y líder de partido en Andalucía. Un idilio que se había fraguado años antes, en los tiempos de José Antonio Griñán, y que se rompió en 2021 cuando el malagueño nacido en Mollina en 1966 apoyó a Juan Espadas frente a la sevillana en la pugna por el liderazgo del socialismo andaluz.
Ahora, Heredia tiene previsto volver a su puesto de trabajo como titulado superior en Cultivos Celulares en la Universidad de Málaga poniendo fin a una trayectoria donde pasó de ser un diputado discreto en el Congreso -en 2001 la Asociación de Periodistas Parlamentarios, en su gala anual le concedió el Premio Limón al diputado desconocido- a un papel destacado durante la legislatura de 2016 a 2019 con relevantes responsabilidades políticas y mediáticas en la Cámara Baja.
En esos años, este político trabajador y metódico, padre de dos hijos (Miguel Ángel y Curro) dejó sus responsabilidades como secretario general del PSOE de Málaga, cargo al que llegó en 2008 en sustitución de Marisa Bustinduy y tras imponerse en primarias al profesor universistario Fernando Arcas, revalidándolo en 2012, y cedió el testigo en 2017 a José Luis Ruiz Espejo.
Fueron los años en los que el hijo de Antonio y Oliva, aquel joven a quien la vocación política le surgió a muy temprana edad y le llevó a las Juventudes Socialistas, alcanzó el punto álgido en una trayectoria política que ahora pone su punto y final. Ahora tendrá mayor tiempo para estar con su familia, leer -una de sus grandes pasiones- y quizás escribir esas memorias con las vicisitudes vividas en estos años. Un tiempo donde no faltaron las polémicas como aquella en la que, en plena disputa a nivel orgánico y en un acto interno del partido que luego salió a la luz, insultó a la hoy ministra de Defensa, Margarita Robles.
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