Albares: «No hay ni un sólo día en que no haga alguna acción para impulsar la candidatura de Málaga a la Expo 2027»

–¿Dónde centra España hoy sus prioridades en la lucha contra el terrorismo internacional?

–El terrorismo internacional sigue siendo una amenaza. Tradicionalmente el foco estaba más en Oriente Medio o Afganistán, donde no ha desaparecido, pero es un fenómeno que sabe moverse e irse transformando para podernos golpear en cualquier momento y África empieza en estos momentos a ser un foco de atracción del Daesh y de Al-Qaeda. El índice global sobre terrorismo situaba el Sahel como el epicentro del terrorismo internacional. Esto ya es en sí preocupante para España, pero además el hecho de que aparezcan otros actores internacionales como es Rusia, a través de la compañía Wagner, en una zona tan inestable como el Sahel, donde se da todo tipo de tráficos ilícitos como el de estupefacientes, armas, personas, sitúa a África y, en concreto al Sahel, espacio cercano a España, como una de las zonas más preocupantes.

–¿Qué va a hacer España y la UE para contrarrestar este aumento de la influencia rusa en el Sahel?

–España y los socios europeos llevamos mucho tiempo trabajando en dos líneas. Una es la de la seguridad y ahí España está presente en Malí a través de misiones de formación como la EUTM, que va a continuar en distintos países y puede evolucionar según el contexto sobre el terreno. Y la segunda es la ayuda al desarrollo. Estamos preparando una nueva Ley de Cooperación donde el Sahel va a aparecer como zona prioritaria porque sin desarrollo no puede haber estabilidad y viceversa.

–Ahora que se han retomado las relaciones entre España y Marruecos, ¿por dónde van a ir las exigencias de España?

–Vamos a seguir desarrollando esa hoja de ruta, que tiene distintos factores y que es muy beneficiosa para España y, en concreto, para Andalucía. El hecho de que se hayan normalizado las conexiones aéreas y marítimas entre ambos países beneficia a toda España, pero muy claramente a Andalucía. El hecho de que ya se haya pactado el inicio, tras tres años y medio, de la Operación Paso del Estrecho, que en pocos meses deja 1.300 millones de euros en España, va a ser muy beneficiosa para Andalucía, para sus puertos. La inmigración irregular es otro de los vectores importantes. Observamos la caída desde que se ha tomado la buena relación entre España y Marruecos en entradas irregulares en las costas de Andalucía, Ceuta y Melilla y la fachada Atlántica de Canarias. Hay un grupo de trabajo específico que hacía dos años y medio que no se reunía, sobre inmigración irregular, y también se replica en un mayor control de otro tipo de flujos como el tráfico de estupefacientes. Y va a haber un grupo específico empresarial. De las 800 empresas españolas implantadas en Marruecos, una mayoría abrumadora son andaluzas, que se van a beneficiar también de esa buena sintonía. Y hay lazos humanos. El hecho de que vayamos hacia la reapertura de las fronteras también en Ceuta y Melilla hace que familias que llevaban dos años sin poderse ver, flujos turísticos que se habían cortado, se vuelvan a retomar. Por lo tanto, este es un acuerdo que tiene múltiples facetas pero tanto desde un punto de vista de lazos humanos, de desarrollo económico y comercial, de control de los flujos migratorios irregulares y otros tráficos ilícitos es beneficioso mutuamente para España y Marruecos y muy beneficioso para Andalucía.

–El pasado marzo, España se posicionó junto a Marruecos en la defensa de la autonomía para el Sáhara Occidental, ¿ha dejado España a su suerte al pueblo saharaui?

–Lo que España quiere es alcanzar una solución mutuamente aceptable en el marco de las Naciones Unidas. Queremos ayudar a desencallar un asunto que ya dura medio siglo. Evidentemente no será España quien lo decida, tienen que ser las partes en el marco de Naciones Unidas, pero no podemos permitir que este conflicto siga encallado medio siglo más. España es el primer donante bilateral a la población saharaui que se encuentra en Tinduf y eso va a seguir siendo así. Por lo tanto, no los abandonamos.

–¿La posición de España respecto al Sáhara tiene algo que ver con información que pueda tener Marruecos sobre el presidente español a consecuencia del caso de espionaje Pegasus?

–En absoluto. Quiero ser claro y tajante. No tiene más que una motivación: ayudar a desencallar un conflicto que dura ya medio siglo. Esas apreciaciones son especulaciones y las relaciones internacionales no se hacen con especulaciones sino con hechos. No voy a entrar en especulaciones, ni conjeturas ni en política ficción sobre ningún país en el mundo.

–¿Usted entiende que Marruecos no está detrás de este caso de espionaje?

–No voy a entrar en ningún tipo de conjeturas. Yo me guío por los hechos y las relaciones internacionales vienen marcadas por los hechos.

–Esta semana se ha producido la destitución de la directora del CNI, ¿le parece justo?

–La ministra de Defensa (Margarita Robles) ha comparecido ante la prensa, ha dado las explicaciones oportunas y me remito a ellas.

–Lo lógico es que la ciudadanía entienda que se hace para contentar a los independentistas que promovieron aquel referéndum ilegal del 1 de octubre.

–Insisto, me remito a lo que ha dicho la ministra de Defensa.

–El caso Pegasus, ¿ha afectado a la imagen reputacional de España a nivel internacional o ha mermado la confianza de nuestros socios internacionales en España a la hora de compartir información?

–Rotundamente, no. Estoy desarrollando una intensa agenda desde hace varias semanas cara a la cumbre de la OTAN, dentro de siete semanas en Madrid, para que sea un éxito y donde la lucha contra la desinformación y el refuerzo de la ciberseguridad va a ser un aspecto muy importante del concepto estratégico de la OTAN; por tanto, hablo mucho sobre estos temas y nadie me ha hecho la menor mención a esto. Es más, si España es conocido por algo es por estar situado entre los países que llevan años invirtiendo y mejorando más en ciberseguridad y en lucha contra la desinformación. España va a estar situada en los próximos doce, catorce meses, a un nivel europeo e internacional como no ha estado nunca en su historia. En siete semanas acogemos la cumbre de la OTAN en un momento crucial, donde se va a aprobar el concepto estratégico, que es el documento llamado a regir la vida de la organización en diez años; Rusia está lanzando un desafío a los pilares democráticos y la seguridad de Europa, como nunca; y varios países están llamando a las puertas de la OTAN. Y en algo más de doce meses tendremos la presidencia de la Unión Europea. Eso sólo es posible con una confianza total de nuestros socios y aliados en nuestra fiabilidad política y en nuestra solidez como país. La percepción que hay de España es la de un socio y aliado sólido y fiable.

–El otro punto de interés internacional sigue estando en Ucrania, donde la guerra cumple ya 80 días y la diplomacia sigue sin encontrar una vía de superación del conflicto. ¿Quién debe dar el primer paso para desencallar la situación?

–Claramente esta es la guerra de un sólo hombre, Vladimir Putin. Ni Ucrania, ni Europa ni la OTAN querían esta guerra ni eran una amenaza para la seguridad de Rusia. Sólo uno (Putin) puede terminar con esta guerra. Y sería muy fácil. Que diera la orden de que los soldados rusos que se encuentran en Ucrania de manera ilegal regresen a las fronteras de la Federación Rusa.

–¿Se podrán recomponer las relaciones con Rusia con Putin en el poder o ya está inhabilitado para negociar con él?

–Él mismo se excluye de la negociación. Durante meses tuvimos todos los canales diplomáticos abiertos y a su disposición, pero no quería el diálogo, sino la guerra.

–¿Teme España y la UE que las ansias imperialistas de Rusia puedan afectar a otros países del este de Europa o el Báltico?

–Ucrania culmina una serie de agresiones: Osetia, Chechenia, Crimea, Ucrania. Por tanto, no es descabellado pensar que eso continuaría. Pero sí quiero mandar un mensaje de tranquilidad a los españoles. España y sus socios europeos y sus aliados en la OTAN, han tomado todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de nuestras fronteras.

–¿La política exterior española es motivo de enfrentamiento entre las dos alas del Gobierno, PSOE y Unidas Podemos? Así se ha visualizado al menos en casos como la posición sobre el Sáhara o el apoyo militar a Ucrania.

–El Consejo de Ministros tiene una cohesión total y está unido en los mismos objetivos: conseguir que vuelva la paz a Ucrania y por tanto a Europa, hacer frente a las consecuencias económicas de la guerra, y tomar las medidas económicas necesarias para que mejore la vida de nuestros ciudadanos. En la reunión de cada martes se verifica la cohesión, la solidez y la unidad del Consejo de Ministros hacia esos objetivos. Es normal en cualquier Gobierno de coalición europeo que haya matices entre los distintos ministros; ha ocurrido en democracia en todos los gobiernos, incluidos los monocolor, incluso aquellos respaldados por una mayoría absoluta. Este Gobierno demuestra que está unido como nunca porque lo exige la realidad.

–¿Se está trabajando en un posible encuentro bilateral entre Biden y Sánchez en el marco de la próxima cumbre de la OTAN en Madrid?

–Ese encuentro tendrá lugar cuando sea necesario. En estos momentos, en lo que estamos todos volcados, y la diplomacia española en primer lugar, es que la cumbre de la OTAN en España sea un éxito. Es una gran responsabilidad para España, pero estoy seguro de que vamos a estar a la altura como hemos estado siempre y como estaremos dentro de un año para presidir el Consejo de la Unión Europea.

–Pero, ¿no cree que sería el foro adecuado para que se produjera esa reunión? Hay una percepción de que España queda fuera de las decisiones relevantes a nivel internacional que toman países como Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña,...

–Yo tengo una extraordinaria relación con mi homólogo Tony Blinker, secretario de Estado norteamericano. Estuve no hace tanto en Washington, me recibió él, también Nancy Pelosi, la presidenta del Congreso de Estados Unidos, el presidente del comité de Relaciones Exteriores del Congreso, tuve encuentros en prestigiosos 'think-tank' como el Atlantic Council y lo que he sentido en todo momento es una gran cercanía con los Estados Unidos. Cuando el presidente Biden llama al presidente Sánchez para solicitar el uso de las bases en España para poder transitar sus colaboradores afganos, no lo hubiera hecho si no lo considerara un socio fiable de primer orden.

–Bajando a Málaga. La ciudad en los últimos años ha hecho una apuesta por esa vocación internacional con eventos como esta conferencia internacional sobre terrorismo o la apertura de una oficina de Cifal-Unitar, de la ONU. ¿Qué le parece esta apuesta?

-Málaga tiene una proyección internacional indiscutible que yo acompaño como ministro de Asuntos Exteriores. Desde que se presentó la candidatura de la Expo 2027 no hay ni un sólo día que pase que yo no haga algún tipo de acción para impulsarla; no hay ni un sólo homólogo al que no le presente esa candidatura y le solicite el voto. Esta exposición consolidará una proyección internacional de Málaga que ya existe. Es una ciudad museística de primer nivel, aquí está la casa natal del malagueño, andaluz y español más universal de la historia, Pablo Picasso, y hay un parque tecnológico que apuesta al futuro. Málaga es un referente internacional y desde luego yo acompaño esa proyección internacional y acompañaré la candidatura hasta el final.

–Su ministerio juega un papel fundamental para que la candidatura pueda ganar. A este respecto, ¿en qué están trabajando?

–Hemos puesto a disposición un diplomático (Juan José Escobar) que va a estar íntegramente volcado y trabajando para la exposición de Málaga. En cada encuentro con mis homólogos les planteó la necesidad y les expongo todas las cualidades de esta candidatura. En Dubai, en la última Expo, se hizo un acto para presentar la candidatura. Esta semana hemos traído a Málaga una conferencia de Naciones Unidas sobre un tema crucial como es la lucha contra el terrorismo y la reparación de víctimas para que Málaga siga brillando y cada vez más personas de la comunidad internacional la conozcan. Mi compromiso con la Expo 2027 es total.

–¿Es optimista?

–Por supuesto. Estoy seguro de que vamos a ganar.

–En la provincia viven un gran número de británicos y además estamos cerca de Gibraltar, ¿en qué líneas se está trabajando con el Reino Unido tras el Brexit?

–En un primer momento se han tomado una serie de medidas de contingencia porque el objetivo es que la vida de aquellos británicos que ya vivían entre nosotros y cuya expectativa era seguir en un país de la UE, al igual que los españoles en el Reino Unido, se vea afectada lo menos posible. Las medidas de contingencia tienen que dar lugar a medidas permanentes para que su vida se vea afectada lo menos posible, ese es el espíritu con el que trabajamos. En relación a Gibraltar, lo que España ofrece y quiere es una zona de prosperidad compartida en todo el Campo de Gibraltar para que pueda ser una zona que crezca de manera sostenible y en armonía.

–Una última cuestión. Las encuestas vaticinan una victoria del PP en Andalucía en las elecciones del 19 de junio y Vox podría tener la llave de la gobernabilidad, ¿cómo analiza la situación?

–Las elecciones que se vayan celebrando en este contexto tan convulso en que nos encontramos en Europa, en el que se abre una nueva etapa que justamente empezamos a vislumbrar ahora, pero donde es claro que se enfrentan dos modelos, el autoritario y nacionalista de Putin y el de tolerancia, diversidad, pluralismo y democracia que representa la Unión Europea y que es la base de la paz y la prosperidad de las últimas décadas, hace que todas las elecciones cojan otra luz. Creo que Juan Espadas representa esos valores de la UE de democracia, de pluralidad, de diversidad que harán siempre frente a los valores de la ultraderecha europea.