Aunque en su DNI aparece que se llama Francisco Javier Jurado Carmona, en Málaga todo el mundo le conoce como Coco. Este malagueño de pura ... cepa, de la cosecha de 1952, nacido en el Camino de Antequera y vecino de la calle la Victoria es una de las voces inconfundibles e indispensables de la comunicación en general y del mundo cofrade en particular en las últimas tres décadas desde los micrófonos de la COPE y las cámaras de Procono Televisión. Dos medios en los que desembarcó tras prejubilarse como enfermero y experto en salud laboral, profesiones que le llevaron a trabajar en el Hospital Civil, el Materno y El Corte Inglés. Pregonero de la Semana Santa de 2017 –año en que estaba inmerso en la recuperación de un cáncer de colon–, fue abanderado de la Feria de Málaga, es devoto rociero y hermano de la Cofradía de Jesús El Rico y la Virgen del Amor.
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–¿Cómo llega un sanitario al mundo de la comunicación?
–Siempre me gustó la comunicación. Yo había colaborado en Radio Juventud y Antena 3 Radio, pero fue en 1997 cuando entré en este mundo. Ese año la COPE quería que un redactor hiciera el camino del Rocío, pero sufrió un percance y el director de la cadena, Adolfo Arjona, se puso en contacto con Manolo Pineda, el presidente de la Hermandad del Rocío de Málaga, y este le habló de mí. Hice ese trabajo y no lo haría tan mal cuando me llamaron para colaborar en la feria y luego en el programa que tenía Antonio Guadamuro. Un año después me llamaron de Procono para presentar 'Sentir Cofrade'.
–¿Ha calculado el número de horas que ha estado delante de una cámara o un micrófono?
–No lo he calculado, pero es imposible. Hemos sido la televisión local que ha estado más horas en directo en Semana Santa, donde hemos llegado a hacer 92 horas en directo y algunos días 16 horas seguidas, y la que ha tenido más programas semanales, que en Cuaresma y Pascua, se convertían en dos a la semana: martes y jueves. Son muchas horas no sólo delante de la cámara sino también en la producción.
–Y ahora lo ha dejado, ¿por qué?
–La vida son ciclos y este ciclo de colaboración con Procono se ha terminado. También yo tenía otro criterio de cómo tiene que ser la información cofrade en los tiempos actuales y cuáles tienen que ser los medios técnicos apropiados para las transmisiones cofrades. No se daban estas circunstancias y, por lo tanto, preferí dar un paso al lado.
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–¿Le costó mucho tomar la decisión?
–Fue una decisión meditada durante mucho tiempo y en abril, tras haberlo hablado en Cuaresma y el Domingo de Resurrección con la directora de la tele, lo dejé.
–¿Cómo se lleva ser una de las voces cofrades consagradas de la Semana Santa de Málaga y un referente cofrade?
–No me he sentido una referencia cofrade.
–Pero sabe que lo es.
–Sí. Me he dado cuenta ahora por el cariño que me ha mostrado todo el mundo cuando anuncié mi marcha. El mejor EGM te lo da la calle cuando ves que aprueban tu forma de trabajar, de transmitir, de comunicar. Ahora sí me he dado mucho más cuenta, pero durante estos 27 años yo hacía algo que me gustaba y me hacía mucha ilusión, pero no pretendía para nada ser la voz ni el protagonista de la Semana Santa, que demasiado protagonistas tiene.
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–¿Cuál es el 'estilo Coco' de comunicar?
–El sentimiento. Yo no tenía un guión definido, yo ponía palabras a mis sentimientos y a mi corazón a la hora de comunicar.
–Siempre se ha caracterizado por la defensa de la identidad cofrade malagueña. Ello le ha granjeado no pocos enemigos y críticas. ¿Cómo ha llevado esas críticas por defender las señas de identidad de Málaga?
–En su momento lo llevé mal, pero estaba muy convencido de que era lo que yo tenía que defender. Con el tiempo fui relativizando esas críticas porque cada día estaba más convencido de que el estilo malagueño existe y existirá, que no tenemos que ir a remolque de otros lugares ni ser un corta y pega. Tenemos que transmitir a nuestra herencia el legado cofrade que hemos recibido con exponentes como los tronos grandes, los varales, las cabezas de varal, los palios con sus bambalinas,...
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–¿Qué le diría a aquellos que le han atacado, algunos incluso a nivel personal a través de redes sociales?
–Que se lo hagan mirar y que respeten. Yo critico mucho, pero callo también mucho porque soy muy respetuoso. Por eso pido respeto.
–¿Cuál es el principal pecado cofrade?
–El decir que aquí cabe todo y todo vale. No, aquí vale lo que tiene que valer y vale lo nuestro. Y, sobre todo, las cofradías deben tener un criterio.
–Nadie pone en duda que es rico su amor por Málaga, pero ¿qué le falta a Málaga?
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–Yo cambiaría la pregunta y diría qué le sobra. A Málaga le está sobrando muchas situaciones que estamos viviendo y que se ven en la calle como son determinadas formas turísticas. Nos está faltando identidad.
–¿Los malagueños son poco defensores de lo suyo?
–Sí, muy poco defensores. El malagueño es muy de lo que viene de fuera.
–Forma parte de la asociación de vecinos de la Victoria, ¿qué le llevó a dar ese paso?
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–Un compromiso con Málaga, con la Victoria, con la asociación y conmigo mismo. Calle la Victoria merece más de lo que tiene y volver a ser una calle con solera como siempre lo fue. Hoy calle la Victoria es una calle de paso y debe ser una calle de paseo.
–¿Cómo va a vivir la próxima semana Santa sin retransmitir?
–Mi compromiso con la Semana Santa es tanto que estaré en algún sitio colaborando.
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