. Málaga no tendrá ningún representante en el nuevo Parlamento Europeo que se constituirá en las próximas semanas. La presencia en las listas de lo partidos de políticos de la provincia era escasa y más aún en posiciones de salida. Quien más opciones tenía era el actual eurodiputado Manu Pineda, quien finalmente se quedó en las puertas.
Pineda iba de número cuatro en la lista de Sumar, que ha obtenido tres escaños. Este soldador ferroviario de Renfe es militante del PCE desde hace tres décadas, además de haber sido un destacado dirigente sindical de CCOO y fue elegido eurodiputado en 2019 en la lista de Unidas Podemos. Durante estos cinco años en el Parlamento comunitario ostentó la presidencia de la Delegación para las relaciones con Palestina y la vicepresidencia del intergrupo de solidaridad con el Sáhara Occidental.
Dos responsabilidades que encajan con su perfil internacionalista ya que Pineda es un destacado luchador por los derechos humanos y un actividad propalestino. Así, vivió en la Franja de Gaza durante tres años, entre 2011y 14, periodo que coincidió con dos ataques israelíes contra la población gazatí. Allí fundó la asociación Unadikum y trabajó como escudo humano y conductor de ambulancias.
Tampoco ha salido elegida eurodiputada Juana Gallego, una malagueña oriunda de Arriate que reside en Barcelona y que encabezaba la lista de Feministas en el Congreso. Por su parte, Cristina García Salazar, una algecireña residente en Málaga desde hace nueve años –donde tiene un despacho de abogados especializado en derecho animal– encabezaba la lista del Pacma, que unas elecciones más vuelve a quedarse sin lograr escaño.
El resto de los malagueños que iba en las listas lo hacía en puestos que hacían improbable su elección como eurodiputados.
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