Los exministros Alberto Ruiz Gallardón y Jordi Sevilla han coincidido este lunes en Málaga en pedir grandes consensos políticos entre los dos principales partidos, el PP y el PSOE, en materia económica, energética, de infraestructuras, de defensa o política exterior para contribuir, de un lado, ... a bajar el nivel de polarización y, de otro, dar estabilidad y seguridad a la economía. Así lo han expuestos el popular y el socialista durante su participación en el encuentro Diálogos para el Desarrollo celebrado en el Museo Carmen Thyssen de la capital.
El hecho de estar alejados de la primera línea política y por ende de las 'ataduras' a los argumentarios y a las posiciones oficiales de sus respectivos partidos, permite a ambos expresarse con una mayor libertad, aunque también, como ha ocurrido en el caso de Gallardón, a guardarse sus opiniones sobre asuntos candentes de la actualidad como el enredo de Alberto Núñez Feijóo a cuenta de la amnistía y se ha centrado en las cuestiones económicas que centraban el foro.
El exministro de Justicia con Mariano Rajoy ha sostenido que «el principal» riesgo de la economía española y europea es «la incertidumbre y la inseguridad» que «no deriva exclusivamente» de factores económicos sino «especialmente» de los riesgos de la situación política internacional por la guerra de Ucrania, el resultado incierto en las elecciones en Estados Unidos y el conflicto en Gaza.
Seguridad jurídica
En este contexto, Alberto Ruiz Gallardón ha afirmado que la política y la sociedad española deben ofrecer «elementos de seguridad» que, a su juicio, deben pasar «no por una contraposición permanente de modelos y programas, sino por grandes acuerdos entre aquellos que piensan distinto, que históricamente han alternado el poder y que son los que pueden ofrecer una garantía de seguridad a aquellos inversores que en un mundo globalizado» puedan elegir España para sus inversiones.
«Para que resultemos competitivos lo que tenemos que hacer es ofrecer seguridad jurídica y normativa. Por eso los grandes acuerdos políticos para dar estabilidad al marco regulador se puede convertir en el factor de competitividad más importante que puede tener España los próximos años», ha subrayado.
Gallardón sostiene que los acuerdos políticos para «dar estabilidad al marco regulador se pueden convertir en el factor de competitividad más importante para España en los próximos años»
En esta línea, Ruiz Gallardón ha argumentado que si la política energética, de infraestructuras, de seguridad o exteriores estuviese acordada entre el PP y el PSOE «los cambios de Gobierno no significarían incertidumbre para los inversores y ese es el modelo que nos haría competitivos en España».
Jordi Sevilla, por su parte, ha partido de la premisa de que en España la situación económica funciona «un poquito mejor que la política, a pesar del Gobierno» y ha añadido que aunque se está viviendo una desaceleración en todo el mundo, «las perspectivas para la economía española son razonablemente buenas».
Sin embargo, Sevilla ha añadido que hay cuestiones pendientes desde hace tiempo en la economía española como la productividad, la renta per capita, el tamaño de las empresa o la I+D y que «deberían ser objeto de grandes pactos y acuerdos sociales» porque sólo van a tener solución con políticas a medio y largo plazo.
«Pediría que esos acuerdos que no estamos siendo capaces de ver en otros ámbitos de la política fuéramos capaces de pedirlos y verlos en el ámbito de la economía, que es de donde comemos todos», ha añadido el director del Área Contexto Económico de la consultora Llorente y Cuenca.
Sevilla: «Una de las bazas importantes de una democracia es ser capaces de reconocer que a lo mejor el adversario tiene un poco de razón y conviene debatirla y discutirla»
Sevilla sí se ha pronunciado sobre la amnistía para recordar que él no está a favor pero ha considerado que es necesario poner fin al conflicto catalán y hacerlo de una forma «muy distinta a un 155 permanente y a la radicalidad con la que se han ido abordando las propuestas que ha planteado el Gobierno».
«Tenemos que rebajar el diapasón en la política española. Es legítimo estar a favor o en contra pero tenemos que acostumbrarnos a defender las cuestiones con un poquito más de calma porque es imposible estar teniendo razón en todo como estar equivocado en todo. Una de las bazas importantes de una democracia liberal es ser capaces de reconocer que a lo mejor el adversario tiene un poco de razón y conviene también debatirla y discutirla», ha apostillado.
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