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El vertido cero de aguas residuales pasa, irremediablemente, por la construcción de depuradoras . Pero también por que las infraestructuras existentes desde hace más de 15 años sigan funcionando a pleno rendimiento para evitar que el caudal que les llegue acabe en ríos y arroyos sin ... tratamiento alguno. Ante este resto, la Diputación de Málaga tiene en marcha un plan de reparación y modernización de 24 pequeñas estaciones que dan servicio a 35.000 habitantes y van a suponer una inversión de 10,6 millones de euros.
Algo más de la mitad, 14, ya están en fase de ejecución. Se trata de las plantas de tratamiento de Alameda, Alcaucín, Canillas de Albaidas, Cañete la Real, Casabermeja, Comares, Cuevas de San Marcos, Cútar, El Burgo, Frigiliana, Sayalonga, Sedella, Totalán y Villanueva del Trabuco, mientras que en fase de redacción del proyecto se encuentran las actuaciones previstas en las de Colmenar, Cuevas del Becerro, Gaucín, Montecorto, Parauta, Serrato, Teba, Villanueva de Tapia, Archidona, Ardales y la construcción de un colector en El Chorro.
Además, la institución supramunicipal también está ejecutando la construcción de una depuradora en Atajate, con una inversión de 1,2 millones de euros. Según el calendario marcado por el Consorcio Provincial del Agua, que tiene asumida la gestión de 45 depuradoras en suelo malagueño,la intención es que este programa de actuaciones que arrancó a principios del año pasado se complete a lo largo de este año.
«Son obras costosas y poco vistosas para los ciudadanos, pero es la obligación del sector público. Con aguas limpias y depuradas será más fácil abordar futuros problemas de riego y planificar el desarrollo urbanístico y turístico de los municipios de la provincia», ha apuntado el presidente de la Diputación, Francisco Salado, quien ha realzado el compromiso del ente provincial en garantizar la gestión integral del agua.
En este sentido, ha precisado que las actuaciones, encargadas a la empresa pública estatal Tragsa, consisten básicamente en la sustitución, renovación y mejora de equipos y sistemas que se han ido deteriorando con el paso del tiempo. «En estas plantas se lleva a cabo una tarea fundamental, de un alto valor medioambiental: reducir la carga contaminante de las aguas residuales producidas por la actividad humana», ha apuntado. Sobre la tramitación, cabe precisar que las actuaciones son aprobadas por los ayuntamientos, aunque las costea la Diputación a través de un plan de subvenciones.
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