Situada en el océano Atlántico, en la costa noroccidental de África, se encuentra el archipiélago de Cabo Verde, un país formado por diez islas (Santo Antão, São Vicente, Santa Luzia –la única deshabitada–, São Nicolau, Sal, Boavista, Maio, Santiago, Fogo y Brava) y cinco islotes ... con una superficie de 4.033 kilómetros cuadrados. Independizado de Portugal en 1975, esta república es un sistema democrático donde dos partidos se alternan en el poder y cuenta actualmente con una población aproximada de 561.000 habitantes, aunque hay un millón de caboverdianos –de primera y segunda generación– repartidos por el mundo. Desde el pasado 28 de octubre este país cuenta con un Consulado Honorario en Andalucía con sede en Málaga que fue inaugurado por el ministro de Negocios Extranjeros, Cooperación e Integración Regional (equivalente a un ministro de Exteriores), Rui Alberto de Figueiredo. Al frente de esta delegación diplomática se encuentra José Félix Pérez-Peña, un economista nacido en el barrio de El Perchel en 1981 y que actualmente trabaja en la multinacional de servicios inmobiliarios Savills. Hijo del cónsul de Portugal en Málaga y decano del Cuerpo Consular, Rafael Pérez-Peña, afronta «con orgullo» esta responsabilidad y habla de sus objetivos en esta entrevista con SUR.
–Para quién no lo conozca, ¿cuéntenos cómo es Cabo Verde?
–Es el gran desconocido de África porque es un país pequeño, pero tiene una ubicación muy estratégica porque está situado entre África, Europa y América, cerca de países africanos como Senegal o Angola, y tiene buenas relaciones con la OTAN y un acuerdo especial con la UE. Es de los pocos países africanos donde hay estabilidad política, y seguridad jurídica y es un país con muchos contrastes entre las islas que lo componen.
–¿Por qué decide Cabo Verde abrir un Consulado en Andalucía? ¿Por qué en Málaga?
–Hace cuatro años conocimos al actual embajador del país en España y la idea que tenía era abrir un consulado en Sevilla. Cuando empezamos a hablar con él lo que vimos que necesitaba Cabo Verde mucho más que una gestión de los propias personas de Cabo Verde que viven en Andalucía era incrementar las relaciones comerciales entre Andalucía y Cabo Verde en aspectos como la tecnología o la economía azul. Por ello, tenía más sentido que estuviera en Málaga en lugar de Sevilla por el tipo de empresas que necesitaban llevar allí.
–¿Cuáles son los objetivos de esta delegación diplomática?
–Son cinco líneas estratégicas. La primera es potenciar el turismo. Es un destino de 'todo incluido' más cerca que el Caribe y tiene una infraestructura turística importante, con 12.000 plazas hoteleras de las que aproximadamente unas 2.000 las tiene el grupo Riu. La segunda línea es la economía azul ya que el 97% del territorio caboverdiano es agua y ofrece grandes oportunidades. Por ejemplo, la malagueña Conservas Ubago tiene allí una fábrica de transformación del atún y es el mayor empleador de todo Cabo Verde. La tercera parte es la tecnológica. El país está abriendo ahora un parque tecnológico en Praia, la capital, y ya hemos tenido contacto con el PTA de Málaga porque queremos que vayan a ayudarles y asesorarles. La cuarta línea es la energía sostenible porque es un país dependiente de todo porque no tienen ninguna materia prima más allá del mar y necesitan energía, gas, … por lo que las empresas de Andalucía que puedan invertir en este negocio en Cabo Verde serían bienvenidas. El quinto eje es la conectividad porque adolece de conectividad entre las islas y hay que retomar los vuelos entre España y Cabo Verde con una frecuencia mayor y más económicos. Estamos trabajando para que haya un vuelo directo entre Málaga y Cabo Verde porque es muy importante no sólo para el turismo sino para el sector empresarial. Ya hemos estado en contacto con la Subdelegación del Gobierno y la Junta.
Sobre las empresas malagueñas: «Ubago es la única que está en el país con una fábrica y es el mayor empleador de Cabo Verde»
–A día de hoy, ¿cuáles son las relaciones económicas y empresariales entre Andalucía y Málaga con Cabo Verde?
–Cabo Verde tiene acuerdos especiales con España donde no hay doble tributación, hay una estabilidad en el cambio entre el escudo caboverdiano y el euro y hay libre tránsito de mercancías y de capitales por lo que no tienes que crear empresas con caboverdianos sino que puedes crear una empresa de manera muy rápida en Cabo Verde, con 100% capital español y no hay ningún problema. Con lo cual ya hay mucho avanzado en la capacidad de poder hacer negocio allí. Cabo Verde es un país de oportunidades para las empresas y el Gobierno está promoviendo que crezcan las relaciones comerciales con Andalucía. Además hay un proyecto para hermanar las ciudades de Málaga y Sal.
–Además de Ubago, ¿hay otras empresas malagueñas allí?
–No. Ninguna más. Hay algún inversor de Málaga que tiene activos inmobiliarios, pero como empresas de calado, ninguna.
–¿Cuántos andaluces y malagueños residen en Cabo Verde?
–No hay datos oficiales pero pueden ser entre 100 y 150 personas, casi todos trabajando en el sector hotelero.
–¿Cuántos caboverdianos residen en Andalucía y Málaga?
–En España hay 2.134 oficialmente, muchos de ellos en Galicia y León. En Andalucía habrá entre 110 y 120 personas, de los que unos 30 ó 40 viven en Málaga.
«Es un país de oportunidades para las empresas y la puerta de entrada a negocios en África»
–¿Cuál es el carácter de la sociedad caboverdiana?
–Es una sociedad orgullosa de su país; es una sociedad sin corrupción, comparativamente con otros países de África; y tienen muy claro que quieren desarrollar los intereses de sus propios habitantes por lo que le dan mucha importancia a que se creen nuevas empresas y a la formación de nuevos trabajadores en el país; y acogen muy bien al turista. Tienen un carácter muy portugués y tienen una mezcla muy bonita con Brasil. En cuanto al idioma, se habla portugués aunque casi todo el mundo también habla español.
–Llama la atención que viven más caboverdianos fuera que en el propio país.
–Sí. Ha sido por la emigración debido a la falta de oportunidades. Una situación que ha cambiado en los últimos años cuando ha multiplicado por diez su capacidad de PIB, aunque esa proyección se frenó por la pandemia y ahora se está reactivando. El sector turístico es el 30% de su economía, el veintitantos por ciento es la pesca y el resto son actividades un poco menores.
–¿El atractivo turístico de Cabo Verde son sus playas o hay más oferta?
–Tiene una oferta de playas y tiene que desarrollar todo lo relacionado con el turismo activo. Puedes hacer diferentes tipos de turismo: desde el 'todo incluido', al turismo activo o al cultural, donde tienen una parte de música muy importante. Además tienen un carnaval muy conocido, hay espacios para hacer 'trekking' y los vientos hacen que sea un buen lugar para hacer kitesurf, disciplina en la que Cabo Verde tiene tres campeones del mundo. Ahora el país está muy focalizado a todo lo vinculado con el mundo tecnológico.
–Por lo que cuenta, queda la impresión de que es un país como en construcción con un abanico de oportunidades.
–Es un gran desconocido para el público en general; no ha comunicado mucho, no se ha vendido mucho fuera; y hay que terminar de dotarlo de las infraestructuras que necesita para un crecimiento como el que tiene que tener. Además, está a menos de una hora de avión de Senegal, tiene buenas relaciones con Angola y con otros países de África por lo que es la puerta de entrada a negocios en otros países africanos.
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