«Me ofrezco de mediador para hablar de un proyecto concreto del tren litoral de Málaga»

–¿Las elecciones europeas son una segunda vuelta de las generales del pasado año?

–Estas son una de las elecciones europeas más importantes para el proyecto y el futuro de Europa. Hablar de unas elecciones europeas en la actual coyuntura política, sí reproduce algunos de los debates que tuvimos en las últimas elecciones generales. El PSOE está planteando claramente a los ciudadanos que vamos a tener que volver a elegir, como hicimos el 23 de julio de 2023, entre fuerzas políticas que claramente defienden un modelo de Europa de retroceso en derechos y conquistas del Estado del bienestar y otras fuerzas políticas que defienden el avance y la gestión que se ha hecho en los últimos años en la UE. Una gestión que ha sido capaz de dar respuestas unitarias frente a la pandemia o que ha sabido plantear, con el liderazgo, por cierto, del Gobierno de España, una recuperación económica con inyección de recursos y de inversiones diferente completamente a la anterior crisis, marcada por los recortes y el austericidio. La socialdemocracia europea puede volver a ser el dique de contención de las políticas de las derechas. En ese sentido de avanzar o retroceder, sí son como las del 23 de julio; no son un plebiscito como plantea el PP, que desde las generales ha querido dar a cualquiera de las elecciones celebradas el sentido de una segunda edición de las generales y su único eslogan de campaña es atacar a Pedro Sánchez.

–Por tanto, no considera que estas elecciones sean un plebiscito para el presidente del Gobierno.

–No. Son unas elecciones donde elegimos un modelo de sociedad y un proyecto económico de generación de riqueza que distribuya de manera más justa la riqueza de lo que lo hacían las recetas liberales o ultraliberales que conocimos con el Gobierno de Rajoy, con las políticas de la Unión Europea en la anterior crisis financiera. Lo que vamos a ratificar es si los ciudadanos europeos dan un voto de confianza a las políticas que nos han permitido la recuperación económica y, por tanto, le estarían dando un voto al liderazgo de Pedro Sánchez. Ahora mismo España y el Gobierno de Pedro Sánchez lideran las políticas de éxito que se están llevando a cabo en la Unión Europea. Es la política socialdemócrata de más éxito en años en la Unión Europea.

–El PSOE ha ganado todas las elecciones europeas en Andalucía. Desde que usted lidera el PSOE andaluz, en las tres elecciones celebradas ha ganado el PP, ¿una nueva derrota del PSOE el 9-J le haría perder autoridad?

–Cada elección tiene sus características. En las autonómicas la derecha nos ganó y definió un ciclo político en Andalucía y tuvieron un buen resultado en las municipales. Luego, en las generales, el PSOE recuperó medio millón de votos en Andalucía respecto a las autonómicas. Por tanto, creo que estas elecciones europeas las vamos a ganar en Andalucía. Va a haber muchos elementos que condicionen o no ese objetivo. La participación siempre es clave para la izquierda y en las europeas siempre cuesta un poco más movilizar. Pero me atrevería a decir que vamos a dar la sorpresa en las europeas para aquellos que están instalados en la comodidad de los triunfos de la derecha.

–No se pone en ese escenario de una posible derrota y lo que eso supondría para su liderazgo.

–Mi liderazgo es una cuestión que se decide en el ámbito interno de mi partido. Yo presenté un proyecto político que tiene algo más de dos años de vida y de dificultad en un escenario adverso de oposición. No dudo en absoluto ni del liderazgo dentro de mi partido ni desde luego el liderazgo que aspiro a tener en la sociedad cuando le pida su confianza en las elecciones autonómicas. Hay quien quiere, por supuesto imagino que el PP, que el PSOE esté débil y que el liderazgo se ponga en cuestión, pero no lo van a conseguir. Yo me presenté a unas primarias que gané con el voto directo de dos militantes, lo que no hizo Moreno Bonilla, al que Rajoy señaló con un dedo para ponerlo en el cargo. Por tanto, voy a ejercer el poder que me ha dado la militancia y no estoy dispuesto a que nadie discuta el esfuerzo, el trabajo de mi grupo parlamentario y del PSOE para conseguir recuperar la confianza de los andaluces.

–Dentro de su partido, ¿nota que hay quienes intentan socavar su liderazgo con movimientos internos en las provincias?

–No. Comprendo que hay quien puede querer ver esa visión del partido, pero yo le cuento la que sé que, en definitiva, hay detrás. En cada una de las provincias, dos años después de la celebración de los congresos, lo que puede haber son legítimas voces discrepantes, generalmente fruto de haber perdido las elecciones municipales el 28 de mayo. Generalmente las voces discrepantes son personas que no se encuentran ahora mismo en una posición de poder o de decisión y entienden que no se está contando con ellos. Pero es que cada dirección política en un momento determinado conforma un equipo y no todo el mundo puede estar en el equipo. Y luego los ciudadanos eligen a quien ponen en las instituciones y si no te votan y ya no gobiernas tu Ayuntamiento, pues a lo mejor no estás en la dirección de tu agrupación local. Eso no es una cuestión que ponga en riesgo el liderazgo, ni siquiera provincial y por supuesto, tampoco a nivel regional. Son situaciones locales que hay que analizar, sobre las que hay que aplicar los estatutos del partido y renovar los órganos y volver a fortalecerlo. Es una situación normal.

–¿En el caso de Málaga, usted tiene plena confianza en la gestión que está realizando Dani Pérez?

–Absolutamente. Pero no sólo en la figura de Dani Pérez, sino en la de su equipo. Dani, con su equipo al frente está haciendo un trabajo encomiable. Con un liderazgo claro que significa trabajar para renovar equipos y ser capaz de volver a generar nuevos liderazgos en el ámbito provincial y para apoyar a compañeros que injustamente perdieron algunas de sus alcaldías por combinaciones de la derecha, caso de Mijas. En un momento que para nosotros es difícil por la pérdida de poder institucional, sin embargo, a nivel orgánico es primero un momento de cohesión interna, de compañerismo y de un trabajo de verdad fraternal, sincero y sólido, que más pronto que tarde dará su fruto y que, por supuesto, yo apoyo como líder regional. Por tanto, entiendo que tengo no sólo el apoyo de los compañeros de Málaga, sino que apoyo el trabajo que desarrollan.

–A su juicio no hay crisis en el PSOE de Málaga.

–No la hay. Y desde luego en el liderazgo de Dani Pérez, menos.

–Hablando de Málaga, ¿es partidario del litoral?

–Difiero tanto del criterio que han planteado las autoridades de la Junta de Andalucía como del planteado por el Gobierno de España. Se está actuando de una manera torpe y se está trasladando una opinión a los ciudadanos falsa. ¿Cuál es el proyecto del tren litoral de Málaga? ¿Quién tiene un proyecto que me pueda decir cuál es su trazado? ¿Cuál es su coste? ¿Cuál es su impacto ambiental? Málaga se merece un proyecto serio y una evaluación seria del impacto económico, el coste, y de su viabilidad ambiental. ¿Le hemos dicho a los malagueños cuál sería el trazado y que en su mayor parte sería a través de la montaña, subterráneo? ¿Le hemos dicho claramente si queremos una alta velocidad que llegue de Málaga a Marbella o queremos un tren que pare en una serie de municipios?, es que son servicios diferentes, ¿qué tipo de tren litoral queremos? ¿cuánto cuesta de verdad? ¿es o no ambientalmente viable? Creo que Málaga necesita un proyecto de tren litoral. Por tanto, discrepo de la posición que lo descarte. Si me pregunta si apoyo el tren litoral de Málaga, la respuesta es sí, pero ¿qué proyecto es el que apoyamos? El PP se dedica ahora a decir que en Madrid no quieren el proyecto del tren litoral, por cierto en Madrid ni el Gobierno ni Feijóo que no lo tiene muy claro tampoco. Lo que le interesa a Málaga es que hablemos de un proyecto concreto e intentemos sacarlo adelante. Cuando analicemos realmente el coste y la viabilidad ambiental y técnica del proyecto, entonces será cuando tengamos todos los argumentos para decidir si nos merece la pena o no. Mientras tanto, claro que estoy a favor del tren litoral. Pero es que no basta con decir que estás a favor de una cosa, sino saber realmente si es viable o no llevarlo a efecto. En Sevilla hemos estado metidos mucho tiempo hablando de un puente o un túnel para atravesar el río con la famosa SE-40. ¿Cuándo terminamos el debate? Cuando pusimos encima de la mesa el coste de las dos alternativas, la viabilidad, el plazo de las mismas y su viabilidad ambiental. Finalmente se apostó por el puente. Mientras tanto nos dedicábamos a hablar si eran galgos o podencos. Aquí en el tren litoral recomiendo lo mismo. Yo me ofrezco de mediador para resolver el problema de qué proyecto es el que queremos, cuánto cuesta y su viabilidad técnica y ambiental. Ahora, eso sí, lo único que le pido al PP es que deje la confrontación inútil y estéril. Yo me siento en una mesa con el presidente de la Diputación de Málaga, los alcaldes, la consejera, con quien quiera el PP y evidentemente me ocupo también de que el PSOE y que el Gobierno de España se sienten a hablar de un proyecto concreto. Y cuando tengamos todas las cartas en la mesa, busquemos la solución que sea viable. Ahí va a estar el PSOE. Por tanto, no nos van a encontrar en una oposición al tren litoral. Lo que quiero saber es qué tren litoral es el que estamos defendiendo y si ese tiene todo el respaldo de la gente.

–Juan, su nombre suena como posible ministro tras la marcha de Teresa Ribera. ¿Se ve en el cargo?

–Yo estoy en lo que estoy: centrado en la labor que me encomendó mi partido como portavoz del Senado y en mi labor como jefe de la oposición en Andalucía, secretario general del partido en Andalucía y trabajando para ser el candidato de mi partido en 2026. Que nadie tenga dudas al respecto.

–¿Ese es su único objetivo, volver a ser el candidato a la Junta en 2026?

–¿Cuál fue mi compromiso con los andaluces cuando me presenté a las elecciones autonómicas? Que ganara o perdiera me quedaría aquí a trabajar. Es lo que estoy haciendo desde el minuto uno. Mi objetivo en Andalucía es la recuperación del voto y la confianza en mi partido para llegar a las elecciones autonómicas con capacidad de competir con el PP y plantear al PSOE como alternativa de gobierno. Es un reto. Hay gente que dice que es imposible, pero también me lo decían cuando yo era el portavoz de la oposición en el Ayuntamiento de Sevilla con Zoido como alcalde, que tenía 20 concejales y yo once y en cuatro años el alcalde fui yo. Por tanto, no hay nada imposible. Los que tengan ganas de disuadirme, que esperen sentados, porque no solo soy cabezón, sino que soy una persona muy trabajadora, que cree en lo que hace y que sabe que Andalucía necesita un proyecto socialista de gobierno.

–¿Se ve usted como el Illa andaluz?

–Soy lo más parecido a Illa que hay en Andalucía.

–Hay quien sostiene que Illa ha ganado en Cataluña con el 'modelo Espadas' en el sentido de moderación y búsqueda de consenso.

–El estilo y la autenticidad de Illa me gustan, a diferencia de la de Moreno Bonilla. ¿Moreno Bonilla qué intenta proyectar? Una imagen de moderación, de responsabilidad, de llevarse bien con todo el mundo, de buscar acuerdos. ¿Qué ocurre? Que en su caso cada vez lo veo más de fachada, de propaganda. Empiezo a tener mis dudas de que detrás de todo eso ahí hay un gestor que tenga un proyecto serio para Andalucía. Ya está bien de anuncios y propaganda cuando las cosas van tan mal en la sanidad o en otros asuntos. El gobierno de Moreno Bonilla no está gobernando, está muy, muy flojo.

–Hablando de Juanma Moreno. El presidente andaluz tiene que acometer también una remodelación de su gobierno, que va a coincidir prácticamente con la con la mitad de la legislatura. ¿Qué espera de esa remodelación? ¿Cuál es su diagnóstico sobre el estado actual de la comunidad?

–Moreno Bonilla se presentó con una agenda amplia de compromisos electorales, todos los que no había cumplido la primera legislatura, que fue bastante escasa, por no decir nula en resultados. En estos dos años, ya sin pandemia, con una recuperación económica acelerada y con el mayor presupuesto de la historia gracias a las transferencias del Gobierno del denostado Pedro Sánchez y que es quien más recursos está transfiriendo, Moreno Bonilla no tira y deja mucho que desear. Tenemos un auténtico problema con la sanidad en Andalucía y Moreno Bonilla hace aguas permanentemente. Debería haber cambiado a la consejera (de Salud) hace mucho tiempo. El balance que hago de estos dos años es el de un gobierno muy flojito, donde no hay pulso, no hay iniciativa y no se ve un liderazgo claro con proyectos e iniciativas claras. Él no rinde cuentas porque tiene una mayoría absoluta en el Parlamento. Yo lo que intento es trasladar a la ciudadanía que no se conformen. ¿Donde dice que aquí hay que aguantar un gobierno de la derecha, sencillamente porque no hay alternativas? Claro que las hay. Nosotros estamos construyendo una alternativa desde el PSOE; una alternativa moderada, de izquierda centrada. Me siento seguro del trabajo que estamos haciendo y si Moreno Bonilla tuviera un gobierno fuerte, con acciones, con resultados, pues diría que me va a costar, pero realmente ahora mismo veo que no hay resultados y por tanto lo podemos conseguir, claro que sí.

–En ese sentido, cuando uno ve las encuestas se observa que el PP sigue manteniendo esa fortaleza. ¿Por qué el PSOE no es capaz de horadar esa fortaleza?

– Aquí la única encuesta que hay es la que saca Moreno Bonilla cada tres o cuatro meses, que son las del Centra, que es un departamento del Gobierno andaluz. Podemos hacer todas las encuestas que quiera, pero la realidad de la calle es la que es. La sanidad tiene 1.300.000 personas en lista de espera reconocidas, aunque creo que son más, que tienen problemas serios de salud. ¿Alguien piensa que ese 1.300.000 personas no son decisivos para ver si quieren seguir con Moreno Bonilla de presidente de Gobierno o no?; ¿las personas que siguen esperando 554 días para obtener el derecho a la dependencia, creen que el señor Moreno Bonilla es la única opción que tienen en Andalucía?; ¿los jóvenes que buscan una vivienda y que no ven que el señor Moreno Bonilla le preocupe buscar fórmulas para promover vivienda a precio asequible?... Moreno Bonilla y su gobierno ahora mismo suspenden su gestión. Supongo que en la remodelación del Gobierno pondrá al menos dos o tres consejeros nuevos. Espero que se tome muy en serio renovar a un consejero como el de Turismo y Cultura, que es un auténtico problema para la cultura en Andalucía, que no tiene ni talento ni talante para gestionar la cultura en Andalucía y que eso sí, gestiona muy bien cantidades ingentes de dinero para plantear propaganda institucional a Moreno Bonilla a través de grandes eventos ligados al mundo del turismo.