Luis Planas: «Esta PAC va destinada a la inmensa clase media de la agricultura y ganadería española»

–¿Cuándo estarán finalmente concluidos los trámites de la PAC?

–La nueva PAC entrará en vigor el 1 de enero de 2023. El año pasado se aprobó el presupuesto de la PAC para el periodo 2021-2027, que para España son 47.724 millones de euros. En los próximos días celebraremos la conferencia sectorial que fijará los parámetros políticos para acabar de redactar antes del 31 de diciembre y presentar en Bruselas el Plan Estratégico Nacional de España.

–Las organizaciones agrarias y la Junta han mostrado su preocupación por esta nueva PAC. ¿Se ha decidido ya cuánto dinero va a recibir Andalucía y si los ganaderos y agricultores andaluces van a perder dinero?

–Cada siete años, cada vez que hay que renovar la PAC, se produce este debate y surge la preocupación de si se cobrará o no o cuánto se cobrará... ¿Qué ocurre ahora? Esta PAC es, probablemente, la reforma más importante de los últimos 30 años de la política agraria común porque tiene dos novedades muy importantes. A diferencia de antes, donde se aprobaban unos reglamentos en Bruselas y había que aplicarlos en España, ahora tenemos que elaborar un Plan Estratégico Nacional en España, que es lo que estamos haciendo. Sobre la base de ese plan definiremos a quién se apoya, cómo se apoya y en qué intensidad. La segunda novedad son los objetivos ambientales y contra el cambio climático, que ahora se refuerzan mucho ya que más del 40% del presupuesto de esta PAC tendrá una vinculación directa o indirecta con los objetivos de lucha contra el cambio climático y de preservación del suelo, del agua, del aire, de la biodiversidad y del paisaje. Esta PAC va destinada a la inmensa clase media de la agricultura y ganadería española, es decir, a quienes tienen su ocupación principal en la actividad agraria o ganadera o bien, como ocurre en Andalucía, la agricultura a tiempo parcial, que no es la actividad fundamental pero que cumple una función productiva, de preservación del medio ambiente y del paisaje. Creo que las perspectivas son positivas. ¿Preocupación? La lógica en un proceso de cambio. Pero es una PAC buena, que nos va a permitir afrontar los grandes retos que tenemos: la sostenibilidad ambiental y la económica. Tenemos dinero suficiente y buenos instrumentos para que salga una buena PAC.

–¿Puede estar tranquilo el sector de que va a mantener sus subvenciones?

–Mi mensaje es muy sencillo. Es un mensaje de confianza y de seguridad. En relación a la preocupación de la Junta. Andalucía es la comunidad más importante desde el punto de vista agrario de España. En este sentido debo decir que tenemos un diálogo constructivo y muy positivo entre el Gobierno y la Junta para permitir que Andalucía pueda estar cómoda en esta nueva PAC.

–Una de las preocupaciones de la Junta y todas las organizaciones agrarias es el tema de las regiones productivas. Hasta ahora son cincuenta y se plantea reducirlas, ¿cómo va a quedar?

–En la nueva PAC hay cambios regulatorios europeos y uno de ellos es relativo a la reducción de regiones productivas. España es el país de la UE que tiene mayor número de regiones de pago. La propuesta del Gobierno es reducir ese número de regiones pero de una manera gradual, es decir, acompañando la reducción del número de regiones con una convergencia que se produzca de forma gradual y otros elementos que permitan una transición que suponga un elemento de continuidad.

–Con esta nueva PAC, ¿el olivar tradicional sale perjudicado?

–El olivar tradicional tiene unos costes de producción muy superiores al intensivo o superintensivo, pero eso no deriva de la PAC, sino de la propia estructura productiva. El olivar tradicional en Andalucía es parte de nuestra fisonomía, de la realidad productiva, de la realidad social y de nuestro paisaje y, por tanto, tenemos que preservarlo. ¿Cómo? No sólo a través de la PAC. El año pasado presenté y las estamos ultimando diez medidas del Plan de Acción del Sector del Olivar para dar no sólo más oportunidades al sector sino especialmente llevar más apoyo al olivar tradicional. En esta PAC, por ejemplo, además de todas las ayudas directas, hay una gran novedad y es que hay un programa específico para el olivar tradicional, que estará dotado con 30 millones de euros anuales, que será un elemento complementario. Junto a esto quiero decir que la uva pasa de la Axarquía tendrá un tratamiento específico en la nueva PAC. Contará con una ayuda asociada de 680.000 euros al año para apoyar esta producción tan ligada a Málaga y que es la principal zona productora de España.

–El sector también está preocupada por la revolución verde que plantea Bruselas y que establece que un 40% del reparto de los fondos vaya a las políticas verdes, que incluye los ecoesquemas. Según denuncian supone nuevas exigencias medioambientales que van a suponer mayores costes de producción para una menor oferta, además de la pérdida de competitividad frente a las importaciones extracomunitarias.

–Es importante la incorporación de los elementos de sostenibilidad ambiental en la nueva PAC. En la PAC anterior había una condicionalidad verde que ahora se ha integrado en la ayuda a la renta y sostenibilidad de los pagos directos y tendremos los nuevos ecoesquemas. Son una nueva oportunidad de ingresos adicionales que vamos a intentar hacer, desde el punto de vista técnico, muy sencillo, con un periodo de aprendizaje donde en los dos primeros años no perderán fondos, y donde las instituciones estamos comprometidas en una tarea de acompañamiento pedagógico con las cooperativas y las organizaciones profesionales agrarias para que los agricultores encuentren fácil su acomodo dentro de esos nuevos ecoesquemas. En su pregunta hay un segundo elemento no tanto respecto a la PAC sino en cuanto a la comunicación de la granja a la mesa y la estrategia de la biodiversidad de la Comisión Europea. Los próximos acuerdos comerciales y nuestras relaciones con países terceros tienen que tener un elemento de reciprocidad. Por decirlo bien claro: que un producto que esté producido en la UE y que tenga prohibido la utilización de determinados productos fitosanitarios no se pueda introducir importado de un país tercero un alimento que sí haya utilizado en su producción ese producto fitosanitario. Ahí estamos haciendo camino y España está en cabeza junto con el Parlamento europeo.

–Los productores se siguen quejando de que los precios que se les pagan son muy bajos y que esa Ley de la Cadena Alimentaria que se aprobó sigue sin satisfacer sus necesidades. ¿Como se va a abordar este asunto?

–El tema de los precios es un problema permanente en el sector agrícola y ganadero porque los márgenes de rentabilidad son inferiores al sector industrial y de los servicios. La varita mágica no existe. Existen instrumentos. El primero de ellos, muy importante, es la organización del sector para poder negociar en mejores condiciones con la industria y la distribución. En segundo lugar, los instrumentos normativos, entre ellos, la Ley de la Cadena Alimentaria. Por eso sacamos el año pasado el decreto ley sobre el tema del coste de producción y de precios y sobre la prohibición de la venta a pérdidas. Ahora está en el Congreso una nueva reforma para seguir en ese camino: que la cadena de valor sea transparente y sepamos dónde va el dinero entre la producción, la manipulación, la industria y la distribución; equilibrar esa cadena de valor para que no se lleve uno de los elementos todo el beneficio a costa de los demás; y proteger al más débil que es el agricultor o el ganadero. Además de eso también está la PAC, que es un elemento para poder completar esos márgenes.

–Recientemente ha concluido la aprobación de la Sierra de las Nieves como Parque Nacional. Un nivel de protección que impone restricciones a agricultores y ganaderos, quienes están preocupados, ¿cómo se van a compaginar las labores agrícolas con las medio ambientales?

–La declaración del Parque Nacional Sierra de las Nieves en Andalucía es una gran noticia desde el punto de vista de la preservación del medio natural y de quienes viven y trabajan dentro del ámbito del parque nacional. Hay que tomar la experiencia de lo que ha ocurrido en los otros dos parques nacionales de Andalucía, Sierra Nevada y Doñana, como una experiencia para el futuro. Efectivamente las normas son más estrictas pero también se crea una marca de valor que constituye un elemento muy importante no sólo para la producción sino para la comercialización de productos. Cada vez más los ciudadanos estamos atraídos por las marcas que suponen mayor calidad, mayor preservación del medio ambiente y de un origen geográfico definido. Evidentemente toda novedad comporta inquietud pero el balance será positivo.

–El mismo nivel de preocupación hay sobre la instalación de huertos solares en terrenos que hoy están dedicados a pastos o zonas de producción. ¿Tiene el Gobierno prevista alguna estrategia para regular la instalación de estas infraestructuras?

–Es un tema que hemos hablado en el seno del Gobierno porque es un tema evidentemente de posibilidad de futuro y de preocupación. De posibilidad de futuro porque las energías renovables tanto la eólica como la solar son un elemento muy importante para producir energía limpia. Por cierto, son también un futuro para nuestras explotaciones agrícolas y ganaderas, especialmente para el regadío, porque su utilización es un elemento de competitividad muy importante que por cierto vamos a apoyar ahora con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Es un tema de ordenación del territorio, por tanto de competencia de las comunidades autónomas, pero desde el Gobierno no hemos querido escapar a nuestra responsabilidad y hace un par de semanas se aprobó un decreto ley que hace necesaria una autorización previa para que se verifique que esa producción tiene una salida asegurada de mercado porque es una actividad legítima pero hay que evitar cualquier tipo de especulación. Respecto a la afección agraria hemos hecho unos cálculos globales y teniendo en cuenta la superficie cultivada en España, que está cerca de los 18 millones de hectáreas, la superficie afectada sería mínima.

–En cuanto al sector pesquero, la flota de arrastre ha protestado por las restricciones establecidas por la UE en cuanto a reducción de días de pesca y aumento de las vedas. ¿Se van a revertir estas restricciones como pedía el sector?

–El instrumento que ha diseñado el reglamento europeo son, por un lado, reducción de días de actividad y por otro, vedas y en cambio, consideramos, escuchando al sector y con los estudios del Instituto Oceanográfico Nacional y del CSIC, que existen mecanismos y artes selectivas que podrían ser más importantes para la preservación del stock biológico que los días de pesca. Siendo yo ministro no quiero que ningún barco pesquero en el Mediterráneo deje de faenar como consecuencia de la aplicación de las normas europeas. En diciembre hay una nueva ronda de negociación y se ha creado un grupo de trabajo, donde está representado el sector, para sacar propuestas comunes y defenderlas ante la UE.

–Málaga es líder en subtropicales. Una de las quejas del sector es la falta de agua. ¿El Gobierno tiene previstas algunas actuaciones para paliar este déficit?

–El agua es oro y es un elemento de riqueza fundamental. El tema no es regadío sí o no, sino regadío sostenible. Y por eso tenemos 563 millones en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que con las aportaciones de las comunidades de regantes se convertirán en más de 700 millones para la modernización del regadío, materia en la que somos pioneros junto a Israel y donde tenemos muchas posibilidades. Especialmente estoy pensando en los subtropicales de aquí.

–Pero, ¿hay alguna infraestructura prevista?

–Estamos en diálogo con la Junta, que nos ha transmitido una serie de prioridades y estamos viendo los fondos para aquellas que sean factibles y tengan un mayor impacto productivo.